Hola y buenas tardes.
Victoria y Rosas, que esteis pasando un buen dia y un abrazo.
Buenos días Jose Mel
Un feliz martes te deseo
Un abrazooooooooooooo
Estimo que el exito de las mujeres es, de ordinario, una señal de mediocridad.
GUSTAVE FLAUBERT.
Los hombres mediocres, que no saben que hacer con su vida, suelen desear el tener otra vida mas infinitamente larga.
ANATOLE FRANCE.
Laureano Bayón (carpintero, tapicero, ebanista y tallador de arcas y escaños) habia entrado aquel día lluvioso del año seis en la casa de la timorata María Gloria para ponerle tapices de cretona a unas sillas antiguas. Ella estaba recogiendo unos granos de maíz desparramados por el suelo. A Laureano se le abotargó el crebro y se le encendieron las intenciones al observar aquel cuerpo inclinado, rebasando con voluptuosa arrogancia el remate de sus propias curvas, estrangulando líneas trazadas con ... (ver texto completo)
-Quizás, Laureano, si me bañara con agua de la fuente de Llama Rubia podria darte un hijo.
Miró hacia la casa. En la habitación de Clara había gente. A través de los cristales adivino el perfil de don Jacinto.
Al final del Camino de las Moras, en el pajar de la casa, el carpintero Laureano Bayón y la afable María Gloria, le ponian los cuernos al hombre más grande de Peñafonte, que en aquel momento jugaba al tute en la Posada de Maura. Y esto lo venian haciendo desde el dia de La Huelgona, hacia ya más de veintitrés años, cuando Haroldo y otros mineros bajaron a unirse a la revuelta de los trabajadores de Fábrica contra el Gabinete Negro. (Esto son cosas que ocurren a menudo, que cuando la ocasión llega ... (ver texto completo)
-Eso no va a evitar que se nos apague la luna.
En las memorias de los hombres que se escalecían en la Posada de Maura las cosas iban perdiendo su nombre (como antes del principio de todos los tiempos).
Oponte a los comienzos; es tarde para acudir a las medicinas, cuando el mal, merced a las largas dilaciones, se ha arraigado.
OVIDIO.
Los medicos saben que la salud de una poblacion no se obtiene o mantiene con los medicamentos, que es mucho mejor, mas facil y prudente adoptar medidas preventivas para evitar enfermedades.
ROBERT OWEN.
Hola y buenas tardes.
Victoria y Rosas, que esteis pasando un buen dia y un abrazo.
-En tierras de urogallos abundan siempre las buenas mujeres.
-No hay moza más fina desde los Montes del Infierno hasta el Pico de María Santinos. Te lo dice Juan Villamanin. No tiene más familia que un tío viudo y algo verrugoso, pacífico y poco hablador, de quien dicen que cuenta muy bien las estrellas. Sus únicas condiciones son: que su tio venga con ella, que los colchones de la casa sean de lana vareada y un lebrillo de plata para lavarse los pies.
Hubo un momento de silencio, hasta que se rompió con fuertes aplausos.
Haroldo Fernádez Paz, además de indolente, era un sindicalista activo y pertenecía desde bien joven al Sindicato Minero. No estaba de acuerdo con la actitud condescendiente de su líder, Manuel Llaneza, para con la Dictadura, pero Rufo lo había convencido para seguir en la lucha desde dentro. Haroldo era un tanto haragán y de naturaleza pastosa, pero a la hora de defender los derechos de los mineros andaba siempre el primero.
-Puede que tengas razón pues hay olores que tienen muy malas consecuencias.
Si hubiera una hora triste donde todos los hombres se hundieran en la melancolia, cualquier huracán o tormenta podría exterminarlos, como extermina el trueno, en un instante, la paz de los espacios. Pero la tristeza se va posando en cada uno, a cada instante, de manera irregular y caprichosa, y lo que podría ser fatídico genocidio se queda en letanía eterna de lluvia, Regina tristitiae, ora-pro-nobis, y primero les toca a unos, que se quedan flotando en el aire, mohínos o huecos (como los nidos de ... (ver texto completo)
Seguía la luna ahuyentando la niebla.
El tío Maura, León Costales, se rascaba las verrugas, apoyado en la baranda del corredor, en el piso de arriba de la Posada, adormilado, aburrido por falta de estrellas para contar (que ya se sabe, pues ya se dijo, que León Costales, sin estrellas en el cielo, era un ser inanimado, una vida sin sentido).
Bigamia es tener una mujer de mas; monogamia... lo mismo.
