Mensajes de ALDEANUEVA DE FIGUEROA (Salamanca) enviados por Tomas Morales:

SE VENDE FINCA.

Se vende finca de labor en Aldeanueva de Figueroa (Salamanca), a 23 klms de la capital, por la Carretera de Toro, de casi 5 hectáreas, en el Camino de la Reguera, junto al pueblo y a la carretera. Con pozo (en estos momentos sin uso).
Actualmente de secano pero un tiempo (cuando mi padre vivía) estuvo de regadío (remolacha, girasol y/o alfalfa)

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Precio: 46.000 euros

Ubicación catastral: El Horno, Polígono 8 (508) Número 10
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Tengo el remordimiento de conciencia siempre a flor de piel por no haber grabado todas las peripecias de mi padre durante la guerra.
Desde el 18 de Julio del 36 hasta el 1 de Abril del 39.
Casi tres años con el fusil en la mano, menos por la noche, en que hacía “trabajos especiales”, es decir, era un “hijo de la noche”, un espía voluntario que se acercaba a las trincheras enemigas o entraba en algún pueblo, siempre buscando información sobre “los rojos”.
También, tras las refriegas bélicas, se ... (ver texto completo)
Si en mi pueblo, ALDEANUEVA DE FIGUEROA, hubiera estado de alcalde el anterior, el “tío Viruta”, también la falange habría hecho de las suyas.
Pero se encontró con el “tío Antonio, el carnicero” que, cuando la falange llegaba al pueblo, los saludaba, al tiempo que les espetaba “yo también tengo pistola” y los sacaba a las afueras del pueblo, para que se fueran por donde habían venido.

Es real esta historia.
El “tío Nicomedes, el sastre” (padre del “tío Rosendo, el sastre, y abuelo de Vicente ... (ver texto completo)
¿Cuántos republicanos, generalmente armuñeses, hay allí enterrados?, ¿cientos, como dicen algunos?, ¿miles, como dicen otros?

Diego (Martín) Veloz (Diego Veloz – como se le conocía, o “Martinillo”, por su estatura, de ascendencia española, aunque nacido en Cuba, moriría en su domicilio de la Cll/ Gran Capitán, Salamanca, en 1.938, tras haberse alistado en el ejército y haber estado luchando en Cuba, tratando de impedir su independencia.
Logró numerosas condecoraciones en el ejército (mi madre ... (ver texto completo)
LEYENDAS URBANAS DE MI PUEBLO.

1.- Cuentan que, antiguamente, el velatorio del muerto se hacía en el cementerio, junto a la sepultura en que, al amanecer, sería enterrado.
Estando varios varones velándolo, y sintiendo hambre, decidieron salir del cementerio para robar (¿) uvas en un majuelo cercano.
Al que se quedó velándolo (no era, ni moral ni socialmente, correcto dejar sólo al cadáver) se le ocurrió la manera de darle una broma a los improvisados ladrones (¿), así que, ni corto ni perezoso, ... (ver texto completo)
EL HAMBRE.

Los años de la postguerra no sólo fueron años de miedo y de persecución de republicanos, también fueron años de hambre, de mucha hambre.
Mi padre, que había vivido/sufrido la guerra desde el 18 de Julio del 36 hasta el 1 de Abril del 39, “el día y el año de la victoria, en aquellas largas caminatas, en el acarreo, me contaba historia de los “maquis”, la guerrilla o Resistencia Española que, por la noche bajaban al pueblo desde su escondite en el monte a pedir o a aprovisionarse de ... (ver texto completo)
LOS CURAS DE MI PUEBLO.

