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Mensajes de SORIA (Soria) enviados por Manuel de Soria:

A pesar de Yolanda, bien poco sabíamos de la niñas; es de suponer que tampoco ellas sabrían mucho más de nosotros. Sí teníamos conocimiento de su existencia, pues quién más, quién menos, teníamos hermanas, o vecinas, o primas como el afortunado de Juanillo, que no todo el mundo podía presumir de una prima de Madrid, con los ojos verdeazulados y el pelo castaño, tirando a rubio. Las niñas iban a colegios sólo para niñas –algunos de monjas-, y los niños a colegios sólo para niños –algunos de frailes-; ... (ver texto completo)
A cambio, Juanillo se hizo nuestro confidente: “Mi prima ha ido a los Zamoranos con mi madre, que va a comprarle una falda y una blusa”, nos contaba un día; o nos decía otro: “Ya le han encargado el vestido de la Primera Comunión”; hasta que un día nos dijo:”Mañana le van a hacer la foto para los recordatorios en el Vives”… Y al día siguiente pudo verse una multitud de chiquillos traspasando los confines del barrio hasta la puerta del estudio fotográfico. “Qué guapa va”, dijo el Bizco García. “Qué ... (ver texto completo)
Casi sin advertirlo, me encuentro absorto yo también reviviendo sensaciones remotas, como si hubiese dado un salto atrás en el tiempo. Aparece, de pronto, la imagen de otra niña de la misma edad, de ojos verdeazulados y pelo castaño, casi rubio. Se llamaba Yolanda y consiguió enamorar a todos los arrapiezos del barrio. Bueno, a todos menos a Arturo, Arturito. Vivía en Madrid, pero solía venir a pasar largas temporadas a casa de sus tíos. Tenía un primo, Juanillo, de su edad, de nuestra edad, algo ... (ver texto completo)
Me llama la atención que a estas horas aún no haya críos en la calle, en vacaciones y con buen tiempo. Quizá anoche vieron la televisión hasta muy tarde y todavía descansen en la cama. Puede, tal vez, que estén entretenidos en casa con juegos similares a los del crío de antes. Aunque pudiera ser que sus padres hayan cogido también las vacaciones y se encuentren de viaje. Pasa una niña, de siete u ocho años, que lleva una falda estampada y una blusita celeste, cogida de la mano de su madre. Tiene ... (ver texto completo)
Me cruzo con un chavalillo que camina ensimismado manipulando una maquinita electrónica, ajeno a todo cuanto le rodea. No se ha dado cuenta de que lleva sueltos los cordones de los zapatos y de que puede tropezar si se los pisa. Le interrumpo de su ocupación, tocándole ligeramente el hombro mientras le pregunto por el nombre del artilugio. Levanta la cabeza y, con la expresión todavía ausente, me mira sorprendido como a un bicho raro de otro planeta que acabase de aterrizar; apenas un instante después, enarca una ceja al mismo tiempo que, esbozando una mueca graciosa, me responde con suficiencia: game-boy. Sin tiempo para que le dé las gracias, se vuelve y reanuda la marcha, alejándose enfrascado en su juego de niños. ... (ver texto completo)
El sol va bastante alto cuando recorro con morosidad, deteniéndome a cada paso, en cada rincón, las calles que fueron el escenario de nuestra infancia. En este portal vivía Paquillo Pajero; en éste el bizco García y su hermano Lorenzo; aquí cayó, borracho, Federico el tuerto, después de tomar la última ronda en el Mandarria; en este solar hacíamos los hoyos para jugar a las bolas; en esa otra puerta nos sentábamos en verano a cambiar tebeos y cromos; en este trozo de acera dibujábamos un circuito ... (ver texto completo)
rebuscando entre el balasto de la vía, o desperdigadas por el terraplén del ferrocarril, se afanaban en recoger los fragmentos de carbón mal quemado y los que se habían desprendido de las máquinas de vapor, que luego vendían a los carboneros. Me resultaba extraña la vestimenta de aquellas mujerucas que cubrían sus cabezas con un pañolón para protegerse del frío, y defendían sus piernas de arañazos, rozaduras y miradas indiscretas embutidas en bastos y raídos pantalones, los primeros que vi vestir ... (ver texto completo)
