Se titula, MEMORIAS DE UN SOCIALISTA EXTREMEÑO (1928-1943)
De esas memorias, en las que nos cuenta de una manera muy amena, todos sus padecimientos, sus vivencias y los horrores de una guerra incivil e incluso, la angustia de un hombre esperando ser ajusticiado de un día para otro, entresaco estas preguntas que él se hace:
“ ¿De dónde se pudo sacar tal sarta de mentiras?, ¿cómo es posible que haya seres que se presten a tanta calumnia? Todos estos blasfemos estaban en conocimiento de que no ... (ver texto completo)
De esas memorias, en las que nos cuenta de una manera muy amena, todos sus padecimientos, sus vivencias y los horrores de una guerra incivil e incluso, la angustia de un hombre esperando ser ajusticiado de un día para otro, entresaco estas preguntas que él se hace:
“ ¿De dónde se pudo sacar tal sarta de mentiras?, ¿cómo es posible que haya seres que se presten a tanta calumnia? Todos estos blasfemos estaban en conocimiento de que no ... (ver texto completo)
MEMORIAS DE UN SOCIALISTA EXTREMEÑO (1928-1943)
De esas memorias, en las que nos cuenta de una manera muy amena, todos sus padecimientos, sus vivencias y los horrores de una guerra incivil e incluso, la angustia de un hombre esperando ser ejecutado por un pelotón de fusilamiento de un día para otro, entresaco estas preguntas que él se hace:
El día 19 de febrero de 1942 me conmutaron la pena de muerte por la de treinta años de prisión mayor; fue algo así como una toma de contacto nuevamente con la naturaleza, como si me hubieran inyectado con algún elemento de vida y tranquilidad, y comuniqué la buena nueva a mi familia. ¡Cuántas penas sufrieron y cuántas lágrimas vertieron por culpa de la vileza de esos malditos que emponzoñaron la Patria de sangre y de ignominia....................
,........... Pero no me vengaré arrancándoles con mis manos las entrañas, que es lo que merecen; lo dejo a la elección de Dios, que le dará a cada uno lo que merezca....................... ... ... (ver texto completo)
De esas memorias, en las que nos cuenta de una manera muy amena, todos sus padecimientos, sus vivencias y los horrores de una guerra incivil e incluso, la angustia de un hombre esperando ser ejecutado por un pelotón de fusilamiento de un día para otro, entresaco estas preguntas que él se hace:
El día 19 de febrero de 1942 me conmutaron la pena de muerte por la de treinta años de prisión mayor; fue algo así como una toma de contacto nuevamente con la naturaleza, como si me hubieran inyectado con algún elemento de vida y tranquilidad, y comuniqué la buena nueva a mi familia. ¡Cuántas penas sufrieron y cuántas lágrimas vertieron por culpa de la vileza de esos malditos que emponzoñaron la Patria de sangre y de ignominia....................
,........... Pero no me vengaré arrancándoles con mis manos las entrañas, que es lo que merecen; lo dejo a la elección de Dios, que le dará a cada uno lo que merezca....................... ... ... (ver texto completo)