En el Noroeste de
Madrid, en el llamado corredor del
Henares, entre los
pueblos de
Daganzo y
Ribatejada, se encuentra este
pueblo junto a lo que fue un gran
río y ahora por la climatología y la falta de cuidados es casi un
arroyo, el
Torote.
Urbanizaciones y gentes que huyen del ruido de la gran
ciudad están dotando a esta zona de una vida que nadie ha conocido hasta ahora.