El origen de
Falces es antiquísimo y, en algunos aspectos, todavía confuso. En su término han aparecido vestigios de asentamientos ibéricos de la Edad del Hierro,
romanos, visigodos y árabes. Falces tiene una población estabilizada en unos 2.800 habitantes y un amplísimo término municipal, uno de los mayores de
Navarra, con 114,5 kilómetros cuadrados, muchos de ellos pastos comunales. También es congozante de Bardenas.
Los primeros datos históricos que tenemos son del siglo I, cuando se aprecia el establecimiento de explotaciones agrarias, creando los romanos la Villa de
San Esteban, y otros asentamientos repartidos por todo el territorio municipal.
En el año 860 el emir Muhammad I, se dirigió contra la región de Navarra, arruinando y devastando todo su territorio, haciéndose dueño de varios
castillos, entre ellos el de Falah'san (Falces).
Medio siglo más tarde, en 915, se disputa la batalla de del Yabal-al-Bardí, en las Bárdenas de
Caparroso, en la que Sancho Garcés derrota y hace prisionero a Abd Allah, líder de los Banu Qasi. El rescate de éste incluía la entrega de Falces y Caparroso, por lo que nuestro
pueblo pasa a integrase definitivamente en la zona cristiana.
En el
verano del año 924, un numeroso
ejército musulmán capitaneado por el emir Abd al-Rahman III, atravesó nuevamente Navarra. El 13 de julio, y tras devastar
Peralta, llegan a Falces, donde incendiaron los arrabales del
castillo, todos los cultivos y los bienes que nuestro pueblo tenía.
Por esto Falces se convirtió en una importante tenencia cristiana en la frontera con el Islam.
A mediados del siglo XIV, los falcesinos estaban sometidos a unos fuertes impuestos, dado que Carlos II de Navarra estaba siempre metido en guerras y le hacía falta mucho dinero.
Los vecinos del pueblo se negaron a pagar más, y el rey envió a Falces al Infante Don Luis. Los labradores salieron en masa a su encuentro y atacaron a la desprevenida comitiva, llegando a poner en peligro la vida misma del hermano del rey, que tuvo que huir a uña de
caballo. No hubo muertos en la contienda, pero si heridos en la escolta del infante.
Los sediciosos temiendo la cólera del Infante huyeron hacia el Ebro para ganar Castilla y así escapar de la Justicia. Pero esta llegó, y por lo menos ocho de los diecinueve condenados sufrieron la pena de la horca. Además los oficiales reales arrasaron con todas las cosechas y bienes que se encontraron a su paso. Difícilmente se habrá hecho en Falces una expoliación tan sistemática y total como la que se realizó aquellos días.
La
agricultura es la principal
fuente económica, y está basada en buenos productos de regadío, como el tomate, la alcachofa o el cardo, y en un amplio secano, donde está en marcha el proceso de concentración parcelaria, que se espera concluir este año. En la segunda mitad del presente siglo se creó una cierta infraestructura industrial basada en la industria agroalimentaria, transformados metálicos, hormigón y pequeños talleres. No obstante, como recalca el alcalde, Jesús María Ausejo, hace 17 años que no se ha instalado una industria en el pueblo y una pequeña o mediana empresa sería actualmente fundamental para mantener la población y el nivel de vida.
Tradicionalmente, Falces ha mantenido una constante lucha contra las crecidas del Arga, la última de las cuales, a finales de 1993, produjo cuantiosos daños. El
Ayuntamiento ha acometido varias obras, como el dragado del
río, el recrecido de la mota en medio metro para garantizar que nunca más pueda entrar el
agua en el casco urbano, o la renovación de los colectores en el
barrio de Coballeta, otra de las zonas más castigadas por las inundaciones.
También en esta legislatura se ha solucionado el abastecimiento con la traida de agua desde los
pozos de captación de
Funes, que aseguran un agua de mejor calidad. Otras obras han sido el arreglo de la
carretera de La Vergalada y el mantenimiento del matadero.
