Si hay algo por lo que destaca actualmente
Navalcarnero es por su clara vocación turística. Una vocación que pasa por la calidad, la gastronomía, el cuidado de su
espacio histórico, su belleza arquitectónica y su importante oferta turístico-
cultural.
La
Villa Real de Navalcarnero es hoy es uno de los
cinco municipios turísticos más importantes de la Comunidad de
Madrid, junto con
Alcalá de Henares, Aranjuez, Chinchón y El
Escorial. Esta población madrileña de orígenes segovianos, protagonista de grandes hechos históricos a lo
largo de sus más de cinco siglos de existencia, como el casamiento del
rey Felipe IV o el levantamiento contra los franceses en la
Guerra de Independencia, tuvo un esplendoroso pasado, siendo el gran eje socio-económico y cultural de la zona
suroeste de Madrid.
Navalcarnero conserva aún su más puro estilo de
pueblo castellano, con un pasado histórico relevante, numerosos
monumentos artísticos, una gastronomía
típica y unas
tradiciones que hacen del
municipio un lugar de interés turístico.
La declaración de la
iglesia de Nuestra Señora de la
Asunción como
Monumento Histórico-
Artístico en el año 1982, así como la declaración de Bien de Interés Cultural en el año 2000, en la categoría de Conjunto Histórico, a la
Plaza de Segovia, la
iglesia parroquial y su entorno, han supuesto un importante impulso para la vocación turística de la villa. Igualmente ha contribuido la recuperación y protección del patrimonio histórico-artístico, que ha permitido rehabilitar el
casco antiguo de la
localidad, rescatar los signos de identidad y conservar aquellos elementos significativos del pasado de la Villa.
Así, durante los últimos años se han suscrito acuerdos y convenios en materia de
conservación de patrimonio, con el fin de recuperar las zonas y
barrios catalogados como Áreas de Rehabilitación Preferente y actuar en
edificios históricos. Asimismo, se ha realizado el acondicionamiento y la recuperación de la
imagen histórica de la Plaza de Segovia y la mejora de diferentes
calles de la villa en relación a sus orígenes castellanos. Paralelamente, se han construido nuevas
plazas,
fuentes y monumentos, y se han puesto en marcha proyectos de recuperación y reconstrucción de antiguos espacios
públicos,
ermitas, humilladeros, etc.
De este modo se ha conseguido conjugar lo
moderno con lo tradicional, la habitabilidad con el patrimonio, los espacios funcionales con la accesibilidad al
centro del
casco histórico, propiciando así la existencia de un
turismo de fin de
semana, el cual crea
puestos de trabajo en el sector hostelero y de restauración, promueve la existencia de mejores infraestructuras y
servicios, y genera riqueza para el municipio.
Pasear por el casco antiguo de Navalcarnero es encontrarse con su célebre pasado:
Plaza de San José, con su
fuente del mismo
nombre, asociada a los orígenes de la población.
Puerta del Sol, cruce de las calles más importantes y, junto con la plaza de Segovia, desde siempre, punto de
encuentro de los vecinos. Plaza de la
Cruz Verde, hoy llamada
Plaza del Mercado, donde se encuentra un
humilladero que conserva el antiguo nombre de este enclave.
Calle de Felipe IV, donde se encontraba la
Casa de la Cadena. Plaza de
Alonso de Arreo,
héroe comunero,
regidor y vecino de Navalcarnero que, en el año de 1590, acude a la llamada de la Comunidad y Tierra de Segovia a la que pertenece.
Testigos del ilustre pasado de Navalcarnero son los numerosos
blasones que aún hoy se reconocen en los dinteles de algunas
casas, pertenecientes en su día a hidalgos y caballeros.