Esta pedanía cuenta con yacimientos arqueológicos que indican un primer poblamiento, cuanto menos retrotraible a época argárica, aunque es ya a partir de la presencia
romana en toda la Península Ibérica cuando en la localidad proliferan las villas
romanas, aprovechando la riqueza en
agua de esta
tierra y sus recursos agrícolas. No es casualidad que algunas de las villas romanas catalogadas en
Fuente Librilla estén situadas en la zona en la que en esta época
antigua abundan los manantiales y las
fuentes, de ahí su inequívoco nombre, Fuente Librilla.