Como nací en el 44 han sido varios los curas que he conocido, naturalmente todos ellos en y con el nacional-catolicismo y la interpretación de nuestra guerra “incivil” como una Cruzada contra el marxismo-ateísmo-comunismo, y todos, en la misa rezando “pro duce nostro Francisco”, el salvador de España de las garras enemigas y que era el que, luego, pagaba, eximía de impuestos, de sumisión a la justicia ordinaria, exención del servicio militar,… auténticos guardianes celosos ... (ver texto completo)
Se venden 700 metros cuadrados en el centro del pueblo, en la Cortina de las Alambres. Contactar con Tomás (Sito) en el 678077367
Vivo en Màlaga. Cll/ camino del Pato 21 - bloque 2 - tercero - B. 29004 Málaga.
Quizá cuelgue en el foro más recuerdos que, poco a poco, van llegando a mi mente.
Un saludo.
Tomás
Lo que he expuesto en estos posts son la biografía de tantos y tantos que ahora rondan los setenta y para arriba.
Era un esfuerzo físico, sobre todo para los que no estábamos zurrados en las tareas del campo.
Cuando veo, ahora, a los labradores, con el volante en sus maquinarias, la nevera al lado, la música ambiente, sin pasar frío ni calor, cómo aran, siembran, abonan, cosechan, empacan, cómo suben las alpacas,...
No añoro aquellos tiempos, sólo los recuerdo
RECUERDO el “poner en cerro”.
Para mí lo más difícil o imposible.
Tras haber arado la tierra con vertedera o con dos yuntas de bueyes tirando de la máquina vertedera, que profundizaba mucho más y sacaba arriba el barro.
Como la tierra quedaba llana o plana, con el arado romano, con sus orejeros/orejeras, había que hacer los cerros. Naturalmente rectos. El peor era el primero, porque no tenías referencia alguna.
Si había quedado con muchos terrones era necesario pasar la rastra, ligera si era ... (ver texto completo)
RECUERDO EL HORNO.

Aunque existía una panadería en el pueblo que (cosa curiosa) cuando ibas a buscar un pan no pagabas al contado sino que se llevaba un palo cuadrado, con un sello de la panadería, y cada pan que te daban le hacían, con el cuchillo, una muesca al palo. Al final, tantas muescas, tantos panes (a nadie se le ocurriría hacer más muescas de la cuenta, a no ser al panadero)

Pero en mi casa se amasaba cada semana, los viernes.
Así que el jueves por la tarde preguntaba entre los vecinos ... (ver texto completo)
El marranero, el cabrero, el borriquero, el boyero, el barbero/peluquero, el pastor, el esquilador (de ovejas y de burros), el capador, el herrador, el herrero, el molinero… eran puestos laborales que siempre estaban cubiertos y, para comer, daban.

En mi casa había cuatro cerdos de cría que, todos los días, los llevábamos al camino e iban, con el marranero, al campo; dos bueyes armuñeses y dos vacas (para trabajar, para parir y para dar leche) y que tenían (en la temporada de pastos) la Huerta ... (ver texto completo)
RECUERDO

Recuerdo aquellos años, pero no con nostalgia. Ésta siempre es un engaño al seleccionar los recuerdos y edulcorarlos.
Eran los, así llamados por los vencedores, “25 años de paz”.
Una paz impuesta, no elegida ni asimilada, no sólo por los vencidos republicanos sino también por los que, asomados a la Universidad, veíamos que nos tapaban las fronteras para poder contrastar nuestra “paz” con la “paz de los demócratas europeos”.
Afirmar que hay paz porque ya no hay enemigos es un sarcasmo.
Es verdad que muchos ya no estaban, porque estaban muertos pero otros muchos estaban exiliados (gracias México, amigo) y otros escondidos tras una doble pared en el salón de la casa y cuya entrada era la puerta del aparador, por la que, por las noches, quizá saliera a charlas con la familia, a estirar las piernas, a comer o a evacuar.
Se tenía miedo, mucho miedo, al paredón si eran descubiertos.
Se vigilaba qué cantidad de alimentos compraba la madre en la tienda cuando se suponía que su marido, cobarde y traidor, había huido al extranjero.
¿Y el tabaco?
¿Cómo podía la esposa hacerse con la pota de tabaco para el enclaustrado en la guarida?
Era la prueba de que “el tabaco no engaña”.
Años y años encerrados como ratas en sus ratoneras.

