El actual término
municipal de
Liérganes está constituido por la anexión de tres
pueblos, el propio Liérganes,
Pámanes y Los
Prados, anexión que se produjo en 1813 y que permanece hasta hoy. Liérganes y Pámanes a su vez están divididos en numerosos
barrios; al primero pertenecen las Cabeceras,
Calgar, La Costera,
Mercadillo, La
Rañada,
Rubalcaba Sotorrío y La Vega; al
segundo, Somarriba, La
Herrán, Tarriba y Bucarrero, por citar solamente algunos de aquellos cuyos antecedentes históricos alcanzan al menos, hasta mediados del
siglo XIX.
En sus nobles
calles, Liérganes guarda el recuerdo de hombres ilustres, artistas y caminantes, que han encontrado en esta
villa un remanso de paz propio de uno de los pueblos más bellos de
España.
Los primeros datos que se tienen sobre la existencia del
pueblo se remiten al año 816, en que se alude al
Monasterio de
San Martín de Liérganes en una escritura de
Santa María del
Puerto (
Santoña), a propósito de la donación que el
Conde Gundesindo otorgó al Monasterio de Fístoles.
Liérganes se configuró en el libro de las Merindades de Castilla (1351) como lugar de behetría, según el cual, los labradores que allí habitaban escogían su propio señor y pagaban los tributos en especies.
Durante el
siglo XVI, Liérganes debía ser una pequeña población sin una tierra apta para el cultivo de trigo, pero a principios del XVII se introdujo el cultivo del maíz, modificando los usos y
costumbres agrícolas del lugar y permitiendo cierta prosperidad.
La riqueza llegó a la villa de la mano de Juan Curtius, el artífice de las fundiciones que en 1617 se encontraba dirigiendo su
fábrica de cañones. Fue la primera Fábrica de
Artillería, municiones y piezas de hierro colado
conocida en España.
En época más reciente, alcanzó fama su
balneario, establecido sobre las
aguas sulfurosas de la
Fuente Santa. Además se desarrolló un cinturón de
hoteles, fondas, cafés,
casino y
teatro que brindaron vida social a los numerosos bañistas que acudían al balneario, así como a la población autóctona.
LIERGANES: l. en la prov. y dióc. de
Santander (3 leg.), part. jud. de Entrambas-aguas (1 1/2), aud. terr. y c. g. de
Burgos (29); es cab. del ayunt. de su mismo
nombre compuesto además de los pueblos de Pamanes y los Prados. Está SIT. en una cañada a orillas del r.
Miera; su CLIMA es templado y húmedo; sus enfermedades más comunes son fiebres gástricas, tifoideas y catarros crónicos. Tiene sobren 210
CASAS distribuidas en los barrios de las Cabeceras, Calgar, la Costera, Mercadillo, la Bañada, Rubalcaba, Sotorrio y la Vega, la en que se verifican las sesiones de ayunt.;
escuela de primeras letras dotada con 1,500 rs., a que asisten de 60 a 70
niños; igl. parr. (
San Pedro Advíncula) servida por 3 curas 2 presbíteros, 1 ayuda de parr. en el
barrio de Rubalcaba; otra igl. (
San Sebastián) en que está el
reloj, y rara vez se celebra; 3
ermitas (Ntra. Sra. de la
Blanca,
Cristo del Humilladero y San Martin); y buenas aguas potables. Hay una fuente
mineral llamada Fuente Santa, cuyas sulfurosas aguas, temadas en baño, son muy apropósito para curar las enfermedades cutáneas, y bebidas para todo género de dolencias de estómago, acreditando la experiencia dé los últimos tiempos, que no son menos específicas para curar el mal de retención de orina; aunque no se ha practicado el análisis facultativo de ellas, sus virtudes ha inducido a los naturales a construir una
casa de baños con algunas
pilas, a donde concurre bastante
gente de la cap. de prov. y pueblos comarcanos, durante la temporada de
verano. Las derruidas fáb. de artillería que se ven al E. del pueblo y márg. izq. del r., dan a conocer la
mayor importancia que en tiempos no muy remotos tendría Lierganes; hoy no quedan más que restos de bastos y bien construidos
edificios, y una
ermita llamada de San Andrés, en completo abandono; notable por las grandes
columnas de hierro colado de una pieza, que adornan su
fachada. Confina el TÉRM. N.
Hermosa; E. Rucandio; S. Miera, y O.
Llanos. El TERRENO es de mediana calidad, arenoso y ennegrecido con restos orgánicos del reino vegetal y le fertilizan las aguas del Miera. Los
montes están cubiertos de roble, acebo y otros arbustos. Cuenta, algunas alamedas de corpulentos y elevados
arboles; 3 deh. (Busampiro, Campolaespina y Bustantun); varios prados naturales, y ricas canteras de
piedra de grano, y de losa muy compacta que se deja no obstante deshojar con facilidad, por lo que se hace de ella mucho uso en Santander, ya para piso de cocinas, ya para
balcones y almacenes,
CAMINOS: los de pueblo a pueblo, todos en mal estado: recíbela CORRESPONDENCIA de Santander por balijero dos veces a la semana. PROD.: maíz, vino, chacolí, patatas, alubias, buen cáñamo y algún lino; cría
ganado vacuno y caballar;
caza de liebres, perdices y sordas, y
pesca de truchas y anguilas. IND.: 8
molinos harineros, varias
fraguas herrerías,
tiendas de comestibles, telas y paños y algunas
panaderías: sus naturales, muy dados a los oficios de carpintería, albañilería, cantería y
herrería, salen fuera del país la mayor parte del año a trabajar en sus oficios, señaladamente los últimos que en número de 50 o más establecen sus fraguas por la prov. de
León. Tiene privilegio de celebrar una
feria anual en el mes de febrero, la que solo existe en el nombre; verificándose solo un
mercado semanal, provisto de art. de primera necesidad. POBL.: de todo el ayunt. 327 vec, 1,665 alm. CAP. PROD. é IMP.: (V. el art. de part. jud.) CONTR.: 13,389 rs. 12 mrs. El PRESUPUESTO MUNICIPAL asciende a 9,500 rs cubiertos del fondo de arbitrios, y el déficit por reparto entre los vec.
Este pueblo vio nacer en su seno el primero de febrero de 1660, cuya part. existe en la igl. parr., al famoso
Francisco de la Vega Casar, tan conocido bajó la denominación del
hombre pez, de cuya casa paterna existen aún los cimientos y vestigios, y cuyas exequias fúnebres, después de la segunda desaparición, celebró en primero de diciembre de 1775, constando en esta partida el Francisco con la misma denominación (V. el padre Feijoo en sus cartas críticas.)
* Diccionario geográfico - estadístico - histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz.
Madrid, 1845.