Sevilla posee un amplio conjunto de
monumentos diferentes según su estilo. Esto es la consecuencia del enorme número de culturas que han pasado por la ciudad, desde los Tartessos, pasando por la cultura
romana (cuyos restos son nuestro motivo de estudio), por los visigodos, por los musulmanes, a quienes vencerá la cultura occidental de la Edad Media, en la Reconquista.
En todo el recinto sevillano, podemos encontrar un
caserío tradicional, bastante denso, especialmente en la zona céntrica, y con un gran número de edificaciones singulares dispersas en su conjunto. De entre todos estos
edificios cabe destacar aquellos que, por sus características específicas y su especial interés histórico-
artístico, son conocidos dentro de nuestra ciudad, tales como la Giralda y la
Catedral, el Archivo de Indias, los Reales Alcázares y la
Torre del Oro, que identifican la imagen de Sevilla.
Como se escribe en el libro 'Manuscritos del XVII y XVIII sobre inscripciones de losas sepulcrales de la Catedral de Sevilla. Los trabajos de Loaysa y González de
León', de Juan José Antequera Luengo (Sevilla, Facediciones, 2010), hasta que el canónigo Juan de Loaysa (1633-1709) decide inventariar, sistemáticamente, las losas sepulcrales de la catedral sevillana, nadie se había percatado de la importancia de algo (en los pies mismos) que había cobrado solera arqueológica. El total de losas que anota Loaysa, hasta 1708, es de 317. El número de personas enterradas, si se tienen presentes las
bóvedas de inhumación colectiva, se eleva, sin embargo, a 423, con nombres y apellidos que cita, y 47 ilegibles. González de León anota otras 123 losas sepulcrales bajo las que yacen 135 personas, y Alonso Morgado 14, que, más 16 aportadas por Antequera Luengo y 4 añadidas al manuscrito de Loaysa por diferentes anotadores, hacen que la cifra sea de 627 enterramientos, mera aproximación pues sólo el análisis de los papeles de aniversarios, capellanías y autos capitulares catedralicios puede acercarnos a la realidad, y, ni aún así, sería posible calcular el número total de entierros, debido a la existencia de bóvedas colectivas donde tenían derecho a sepultura, además del fundador y esposa, sus hijos y descendencia, siempre que no se concertase el número exacto de inhumaciones previo acuerdo con el cabildo, además de restos de los que se tiene noticia por su traslado en urna cineraria al templo mayor, por ejemplo el de Arias Montano, en 1811, y algunos más no incluidos en este cómputo como el de Cristóbal Colón, en 1902.
El Archivo de Indias, terminado en 1598, es de un moderado estilo renacentista. Aquí estuvo alojada la antigua Lonja de mercaderes, hasta que, en el año 1758 Carlos III confirió al
edificio un alto destino, el de albergar el Archivo de Indias.
Otro de los edificios más característicos de Sevilla son los Reales Alcázares, cuya construcción data de 1326; del primitivo alcázar sevillano, construido por los musulmanes abades, se conservan la
muralla almohade y el
Patio de Yeso. Posteriormente, el Alcázar fue reconstruido por don Pedro el Cruel y reformado por Juan II, Isabel y Fernando y Carlos V.
Con el fin de controlar el paso del Guadalquivir, fue construida por los almohades la Torre del Oro a principios del siglo XIII, ya que estaba unida por medio de una gruesa cadena a otra torre similar que había en la orilla opuesta del
río. Antiguamente estuvo revestida, al parecer, de azulejos dorados, de donde proviene su actual denominación. La parte que corona la torre, situada encima del segundo cuerpo, fue añadida en el siglo XVIII. En la actualidad, la torre alberga un pequeño
museo dependiente del Ministerio de Marina.
El conjunto histórico cuenta con más de 200 edificios a destacar por un especial interés
monumental.
Actualmente, el
barrio más famoso del
casco antiguo es el de
Santa Cruz y constituye, en la esencia, el alma de Sevilla. Allí, todo es embrujo, y el perfume embriagador de los jazmines, impregnan el aire con su delicioso olor. Desde allí se puede disfrutar del típico paraje del patio sevillano repleto de
flores, que contribuyen a delimitar el acusado perfil del barrio. En éste, que delimita uno de sus sectores, y el
convento de Santa Paula se encuentran los más importantes paneles cerámicos de principios del siglo XV, debidos a Niculoso Pisano, italiano que, según el libro 'Nicolás Francisco. Pintor italiano de
cerámica establecido en Sevilla. 1503-1508', escrito por el viajero Jean Charles Davillier en 1866 (ed. de Juan José Antequera Luengo; Facediciones, 2010), recuerdan «los más bellos nielados italianos del siglo XV».
Actualmente se están llevando a cabo importantes proyectos en la ciudad, como la Torre Cajasol, el proyecto del
Puerto Delicias o el Acuario Nuevo Mundo
El Metropol Parasol, conocido popularmente como las
Setas de la Encarnación es una estructura de madera con 2
columnas de hormigón que albergan los ascensores de acceso al
mirador y que está ubicada en la céntrica
plaza de la Encarnación de la ciudad de Sevilla, en la comunidad autónoma de
Andalucía (
España). Tiene unas dimensiones de 150 x 70 metros y una altura aproximada de 26 metros, y fue el proyecto ganador del concurso abierto por el
Ayuntamiento de Sevilla para llevar a cabo la rehabilitación de la plaza en la que se ubica; su diseñador fue el arquitecto berlinés Jürgen Mayer.