A veces, el señor Florencio hacía portes a Pinares, y al regreso nos regalaba pizorras para que hiciéramos barquitos. Con la ayuda de una navajilla y un poco de habilidad y paciencia, los chicos del barrio armábamos una flota de canoas, barcas y carabelas preparada a entrar en acción en cuanto llegase la primera tormenta de verano o el hombre de la manga riega apareciese por la calle: “La manga riega que aquí no llega, si llegaría, me mojaría”. Si la cantinela no hacía efecto a la primera, el griterío ... (ver texto completo)
Uno de los vecinos, el señor Florencio, tenía un carro tirado por una mula, quizá uno de los últimos que se vieron por la ciudad. El carro tenía dos enormes ruedas, más altas que nosotros, con sus radios de madera y las llantas de hierro, y en los varales de los costados se amarraba un toldo de lona blanca que lo cubría en forma de arco, a semejanza de las carretas de las caravanas que veíamos en las películas camino del Oeste, con los alevosos indios siempre al acecho de hacerles un buen corte de ... (ver texto completo)
Este trato modesto, sencillo y llano entre los vecinos me parecía algo tan natural, por la costumbre, como la lluvia, en otoño, cuando iba a buscar setas con el abuelo, o la llegada de las cigüeñas en invierno. Con el paso del tiempo, sin embargo, comencé a comprender que del mismo modo que el clima cambia de unos lugares a otros dependiendo de factores geográficos, también las relaciones con las personas son diferentes, según las circunstancias, la época y el lugar. Fui conociendo, por lo que me ... (ver texto completo)
El nuestro era un barrio de modestos funcionarios y ferroviarios; de albañiles, empleados del comercio y amas de casa. La austeridad de entonces no permitía grandes diferencias económicas o sociales entre unos y otros vecinos; tampoco solía darse desigualdad en el trato, quizá debido a la honda raigambre democrática del pueblo castellano, donde, según el viejo aforismo, nadie es más que nadie… Trato revestido de dignidad en las expresiones cotidianas: “Me ha dicho la señora Julia que se va al pueblo ... (ver texto completo)
Ahora, muchos años más tarde, ni el tiempo ni la distancia me han hecho olvidar a aquellos hombres y mujeres; los primeros rostros conocidos, las primeras voces oídas, los primeros afectos fueron los suyos. Ellos forman parte, con sus defectos y virtudes, con sus bondades o malicias, del paisaje humano de mi primera memoria. Algunos ya han muerto, llevándose entre sus recuerdos fragmentos de nuestra pequeña historia. Con su desaparición, nunca sabremos cómo nos vieron, cómo nos recordaban, cosas ... (ver texto completo)
Memorias de Martín Pedraza (7)
El vecindario
Muchos de aquellos vecinos de mi barrio procedían de distintos rincones de la provincia. De Vildé, de Trébago o de Peroniel; de Barca o de Fuentecantos. Habían dejado sus pueblos para vivir y trabajar en la ciudad, en busca, sin duda, de una vida mejor. Pero a medida que la capital crecía al ritmo de esta inmigración interior, el campo fue despoblándose al mismo tiempo. Trajeron consigo sus nombres sonoros y antiguos, hoy raros, heredados de sus mayores ... (ver texto completo)
Me alegro, mariángeles, que te hayan gustado las historias que comentas. Siempre es agradable, y más cuando se es un simple aficionado a darle a la tecla. A continuación envío el siguiente capítulo.
Un saludo
Hay gente como tú, noble cigüeña,
que aquí tuvo su nido
y, por fortuna adversa,
su vuelo levantó y, ya sin señas,
en otras tierras vive en el olvido,
sin raíces, dispersa,
en su ausencia empapada por las penas
y sin savia natal ya por sus venas...
Oportunas poesías de Victoria sobre las cigüeñas. Generosidad que se agradece.
Un saludo.
Y unas letras más, entre celos, poder del macho, dependencia de la mujer...

"Porque yo me naje/ no sientas ni llores/ que ese es el pago compañera mía/ que damos los hombres”.
“De una costilla de Adán/ hizo Dios a la mujer/ para dejarle a los hombres/ ese hueso que roer”.