Falces proviene de la palabra “Falcis” que significa hoces o cuchillos corvos. Hay dos interpretaciones sobre la elección del nombre; por un lado están los que piensan que se inspiraron en la hoz agrícola y por otro aquellos que defienden que se debe a los meandros u hoces que dibujaba el río. Es difícil precisar en qué época se crearon los primeros asentamientos humanos en Falces. Los restos arqueológicos que se han encontrado prueban que ya en la Edad de Bronce había poblados en este territorio, pero todavía se desconoce si hubo asentamientos anteriores.
Carlos III favoreció a la villa de Falces, en la que pasaba largas temporadas en su
casa sita en el
Huerto del Rey. En atención al progresivo descenso de habitantes que venía produciéndose desde finales del siglo XIV por diferentes causas como la peste, de suerte que en 1423 rebajó el importe de sus contribuciones por ciento un años.
En 1470 Falces es donado por el rey Juan II, con su castillo y sus pechas a mosén Pierres de Peralta y sus herederos.
Cuarenta y tres años más tarde, Fernando el Católico concedió a su poseedor don Alonso Carrillo de Peralta (nieto de mosén Pierres) y sucesores, el Marquesado de Falces
Hacia el año 1662, los falcesinos hartos de pagar impuestos al Marqués y la
Iglesia, deciden sembrar ajos. Estos no tenían que pagar diezmos ni primicias por ser un
fruto nuevo.
HISTORIA. Cedió el patronato de su igl. al rey D. Teobaldo II en 1263. En 1358, los labradores de Falces se sublevaron y atentaron contra la persona del infante D. Luis, gobernador del reino. En 1306 existían en Falces 277 vec. cristianos y 18 judíos: habia entre los cristianos 16 vec., hijosdalgo. En 1380, perdonó el rey D. Carlos II, al concejo de los clérigos fijosdalgo y labradores de Falces 480 libras carlínes que le debían por los 4 cuarteles de la ayuda de 40,000 libras que le había otorgado el reino, en atención a que dicha v. habia sido damnificada, por causa de la guerra, sobre todas las villas é lugares de nuestro reino (decía el rey), él ha sido más extruida, et perdida, que ningún otra; tanto por razón que subdosamente, et por escalamiento, fué presa et non habieron espacio de esconder res de lo suyo, como asi bien por los castellanos fincaron grant tiempo en la dicta villa et tomaron et gastaron todas las vituallas que habia en ella, salvo un poco de
pan que non pudieron llevar… Olrocf: que tiltra desto llevaron presos a Castilla muchos hombres de la dicta villa de Falces, é los han rañzonopó (rescatado) en grandes cuantas de dinero. En 1381, pagaba Falces, con título de pecha, 900 cahíces de trigo raeitadenco y 100 libras en dinero. En 1423, el rey D. Carlos III, en consideración a que el pueblo de Falces se habia disminuido en tres cuartas partes de su vecindario, de 30 años atrás, y a que habia cedido al rey perpetuamente el
molino llamado Soto, bajo el casi., le perdonó 7 libras, 18 sueldos y 4 dineros en cada cuartel de los que debería pagar en el espacio de 101 años continuos, aunque fuesen para casamiento de infantes. Igualmente le perdonó, por el mismo espacio de tiempo, 50 libras de la pecha que pagaba en cada año y ademas, por una vez, otras 50 libras y 420 cahíces de pan, con la condición de que no fabricase otro molino en su térm., y de lo contrario, fuese nulo el privilegio. En 1427 la pecha de Falces estaba reducida a 13 cahíces, 2 robos de trigo, y 30 sueldos. En 1470 el rey D. Juan II, donó la v. de Falces con su cast., pechas, rentas y su jurisdicción baja y mediana, en señorío perpetuo, á Mosén Píerres de Peralta y sus herederos. La v. de Falces con su cast. y pechas perteneció después a Doña Isabel de Fox, condesa de San Esteban, mujer del condestable Mosén Píerres de Peralta, la cual habiendo muerto por los años 1504, dejó por heredera de dicho pueblo y otro3, a su prima la reina Doña Catalina, y está en 1508 dio el señorío de Falces a su tesorero y canciller Juan de Bosquete, hasta que se hiciese pago de 600 ducados que le habia prestado para sus necesidades. {Yanguas Dic. de Navarra).
* Diccionario Geográfico - Estadístico - Histórico de
España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz.
Madrid, 1848.