Las primeras referencias escritas que tenemos, relativas a nuestro
pueblo, son de la Edad Media,
siglos XII y XIII y siempre en relación con
Alcalá de
Henares, por lo tanto podemos atestiguar que en 1135 - aunque probablemente fuera antes- el
municipio de
Olmeda estaba constituido como tal, integrado en el
territorio de Alcalá, pero tenemos referencias de
restos constructivos, cerámicos y de industria lítica, muy cercanos a la ubicación actual del pueblo, de la Edad del
Bronce (1.700 a. c.).
A lo largo del
siglo XVI, se adquiere la categoría de
villa por parte de muchas aldeas de la tierra de Alcalá, y lo que esto conlleva; la exención respecto al consejo complutense. Para Olmeda este hecho tiene lugar en el año 1564. De esta manera, por privilegio real fechado el 22 de agosto de 1564, Olmeda se convertía en un pueblo autónomo de la jurisdicción alcalaína.
En 1576, Baltasar Lomelín adquiere la jurisdicción,
señorío y vasallaje de la misma, a cambio de 2.385.090 maravedís, pagados a Juan
Fernández de Espinosa, tesorero del rey y miembro de su Consejo de Hacienda. Comenzaba de este modo el paso de Olmeda por las manos de diferentes señores.
En 1593 serán vendidas las alcabalas de la villa de la Olmeda, junto a las de otros
pueblos, a Don
Pedro de Franqueza, Conde de Villalonga, miembro del consejo de Estado del Rey y del Tribunal de la
Santa Inquisición.
Durante alrededor de un siglo, Olmeda contará con su propia jurisdicción, concretamente hasta 1683, cuando los
vecinos no pudiendo hacer frente a los problemas económicos optarán por venderla nuevamente a Fernando
Antonio de Loyola recibirá del rey el título de
marqués de la Olmeda, título vitalicio que no pasará al siguiente comprador.
D.
Juan de Goyeneche compra el señorío de la villa de la Olmeda de la Cebolla en 1714. Establecerá en Olmeda su primera industria, creada, principalmente, para abastecer a las tropas reales de artículos textiles de muy buena calidad. Esta actividad constituyó un momento de gran esplendor en la
historia del pueblo, tanto económica como demográficamente, se calcula que mientras permaneció esta industria a pleno rendimiento, la
población de la villa estaba en
torno a los 800
habitantes. Tras este el municipio pasa a manos de descendientes y hermanos.
Si Juan de Goyeneche fue un personaje importante para la historia del pueblo, también lo fue, sin duda Pedro Páez Xaramillo, misionero jesuita y primer europeo en alcanzar las
fuentes del Nilo Azul en 1618.
A partir de 1953 se desarrollan las gestiones para el cambio de
nombre de Olmeda de la cebolla a
Olmeda de las Fuentes. De esta manera el 29 de septiembre de este mismo año se fecha el expediente promovido para la sustitución.
Olmeda ha estado siempre un lugar abierto a las corrientes culturales; sobre todo en este siglo XX, con la llegada al lugar de un
grupo de pintores, con Álvaro Delgado a la
cabeza. Se instalan en el pueblo en torno a los años 60; conscientes de la particularidad y lo pintoresco del lugar.