Cástaras, a pesar de su origen árabe, pudo ser un asentamiento bastante más antiguo dada la explotación en su término de las
minas conocidas como El Conjuro, de hierro, explotadas hasta hace pocos años, y otras de mercurio que llevan cerradas alrededor de 45 años; ambas hacían atractiva la zona y tuvieron su época de esplendor durante la dominación musulmana, hecho que convirtió a Cástaras en un importante núcleo de población que después entró en declive. Actualmente, tiene una cantera para extracción de arena.
La noticia más antigua que se tiene de Cástaras, proviene de un texto del almeriense al-Udri (1003-1085), que cita el yûz' Qāšturiš entre una serie de topónimos de La Alpujarra, 3 que formaban parte de la cora de Elvira cuando ésta pertenecía al califato de
Córdoba.
En época nazarí, dentro del Reino de
Granada, Cástaras perteneció a la taha de
Juviles, y así continuó, tras la Reconquista, hasta la Rebelión de los moriscos.
El personaje más relevante originario de esta localidad, es la poetisa Muhya bint Ibn Abd ar-Razzaq, que vivió en el siglo XI o XII, y que fue citada por diversos historiadores andalusíes, como Ibn al-Abbar
Durante el proceso de repoblación iniciado en se constituyó el concejo de Cástaras y
Nieles dentro del y del partido de las Alpuxarras, uniendo las dos poblaciones y sus territorios asociados bajo la jurisdicción de alcaldes ordinarios pedáneos dependientes del alcalde mayor de capital del partido.