“Mira mis buenas partías,/ ando pidiendo limosna/ pa tenerte mantenía”.

O sea, lo de la mujer en casa con la pata quebrada. Pues algunas multiculturales todavía no se han enterado de la copla.
Con los botones de muestra anteriores bastaría, pero viene a cuento ampliarlos con otros.
En éstos se trata a la mujer con tonos que la aproximan a la prostitución y a la deshonra:
"El amor de la mujer/ es como el de la gallina,/ que en faltándole su gallo/ a cualquier otro se arrima".
O: "Muchachas del Molinete/ preparad bien los moñeros/ que viene la Méndez Núñez/ con 200 marineros".
Estas letras se comentan por sí solas.
Y en estas letras se trata a la mujer como mala que no se doblega:

"Una mujer fue la causa/ de mi perdición primera,/ no hay perdición en el mundo/ que por mujeres no venga".

"A los árboles blandeo,/ a un toro yo amanso,/ y a ti flamenca no 'pueo'".
Hoy, precisamente, leo un reportaje sobre una tesis de un doctor universitario que revela el sexismo y la discriminación de la mujer en las coplas flamencas desde el siglo XIX hasta hoy. Algunas letras son muy significativas sobre lo que comentábamos del lenguaje:
"La gachi que yo camelo, si otro me la camelara, sacara mi navajita y el pescuezo le cortara". (Se deduce que a ella.)
Otra: "Agujitas y alfileres, le clavaran a mi novia, cuando la llamo y no viene".
Y otra más: "En la esquinita te ... (ver texto completo)
Con los botones de muestra anteriores bastaría, pero viene a cuento ampliarlos con otros.
En éstos se trata a la mujer con tonos que la aproximan a la prostitución y a la deshonra:
"El amor de la mujer/ es como el de la gallina,/ que en faltándole su gallo/ a cualquier otro se arrima".
O: "Muchachas del Molinete/ preparad bien los moñeros/ que viene la Méndez Núñez/ con 200 marineros".
Estas letras se comentan por sí solas.
Todo lo comentado el otro día no quita ni un ápice al hecho de que han existido, y existen, muchas connotaciones machistas en nuestro lenguaje y no sólo no habrá que reforzarlas nunca más sino irlas dejando de lado. Pero sin caer en el absurdo, ni sacar las cosas de contexto. Es bueno que se haga una reflexión sobre ciertas expresiones que hay que desterrar, por lo que suponen de ninguneo o desprecio de la mujer, pero sin caer en el absurdo en que caen algunas, y también alguno, como las miembras ... (ver texto completo)
Hoy, precisamente, leo un reportaje sobre una tesis de un doctor universitario que revela el sexismo y la discriminación de la mujer en las coplas flamencas desde el siglo XIX hasta hoy. Algunas letras son muy significativas sobre lo que comentábamos del lenguaje:
"La gachi que yo camelo, si otro me la camelara, sacara mi navajita y el pescuezo le cortara". (Se deduce que a ella.)
Otra: "Agujitas y alfileres, le clavaran a mi novia, cuando la llamo y no viene".
Y otra más: "En la esquinita te ... (ver texto completo)
Ya ves, Félix, lo que ha dado de sí esta noche lo de la lengua de Cervantes. La mujer nos merece todo el respeto que se merece, y aún más, (y con hechos) aunque alguna despistada si lee al Celtíbero y a éste habrá juzgado equivocadamente. Lo que me parece mezquino es que se quiera imponer una forma de hablar absurda. Fíjate, si va uno y se obsesiona con esto y va al carnicero y le tiene que decir: ¿Tienes carne de cerdo o cerda? ¿De conejo o coneja? ¿O de pollo o p...? El fondo de respeto es lo que ... (ver texto completo)
Todo lo comentado el otro día no quita ni un ápice al hecho de que han existido, y existen, muchas connotaciones machistas en nuestro lenguaje y no sólo no habrá que reforzarlas nunca más sino irlas dejando de lado. Pero sin caer en el absurdo, ni sacar las cosas de contexto. Es bueno que se haga una reflexión sobre ciertas expresiones que hay que desterrar, por lo que suponen de ninguneo o desprecio de la mujer, pero sin caer en el absurdo en que caen algunas, y también alguno, como las miembras ... (ver texto completo)
Hoy se celebra la festividad de santa Cecilia, la patrona de la Música, "el arte de las musas" una de las bellas artes. No añadimos nada nuevo al afirmar que todo pueblo y toda cultura y en todos los tiempos ha tenido relación con la Música. El bueno de Machado supongo que rectificaría, al menos para sí, el concepto de los sorianos: "Atónitos palurdos sin bailes ni canciones." El borrón del poeta no empaña su bora, desde luego.