Esa Paz… (La Codorniz, una vez más, sería requisada de los kioscos, multada y cerrada temporalmente por aparecer en su portada PAZ y en su contraportada CIENCIA). Y como era “la revista más audaz para el lector más inteligente”, todos leían PACIENCIA. Eso era la PAZ, PACIENCIA.

El miedo era el que guardaba la viña.

El lema era: “nos tienen envidia”, por eso no quieren contacto con nosotros ni nos dejan entrar en las instituciones europeas e internacionales.

Yo, naturalmente, como la mayoría de los españoles, no nos enteramos de la 2ª Guerra Mundial, por lo tanto tampoco del Plan Marshall.
Lo que sí se nos remachaba era que Franco nos había salvado de la guerra (como antes nos había salvado del marxismo-leninismo-comunismo republicano)

Había guerras por todo el mundo, menos en España, gracias a Franco, a quien deberíamos estar sumamente agradecidos. Por eso éramos la envidia de todos y era esa envidia la que nos cerraba las puertas a las Instituciones Superiores.

“Franco, Caudillo de España por la gracia de Dios”

En mi pueblo no había prensa, ni radio, ni (menos) televisión.
Funcionaba Radio Macuto que, como se sabe, nunca es información neutra, sino coloreada del interesado de esa noticia.
El Sr. Antonio, el carnicero, tenía una radio y nos dejaba oírla, muchas noches, sobre todo para oír cantar a Evaristo, sobrino-primo de mi tía. A veces, también, oíamos “el parte”, cuya información, la creyéramos o no, no teníamos instrumentos de contrastación.
Así que “así debía de ser” la realidad exterior como nos la contaban desde el interior.

¿Cómo iba a criticarse a los amigos del Régimen Fascista aunque se le denominase como Movimiento Nacional?

La guerra civil, nuestra guerra civil, no fue tanto una guerra civil como un golpe de estado, convertido en “Cruzada”, predicada y bendecida por la Iglesia Católica, Apostólica y, sobre todo y también, Romana.
Y, con “la ayuda de Dios”, pudo celebrase el 1 de Abril el “Día de la Victoria” y se enterró el régimen republicano, votado por la mayoría de los españoles, con las manos ardiendo de la iglesia, de tanto hacer palmas.

Así, desapareció la Información y se instaló la Propaganda y la Publicidad.

Ya no había más que un color, el azul, el de “los buenos”.

Ir a misa los Domingos y Fiestas de Guardar, confesar y comulgar al menos una vez al año, y por Pascua Florida, era la “conditio sine qua non” para no levantar sospecha de ateo (por lo tanto republicano y comunista, rojo “malo” y enemigo de España, de la Paz y de la Prosperidad)

Y RECUERDO…

Recuerdo mi vestimenta diaria, ese pantalón corto, de pana, que hacía Casimiro, el sastre, o nuestra propia madre, y que se nos descosía continuamente al jugar a “guardias y ladrones”, con una raja adelante, para mear, y otra mayor atrás para….
Los calzoncillos llegarían mucho después.

Por supuesto, ninguna niña con pantalones, sería calificada de “machuna” o “machorra”, nada femenina, por lo que, (traviesos) aprovechábamos para verles las bragas (ellas sí las llevaban).

Estrenar ropa era algo raro.
Todo iba pasando del mayor al siguiente y al siguiente, desde pantalones, camisa, zapatos,…

Recuerdo, aún, la poesía:

“Me cago en diez y en rediez
Cuánto me quiere mi madre
Que me ha hecho una camisa nueva
De una vieja de mi padre”.

Ni moda infantil ni juvenil.
Las madres, todas, eran multifuncionales (hacía todo, de todo, y lo hacían, generalmente, bien).

