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Tienes que contrastar más la información pues cuando se trata de situaciones que no ha vivido el narrador, sino que se las cuentan o otros se las cuentan al que se lo cuenta al narrador se puede faltar a la verdad e injuriar a personas que no te pueden contestar y si pudieran te podrían dar otro punto de vista. Hay que tener cuidado con algunos comentarios, incluso aunque fueran ciertos y aquella época que todos sabemos difícil e injusta lo que hay que hacer es olvidarla pues el resentimiento lo ... (ver texto completo)
Tengo el remordimiento de conciencia siempre a flor de piel por no haber grabado todas las peripecias de mi padre durante la guerra.
Desde el 18 de Julio del 36 hasta el 1 de Abril del 39.
Casi tres años con el fusil en la mano, menos por la noche, en que hacía “trabajos especiales”, es decir, era un “hijo de la noche”, un espía voluntario que se acercaba a las trincheras enemigas o entraba en algún pueblo, siempre buscando información sobre “los rojos”.
También, tras las refriegas bélicas, se ... (ver texto completo)
Si en mi pueblo, ALDEANUEVA DE FIGUEROA, hubiera estado de alcalde el anterior, el “tío Viruta”, también la falange habría hecho de las suyas.
Pero se encontró con el “tío Antonio, el carnicero” que, cuando la falange llegaba al pueblo, los saludaba, al tiempo que les espetaba “yo también tengo pistola” y los sacaba a las afueras del pueblo, para que se fueran por donde habían venido.

Es real esta historia.
El “tío Nicomedes, el sastre” (padre del “tío Rosendo, el sastre, y abuelo de Vicente ... (ver texto completo)
¿Cuántos republicanos, generalmente armuñeses, hay allí enterrados?, ¿cientos, como dicen algunos?, ¿miles, como dicen otros?

Diego (Martín) Veloz (Diego Veloz – como se le conocía, o “Martinillo”, por su estatura, de ascendencia española, aunque nacido en Cuba, moriría en su domicilio de la Cll/ Gran Capitán, Salamanca, en 1.938, tras haberse alistado en el ejército y haber estado luchando en Cuba, tratando de impedir su independencia.
Logró numerosas condecoraciones en el ejército (mi madre ... (ver texto completo)
LEYENDAS URBANAS DE MI PUEBLO.

1.- Cuentan que, antiguamente, el velatorio del muerto se hacía en el cementerio, junto a la sepultura en que, al amanecer, sería enterrado.
Estando varios varones velándolo, y sintiendo hambre, decidieron salir del cementerio para robar (¿) uvas en un majuelo cercano.
Al que se quedó velándolo (no era, ni moral ni socialmente, correcto dejar sólo al cadáver) se le ocurrió la manera de darle una broma a los improvisados ladrones (¿), así que, ni corto ni perezoso, ... (ver texto completo)
EL HAMBRE.

Los años de la postguerra no sólo fueron años de miedo y de persecución de republicanos, también fueron años de hambre, de mucha hambre.
Mi padre, que había vivido/sufrido la guerra desde el 18 de Julio del 36 hasta el 1 de Abril del 39, “el día y el año de la victoria, en aquellas largas caminatas, en el acarreo, me contaba historia de los “maquis”, la guerrilla o Resistencia Española que, por la noche bajaban al pueblo desde su escondite en el monte a pedir o a aprovisionarse de ... (ver texto completo)
LOS CURAS DE MI PUEBLO.

Como nací en el 44 han sido varios los curas que he conocido, naturalmente todos ellos en y con el nacional-catolicismo y la interpretación de nuestra guerra “incivil” como una Cruzada contra el marxismo-ateísmo-comunismo, y todos, en la misa rezando “pro duce nostro Francisco”, el salvador de España de las garras enemigas y que era el que, luego, pagaba, eximía de impuestos, de sumisión a la justicia ordinaria, exención del servicio militar,… auténticos guardianes celosos ... (ver texto completo)
Se venden 700 metros cuadrados en el centro del pueblo, en la Cortina de las Alambres. Contactar con Tomás (Sito) en el 678077367
Vivo en Màlaga. Cll/ camino del Pato 21 - bloque 2 - tercero - B. 29004 Málaga.
Quizá cuelgue en el foro más recuerdos que, poco a poco, van llegando a mi mente.
Un saludo.
Tomás
Bonito verdad.
Lo que he expuesto en estos posts son la biografía de tantos y tantos que ahora rondan los setenta y para arriba.
Era un esfuerzo físico, sobre todo para los que no estábamos zurrados en las tareas del campo.
Cuando veo, ahora, a los labradores, con el volante en sus maquinarias, la nevera al lado, la música ambiente, sin pasar frío ni calor, cómo aran, siembran, abonan, cosechan, empacan, cómo suben las alpacas,...
No añoro aquellos tiempos, sólo los recuerdo
Las cosas han cambiado, las máquinas sustituyen a las personas en las labores del campo gracias a Dios porque algunos trabajos parecen ser inconcebibles hoy día pero yo me quedo con sus gentes, las gentes de Aldeanueva, solidarias, amistosas, con buen humor alrededor de un vaso de vino de su tierra y de unas rodajas de chorizo o salchichón. Gracias Sito por recordarnos aquellos momentos que no debemos olvidar para respetar a nuestros antepasados. Es el secreto para que un pueblo viva, recordar el ... (ver texto completo)
RECUERDO el “poner en cerro”.
Para mí lo más difícil o imposible.
Tras haber arado la tierra con vertedera o con dos yuntas de bueyes tirando de la máquina vertedera, que profundizaba mucho más y sacaba arriba el barro.
Como la tierra quedaba llana o plana, con el arado romano, con sus orejeros/orejeras, había que hacer los cerros. Naturalmente rectos. El peor era el primero, porque no tenías referencia alguna.
Si había quedado con muchos terrones era necesario pasar la rastra, ligera si era ... (ver texto completo)
RECUERDO EL HORNO.

Aunque existía una panadería en el pueblo que (cosa curiosa) cuando ibas a buscar un pan no pagabas al contado sino que se llevaba un palo cuadrado, con un sello de la panadería, y cada pan que te daban le hacían, con el cuchillo, una muesca al palo. Al final, tantas muescas, tantos panes (a nadie se le ocurriría hacer más muescas de la cuenta, a no ser al panadero)

Pero en mi casa se amasaba cada semana, los viernes.
Así que el jueves por la tarde preguntaba entre los vecinos ... (ver texto completo)
El marranero, el cabrero, el borriquero, el boyero, el barbero/peluquero, el pastor, el esquilador (de ovejas y de burros), el capador, el herrador, el herrero, el molinero… eran puestos laborales que siempre estaban cubiertos y, para comer, daban.

En mi casa había cuatro cerdos de cría que, todos los días, los llevábamos al camino e iban, con el marranero, al campo; dos bueyes armuñeses y dos vacas (para trabajar, para parir y para dar leche) y que tenían (en la temporada de pastos) la Huerta ... (ver texto completo)