Un saludo, Deza.
Sí, en la guerra incivil sobraron los paseos. "Malditas sean todas las guerras y los canallas que las apoyan". (Julio Anguita).
Poco queda ya de aquella Soria medieval. Construcciones ramplonas y sin personalidad, hijas de la vulgaridad, la chapucería, el afán especulativo y el mal gusto, se han enquistado en su casco antiguo degradándolo, poco a poco, hasta convertirlo en un amasijo de casas vetustas y ruinas nuevas que lo harían irreconocible para los que nos precedieron sólo dos o tres generaciones atrás. Sería de justicia, para conocimiento de propios y extraños, de los presentes y de quienes nos sucedan, hacer honor ... (ver texto completo)
El presente me devuelve a un espacio que es, pero que, al mismo tiempo ya no es. Muchas de las tiendas que conocimos cerraron sus puertas para siempre, pero sus nombres y su recuerdo nos acompañan. Son nombres que enmarcaron una época ya ida y que nos pertenecen, tanto como en su día pertenecieron a sus antiguos dueños, porque han pasado a formar parte del patrimonio sentimental de los sorianos y de nuestra memoria colectiva. Aquí estaba la pescadería del Magín, y poco más allá la del Irigoyen, que ... (ver texto completo)
Paso junto a la misma Plaza de Herradores, desierta a estas horas tempranas. Vuelven a mi memoria tiendas y comercios que el tiempo y la distancia me habían hecho casi olvidar: la droguería Patria, la cacharrería que había al lado, en el rincón de la plaza, la tienda de coloniales Jiménez Benito, Vicén Vila, la barbería de los Cascante, la ferretería Almacenes Claudio Alcalde, esquina al Collado, el bar la Oficina, allá arriba, ya fuera de la plaza… Esta memoria que trae al presente sensaciones renovadas, ... (ver texto completo)
Enfrascado en estas cavilaciones abandono el frescor de los árboles y me adentro en la ciudad vieja, o lo que queda de ella. Pienso en los sucesivos estratos de generaciones que han ido formando la amalgama que se ofrece a nuestros ojos. Con el paso de los años, las ciudades acaban pareciéndose muy poco a sí mismas. Salvo algunos monumentos que permanecen como testigos del pasado, todo va cambiando. Aquel cine de nuestros domingos de invierno se ha transformado en un edificio de oficinas, y el lugar ... (ver texto completo)
Tan sólo unas décadas atrás, los viejos olmos conservaban aún la frondosidad, con el mismo vigor que gozaba nuestra hermosa lengua castellana. Todavía podía oírse por estas tierras que la nieve se regalaba, que los chavales se esbaraban por ella, cuando no estaban arrecidos por el frío; que los zurdos tiraban los cantos con la cucha y algunos a sobaquillo a riesgo de abrirle a alguien una piquera; que a más de uno lo desmorritaron por ponerse farruco o que atrochando se llegaba antes al chozo de ... (ver texto completo)
Aquellos olmos centenarios que nos arrebató la grafiosis son la metáfora de un pasado ya ido. Esta tierra nuestra tiene grafiosis en el alma, que es la enfermedad de los pueblos desaparecidos, de la emigración y del abandono. Se nos murieron los olmos, como fuimos perdiendo costumbres centenarias, juegos populares, olvidando tradiciones y un rico acervo de palabras cabales y precisas que expresaban fielmente lo que debían expresar en boca del pastor, del campesino o del dependiente de ultramarinos. ... (ver texto completo)
Memorias de Martín Pedraza (6)

De vuelta a la tierra

Me gusta pasear la ciudad al rayar el alba, con la fresca. A estas horas tempranas, cuando las calles permanecen silenciosas y solitarias. Con las primeras luces quiero sentir que la ciudad me pertenece; no deseo compartirla con nadie, ni que nada perturbe mis pensamientos, en un intento vano de retener el presente, en un ilusorio afán de aprehender el pasado.