Y me RECUERDO…

Me recuerdo de trillique, con 4 ó 5 años, a rachisol.
Hoy sería explotación infantil y los Servicios Sociales te quitarían al niño.
Entonces el niño ya era mano de obra. ... (ver texto completo)
RECUERDO:

Que “estar morena” era un signo de pueblerina, de cateta, de pertenencia a una baja clase social que tiene que estar trabajando en el campo, en pleno calor.
A los varones, eso siempre les ha dado igual. Con el sombrero de paja les bastaba.
Pero ¿las mujeres?
Pañuelo en la cabeza de la que sólo se veían los ojos y un sombrero bien encasquetado. Camisa de manga larga y, además, unos manguitos que le cubrían las manos y que la manopla llevaba, por abajo, unas presillas en las que se ... (ver texto completo)
LAS COMIDAS.

En mi casa la palabra “desayuno” sonaba algo cursi, como de capital. Se llamaba “almuerzo” y era nada más levantarse de la cama y poco antes de ir a la escuela.
Mi abuela María (la triple “M” = María Morales Martín), que era tuerta del ojo izquierdo, debido a un espigazo, se levantaba antes que los gallos cantaran (yo decía que era la que despertaba a los gallos), iba al corral y traía unos cuantos rachizos y paja, ponía a calentar agua en un gran puchero (una “puchera”) de barro ... (ver texto completo)
FAENAS AGRÍCOLAS: EL ACARREO

No podía salirse del pueblo antes de las tres de la mañana para ir a acarrear. Existía el “peligro” de que, amparados en la oscuridad, alguien pudiera robas haces del vecino.
Era la hora en que el Sr. Román, el alguacil, daba los tres toques de campana.
Allí estábamos, esperando, en fila, los carros con sus baluartes, de más capacidad (los estacones habían, ya, quedado anticuados).
Mi padre me había preparado la cama en el carro (unos sacos de paja, a medio llenar, ... (ver texto completo)
Tomás una vez más lo has bordado, mira nosotros nada más segábamos por lo mañana y por la tarde a trillar, por eso lo pasábamos un poco mejor, ya que alguna vez nos quedábamos a comer, y no veas a la hora de la siesta con el calor que hacía en la comida con el agua ya sabes como estaba, y después con las hormigas y la cigarra ya estábamos apañados, desde luego que vida la que llevábamos, al final como puedes ver no había otra cosa, y aquí estamos para contarlo, ya que a nosotros nos ha tocado de ... (ver texto completo)
Con las malas circunstancias que nos rodearon y no salimos tan malparados.
LA SIEGA

Uno de los secretos mejor guardados, en mi pueblo, era en cuánto se habían contratado los segadores. Nadie lo decía, no siendo que quedara como un “primo” por haberlos contratado más caros que los demás.
Pero una vez que yo estaba presente en el trato, y me enteré, se lo contaba a la gente. Maldita la gracia que le hizo a mi padre, pero no me castigó. Debió de considerarse co-responsable, por haber permitido que mi ingenuidad estuviera presente en una cosa tan seria.

Se contrataba ... (ver texto completo)
Tomás me dices que como puede ser que se hayan borrado los mensajes que te he contestado, no lo se, de todas formas te contesto otros ya que estoy al tanto de lo que escribes, en este caso te contesto el de las eras, pues no puedo estar más de acuerdo con lo que narras, y es que te recuerdas de muchas cosas, como ir a dormir a la era, nosotros haciamos lo mismo, y nos entreteniamos en ir a comer sandias a los melonares, y luego al día siguiente era el comentario de que le habían comido las sandías ... (ver texto completo)
Yo también iba a "robar" sandías pero el dueño lo daba por descontado, porque él, en sus tiempos mozos también lo había hecho.
Pero, al final, en los melonares construíamos una cabaña, donde nos resguardábamos del sol y donde, cuando preveíamos mozos durmiendo en la era, íbamos a dormir al melonar. Y donde había más tertulia de amigos que tiempo de dormir.
Las eras, circunvalando el pueblo, son de propiedad comunal. Alguna había privada, como la era de Las Alambres, de las que una tercera parte era propiedad nuestra, casi en la mitad del pueblo, pero que esa ventaja de cercanía conllevaba la desventaja de la ausencia de aire para poder aventar o “limpiar”.
Antes de comenzar el verano, en domingo, a la salida de la misa, se sorteaban las “suertes” que eran de distinta superficie según las huebras o fanegas que se poseían. No podía ser la misma para ... (ver texto completo)
MI PUEBLO.