Quiero recorrer las calles de mi infancia, los lugares por los que transcurrieron ... (ver texto completo)
Muchas gracias Manuel el lunes la llamare por telefono. Gracias por tu ayuda
Para lo que gustes, Choni. Es un placer ayudar cuando se puede. Contrasté con mi familia que vive allí los datos que te ofrecí y son ciertos. El segundo apellido comienza por Br... ¿no es así?
Un saludo.
Ya que se me ha calentado la tecla. En esta Andalucía que algunos y algunas (a lo mejor están más guapas con el velo o el burka) quisieran Al-Ándalus, parece que hay interés en potenciar todo lo que huela a árabe o musulmán. En algunos institutos -con la que está cayendo- se da por las tardes como complementaria -y a expensas de los fondos públicos- el árabe, para que los niños de allá -o de Alá- no pierdan etc... Cuando lo que urge es que si quieren vivir en España los esfuerzos educativos y económicos ... (ver texto completo)
Ya ves, Félix, lo que ha dado de sí esta noche lo de la lengua de Cervantes. La mujer nos merece todo el respeto que se merece, y aún más, (y con hechos) aunque alguna despistada si lee al Celtíbero y a éste habrá juzgado equivocadamente. Lo que me parece mezquino es que se quiera imponer una forma de hablar absurda. Fíjate, si va uno y se obsesiona con esto y va al carnicero y le tiene que decir: ¿Tienes carne de cerdo o cerda? ¿De conejo o coneja? ¿O de pollo o p...? El fondo de respeto es lo que ... (ver texto completo)
¡Pobre lengua de Cervantes! Entre los mensajes de los móviles, los periféricos, cómo va eso de la ESO, y los políticos y su iletrada corrección política, no te digo. Para muestra, un pequeño resumen, para conocimiento de propios y extraños, de esta Orden (15 de mayo de 2006) de la Consejería de Educación -sí de Educación- de la Junta de Andalucía en la que se regulan medidas del Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres en Educación -sí, en Educación-: Se dice que los datos habrá que desagregarlos ... (ver texto completo)
O sea, dicho en castellano (ya antiguo, a este paso y según los de Educación -sí Educación- de la Junta) que al que se le ocurra decir, por ejemplo, -y no digo ya escribir, que lo escrito, escrito queda- " A ver, niños, apuntadme en un papel el nombre de vuestros padres", le puede caer lo que no está escrito, y con todas las de la ley, por machista, sexista, retrógrado (o retrógrada) reaccionario (o reaccionaria), maltratador (en potencia, se supone) y, por supuesto, deseducador (o deseducadora) de los niños y niñas, jóvenes y jóvenas, futuros responsables y futuras responsablas de este nuestro país, al que algunos nombran como España. (O Ex-paña). Para que luego digan que Cervantes y Calderón y Lope de Vega no eran unos retrógrados machistas. ¿O no? ... (ver texto completo)
¡Pobre lengua de Cervantes! Entre los mensajes de los móviles, los periféricos, cómo va eso de la ESO, y los políticos y su iletrada corrección política, no te digo. Para muestra, un pequeño resumen, para conocimiento de propios y extraños, de esta Orden (15 de mayo de 2006) de la Consejería de Educación -sí de Educación- de la Junta de Andalucía en la que se regulan medidas del Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres en Educación -sí, en Educación-: Se dice que los datos habrá que desagregarlos ... (ver texto completo)
Vamos a tener que hablar del Numancia, amigo Félix. Parece que nuestros paisanos no conocen este foro, o no quieren "mojarse". Habrá que polemizar, como hace D. Fernando, a ver si la gente se pica, pero ni por esas. ¿Qué echarán hoy en la tele?
Si digo que es una gozada leerte y el ingenio que te gastas, más de uno dirá que claro, como son amigos...
Un saludo.
Recuerdo la dicción perfecta de Dicenta cuando narra con su magnífica voz el disco de "Pedro y el Lobo" de Prokofiev en una edición de vinilo irrepetible que oía en la casa paterna.
Sí más de un vino cayó -acompañado de cacahuetes, banderilla de pepinillo o trozo de bacalao seco- en la república por antonomasia de la "bebienda", el Lázaro, la taberna con más solera de Soria.
Un abrazo.
Yo estudie desde 1º de E. G. B. hasta 5, recuerdo q había un profesor q se llamaba D. Alejandro. Tengo q deciros q como la gente de Soria no la hay en ningún sitio. Mi madre con 8 hijos como tiene, siempre recuerda q cuando llego a Soria le ayudaron muchisimo. Sobre todo la directora del Colegio, creo q se llamaba D. Concha.,
Gracias por contestar
Buenos días, Choni. Aunque vivo a muchos kilómetros de distancia de Soria, de donde salí hace años, me he interesado por tu petición. Acabo de hablar por teléfono con un amigo y creo que puedo ampliarte datos. La Maria del Carmen de que hablas si, como afirmas, tuvo el bar La Carreta y su apellido es González, trabaja en Soria en Hacienda. Lo demás queda de tu parte. Espero haberte sido de ayuda.
Ah, y visita Soria en cuanto puedas, allí te has de encontrar en la gloria. Ya lo dice el conocido ... (ver texto completo)
Buena memoria, ¡vive Dios! Guerrero Zamora estaba de un cabreo todo el día -peor que el Guerrero del Antifaz- entre la "fiesta" que le montamos bien temprano y la de veces que se equivocó Manuel Dicenta. Efectivamente, un gitano, como muy bien apunta Félix, tuvo la ocurrencia de coger, a saber de dónde, un palo perfectamente serrado, con sus cuatro caras y aristas perfectas -qué sabría el pobre de fuenteovejunas, calderones ni memorias históricas, casi como los bachilleres de ahora- y se llevó una ... (ver texto completo)
hola a todos, me llamo choni repullo tapia, tengo 42 años y estudie en el colegio público san juan yagüe, vivi en los pisos de cinca mi etapa en soria fue la mejor de mi niñez, pero por motivos de trabajo de mi padre nos trasladamos a talavera de la reina, me encantaria encontrar amigas q tuve cuando estudiaba allí. como nuria, mari carmen (q tenia un bar llamado la carreta) espero q me podais ayudar besos
Bienvenida Choni. Por tu edad, cuando estudiaste en el colegio de la barriada -como la conocemos en Soria- daban clase D. Fernando Menéndez Riosalido, buen maestro y mejor persona, que todavía se mantiene bien a sus noventa ya cumplidos, D. Jesús y su mujer ¿Julia? -ya ancianos entonces- D. Alejandro... El bar la Carreta lo tuvo Jesús, que ahora tiene El Abeto -se come muy bien y barato- y no sé si sería entonces el dueño. ¿Sabes que Abel Antón, nuestro olímpico, creo que por entonces era alumno ... (ver texto completo)
No es por chauvinismo barato, pero al igual que todo buen musulmán ha de ir una vezs en su vida a la Meca, todo español que se precie -se admiten también extranjeros- deberá visitar Soria, al menos una vez en su vida. Si ya lo dice Gabinete Galigari: Allí me encuentro en la gloria, que no sentí jamás... y esos torreznillos, ¡madre!
¿Paris? Soria bien vale una misa.
Anécdota forera.