Mi pueblo tiene peculiaridades propias, y, estoy pensando que podría, yo, encabezar el proceso de separación respecto al País Leonés (que no es lo mismo que Castilla-León. Y lo siento por Valladolid, su capital administrativa).

Mi pueblo, Aldeanueva de Figueroa, está al Norte de Salamanca, en el límite con Zamora y rayando con Fuentesaúco.

La parte Norte de su término municipal pertenece a la Comarca de la Tierra del Vino, con Toro, como centro estrella (mi pueblo está en la ... (ver texto completo)
EL VINO.

Ya he dejado escrito que la parte norte del término municipal de mi pueblo pertenecía, por la composición de la tierra, a la comarca zamorana de la Tierra del vino, con centro en Toro, no lejos de mi pueblo, y al que acudo todos los veranos, cuando visito a mis padres, para disfrutar de la Colegiata y tomar un café Con el Duero a mis pies.

Mi padre cogió la costumbre de plantar una viña cada vez que le nacía un hijo, así que teníamos: el majuelo de Mari, “el del Palacio”, con dos guindos ... (ver texto completo)
Mi padre era de aldea nueva manolo rrebulle
Una familia numerosa, pobre, pero muy sana, con una ética de campeonato y muy trabajadora. Yo también la recuerdo. Saludos de Sito, el de Geño y Geña.
LA MATANZA.

(Lo que cuento de mi familia es/puede ser asumido, en mayor o menor grado, por todas las familias del pueblo en los años 50-60 y, aunque a los adolescentes, jóvenes y ya no tan jóvenes, les resulte extraño, seguro-segurísimo que sus padres (y sobre todo abuelos) lo compartirán al 100%).

Siempre hubo, en casa de mis padres, cuatro cerdos pequeños, en crianza, mataderos para el año siguiente, al tiempo que había otros cuatro en cebo para la matanza de ese año.

El más pequeño de ... (ver texto completo)
EN LA ESCUELA (2)

Recuerdo que llevábamos una rebanada de pan, un poco de azúcar envuelta en un papel de periódico y un vaso. Porque, en los años 50, el “amigo americano” nos regalaba leche en polvo, mantequilla, un queso de color amarillo y a algunos les tocaba, también, un colchón de borra.
A la hora del recreo, la Srª Julia, con su grosor corporal, que era, también, la partera del pueblo, acompañada de Petra, su hija, bajita y delgaducha, algo subnormal (hoy diríamos “afectada de discapacidad ... (ver texto completo)
EN LA ESCUELA.

En mi pueblo, como en todos los pueblos de España, durante siglos, había la separación de sexos. Escuela de niños y escuela de niñas. Mis hermanas tuvieron a Dñª. Clara, más atenta a su familia que a las niñas, con cuatro hijos y un marido de profesión nula, ni siquiera de “aviador” (el que avía la comida).
El mío era D. César, casado y con cuatro hijos, cuyas dos hijas, Esperanza y Pepa, estaban en nuestra escuela y que yo siempre me hacía la pregunta de por qué no estaban con ... (ver texto completo)
YO TAMBIÉN FUI NIÑO (1)

Nací en el 44, en un pueblecito (aldea) al norte de la provincia de Salamanca, en el límite con Zamora, en uno de los ramales de la ruta de La Plata, el que saliendo de Toro se encamina como meta a Santiago de Compostela.
La parte norte de mi pueblo pertenece a la zamorana “tierra del vino” y es/era donde se encontraban todas las viñas. La parte sur, en cambio, pertenece a la comarca salmantina de La Armuña, terreno ideal para el cultivo del garbanzo, de la lenteja y de ... (ver texto completo)
Gracias por compartir vivencias en pueblos hermanos.
Seguiré colgando recuerdos.
Un abrazo.