Corría el año 1970, si mal no recuerdo, y en la histórica Calatañazor se rodó Fuenteovejuna, dirigida por Juan Guerrero Zamora e interpretada entre otros -los conocidos "extras" y buenos actores, Manuel de Soria, Félix y algunos más desocupados estudiantes- por Nuria Torray y Manuel Dicenta. Se acercaban los sanjuanes y, por ende, las ganas de juerga. El director Guerrero Zamora, encaramado en su plataforma dice muy serio: "Ahora, pongan agresividad en sus rostros al tiempo que ... (ver texto completo)
Buenas tardes, amigo Félix. Lo creía a usted por otras latitudes y ausente, por tanto, de estos foros. Aquí estamos, con los problemas informáticos solucionados. A ver si animamos el foro de nuestra patria chica. Ya se sabe, "nunca la gente de Soria hizo ruido en los foros", parodiando al alto llano numantino. Sin embargo, quién iba a decírnoslo a la gente futbolera en nuestra juventud, los que vestimos incluso la zamarra rojilla, métete en foros tipo "Marca" que hablen del Numancia, que si no pasó ... (ver texto completo)
Después, cuando se reanuda el viaje, me dedico a contemplar a través de la ventanilla el paisaje de mi tierra. Puedo hacerlo tranquilo, seguro de que nadie distraerá mi atención. Ningún lugareño tendrá ocasión de invitarnos a probar - ¿ustedes gustan?- las viandas de su fiambrera –un trozo de chorizo, un torrezno, una rodaja de salchichón- ni el sencillo aldeano podrá ofrecernos la sobada bota de vino tinto. Perdida la espontaneidad (son tantas las veces que han tenido que soportar la falacia de ... (ver texto completo)
Ambrona, Miño, Radona, Adradas… Tierra callada de llanos y colinas donde pacen rebaños de ovejas; desvencijadas estaciones, silenciosas y solitarias, cuando no hundidas, sobre las que todavía planea el fantasma de la emigración; pequeños pueblos apiñados en torno a la iglesia; campos de cereal y de barbecho, hileras de chopos que festonean de verdor algún humilde regato… ¡Hermosa tierra! Coscurita y su silo, donde la muerte del Valladolid-Ariza deshizo el nudo ferroviario, Almazán, prosperidad y ... (ver texto completo)
En las escasas ocasiones que he tenido de regresar a la tierra en ferrocarril, por la única línea que aún resiste al cierre, no puedo evitar sentimientos contradictorios y que aflore la nostalgia en cuanto atravieso el túnel de Horna y llego a Torralba. A la alegría del regreso añado briznas de melancolía al ver la estación solitaria, cuando tan sólo hace unas décadas bullía de viajeros que se afanaban en acarrear bultos hasta la cantina, es espera de hacer el cambio de tren. Cantina de la estación, ... (ver texto completo)
Después, cuando se reanuda el viaje, me dedico a contemplar a través de la ventanilla el paisaje de mi tierra. Puedo hacerlo tranquilo, seguro de que nadie distraerá mi atención. Ningún lugareño tendrá ocasión de invitarnos a probar - ¿ustedes gustan?- las viandas de su fiambrera –un trozo de chorizo, un torrezno, una rodaja de salchichón- ni el sencillo aldeano podrá ofrecernos la sobada bota de vino tinto. Perdida la espontaneidad (son tantas las veces que han tenido que soportar la falacia de ... (ver texto completo)
En las escasas ocasiones que he tenido de regresar a la tierra en ferrocarril, por la única línea que aún resiste al cierre, no puedo evitar sentimientos contradictorios y que aflore la nostalgia en cuanto atravieso el túnel de Horna y llego a Torralba. A la alegría del regreso añado briznas de melancolía al ver la estación solitaria, cuando tan sólo hace unas décadas bullía de viajeros que se afanaban en acarrear bultos hasta la cantina, es espera de hacer el cambio de tren. Cantina de la estación, ... (ver texto completo)
Ya no puedo recordar el rostro de Benitillo, un pedigüeño mochales a quien más de un guasón picaba ofreciéndole un duro a cambio de que lanzase vivas a Franco. Terminar la oferta y arrancarse el buen hombre con una sarta de imprecaciones contra el dictador, era todo uno, para regocijo del bromista y del corrillo de curiosos atraídos por el ruido de las voces. También se han borrado de mi memoria las facciones de la Manquilla, apodo por el que se la conocía por culpa de sus deformados brazos convertidos ... (ver texto completo)
El Cañuelo y la Central me arrastran inevitablemente a los días de la infancia, cuando la provincia todavía era encrucijada ferroviaria de las líneas que la cruzaban de norte a sur y de este a oeste: Soria-Castejón; Torralba-Soria; Calatayud-Cidad Dosante; Valladolid-Ariza… La ciudad chiquita, apenas dieciocho mil almas la habitaban, vivía cercana al ferrocarril. Y tan cercana que la desaparecida estación de San Francisco se asomaba a sus mismas puertas, o más bien estaba dentro de ella. Disimulada ... (ver texto completo)
Ahora que han pasado tantos años, y desde la tierras lejanas del exilio, recuerdo algunos de aquellos nombres que permanecen grabados en la memoria. Son nombres de personas, de lugares, de rincones de mi ciudad o de tiendas que, o han desaparecido, o ya no son lo que fueron. Pienso que recordar aquello y a aquellos que contribuyeron a hacernos como somos es una forma de gratitud y quizá de justicia. Cualquier tiempo y cualquier medio son buenos para rescatar del olvido a quienes nos entregaron la ... (ver texto completo)
Ya no puedo recordar el rostro de Benitillo, un pedigüeño mochales a quien más de un guasón picaba ofreciéndole un duro a cambio de que lanzase vivas a Franco. Terminar la oferta y arrancarse el buen hombre con una sarta de imprecaciones contra el dictador, era todo uno, para regocijo del bromista y del corrillo de curiosos atraídos por el ruido de las voces. También se han borrado de mi memoria las facciones de la Manquilla, apodo por el que se la conocía por culpa de sus deformados brazos convertidos en muñones. Solía acercarse a la Claustrilla para pedir limosna a los viajeros que montaban en la Central, el autobús que bajaba a la estación de Cañuelo. Quizá nadie recuerde su nombre de pila ni el mes y año que nos abandonó. También nos dejo el señor Demetrio, el conductor de aquel cacharro, un viejo Chevrolet, creo, al que no sé por qué le llamábamos la Central, atestado siempre de maletas y viajeros cuando el ferrocarril todavía era una realidad viva y pujante en nuestra provincia. No volví a saber de Daniel, el cobrador, ni de aquel señor, Velilla creo que le decían, que vendía periódicos y revistas en la librería del vestíbulo de la estación y que, al terminar la jornada, regresaba a la ciudad en su vieja bicicleta. ... (ver texto completo)
Desde aquella ocasión, cada vez que se cruzaban por la calle el abuelo y Eliseo, éste soltaba una mano de la manivela del cochecito de ruedas y la levantaba en señal de saludo, acompañando el gesto con un adiós, señor Paco. El abuelo sonreía explicándome que era la única persona que lo llamaba así, pues todo el mundo le decía Francisco. También me contó otra vez, tiempo después, que su nombre legal, el que figuraba en los papeles no era ése, sino José, y que todo se debía a una cabezonada de su padre, ... (ver texto completo)
Ahora que han pasado tantos años, y desde la tierras lejanas del exilio, recuerdo algunos de aquellos nombres que permanecen grabados en la memoria. Son nombres de personas, de lugares, de rincones de mi ciudad o de tiendas que, o han desaparecido, o ya no son lo que fueron. Pienso que recordar aquello y a aquellos que contribuyeron a hacernos como somos es una forma de gratitud y quizá de justicia. Cualquier tiempo y cualquier medio son buenos para rescatar del olvido a quienes nos entregaron la ... (ver texto completo)
Eliseo tenía una frente amplia, desmesurada, renegrida por las muchas horas pasadas bajo el sol castellano; y sacaba su mal carácter, lo que sucedía a menudo, cuando algún guasón lo los gamberros de turno le mentaban la cabeza para cabrearlo: “coño, Eliseo, si no es por la cabeza no te veo”. Recuerdo, porque me lo contaron varias veces, que aquel día iba jurando en hebreo, en arameo y en sánscrito –políglota el hombre, en esto de los tacos-, acordándose de todos los antepasados, próximos y remotos, ... (ver texto completo)
Desde aquella ocasión, cada vez que se cruzaban por la calle el abuelo y Eliseo, éste soltaba una mano de la manivela del cochecito de ruedas y la levantaba en señal de saludo, acompañando el gesto con un adiós, señor Paco. El abuelo sonreía explicándome que era la única persona que lo llamaba así, pues todo el mundo le decía Francisco. También me contó otra vez, tiempo después, que su nombre legal, el que figuraba en los papeles no era ése, sino José, y que todo se debía a una cabezonada de su padre, ... (ver texto completo)