En la mesa que había más cerca de la puerta, Horaldo Fernández Paz, Frutos Carralón y los arrieros Juan Villamanín y su ayudante (que hacian noche en la Posada) jugaban al tute de cuatro y mojaban los labios, de triunfo en triunfo, con vino de dos orejas.
Hola y buenas tardes.
Victoria y Rosas, que esteis pasando un buen dia y un abrazo.
Buenos dias Jose Mel Feliz miercoles
Un abrazoooooooooooooooooo
Laureano Bayón, el paciente marido de Constantina del Pino, amante furtivo de la afable Masría Gloria, madre de los mellizos, se ocultaba detras de la higuera para no ser visto por Tomás Chanzaina.
El amor es a menudo fruto del matrimonio.
JEAN-BAPTISTE POQUELIN MOLIERE.
Que en este tiempo no parece justo casar a las hijas mozas contra su propio gusto.
TIRSO DE MOLINA.
Amelia convalecía entonces de unas fiebres pasajeras que a menudo atacaban a las mujeres de su condición (quien sabe si se trata de una gracia del destino para que, postergado su cuerpo, su ánimo tome de nuevo aliento). La hija de Tomás Chanzaina, superada la enfermedad, pasó varios días untando su cuerpo con leche de Islandia, tratando su cabello con brillantina de la India (para recuperar su color de juventud) y tomando baños a base de mezclas de pensamiento, hojas de nochizo y rizoma de saponaria. ... (ver texto completo)
Ignorante de la suerte de su hija entró Tomás Chanzaina en la casa de la beata María Felicia quien renovaba el aceite de las candelarias en su pequeño santuario de cartón, presidido por San Roque, con el perro fiel que le lamió las llagas, patrón de Pañafonte, protector contra las pestes, las plagas, epidemias y otros desmaños del cielo, y donde tambien ocupaba un lugar preferente San Antonio, el más prodogioso y milagrero de los santos, hallador de cosas perdidas. También estaba por allí el robusto ... (ver texto completo)
Dulce se dispuso a escuchar, sentada en la mecedora de mimbre, mirando fijamente hacia las tapias de hiedra.
-Recuerda, dulce mujer, aquella noche de lluvia y desaliento en que vacilaba tiritona la llama de la candela del santo sobre la chimenea y que tú apagaste de un soplido por entender quizá que extinguido el objeto de tu amor la llama ya no tenia ningun sentido. Al hacerlo, despertaste lóbregos presagios en el cielo y en la tierra y un tropel de xanas (que son las incontinencias del alma) abarrotaron en aquel instante castañeros y pinares, extendiendo sus babosos rostros de desamor por hulleras y rocallas ... (ver texto completo)
No hay cuesta, por pedregosa que sea, que no puedan subirla dos juntos.
HENRIK JOHAN IBSEN.
Antes del matrimonio se considera el amor teoricamente; en el matrimonio se pasa a la practica. Ahora bien, todos saben que las teorias no siempre concuerdan con la practica.
HENRIK JOHAN IBSEN.
En realidad Dulce Nombre no esperaba un hijo, simplemente lo llevaba dentro, pues la espera suele ser resignación y la esperanza consuelo y su ánimo andaba amotinado y sus ahogos conmovían sus cimientos. La preñez descubierta le aumentó las arrugas del alma, que ya eran muchas desde que la luna comenzara a cambiar de postura sin motivo aparente.
Tomás Chanzaina, con buenaventurados aires, apuraba la copa de jerez quina, mientras Dulce imaginaba en las alharacas del viejo a su añorado padre, marinero que lo fue desde que se trazara la línea azul y verde del orizonte (para ella su padre y el mar habian nacido al mismo tiempo) y que ahora reposaría sus reumas acurrucado junto a un fogón, con la salitre preservándole los recuerdos, lejos de las moliendas de su hija.
Tampoco madie escuchaba los gritos en latín del cura Lubencio, que andaba con el hisopo espantando los espectros del huerto rectoral. Nadie, salvo se hermana Blandina (perita coelestiun prodigiorun mulier), que ya andaba poniendo candelas a San Egido, intercesor en casos de locura y temores nocturnos.
CUATRO...
Resbalaba la tarde por los cantizales del arroyo. Una brisa fresca alborotaba la niebla que huía de los callejones humedeciendo las piedras y los poyales, brillantes unos por el uso diario (como el de la beata Maria Felicia que se pasaba la tarde sentada a la puerta esfoyando letanias al lado de los geranios o compartiendo murrias propias o dislates ajenos con su contemporánea Blandina San Juan) y desamparados otros cercados de árnicas y ortigas (como el de la casa de Julia Odalisca, ... (ver texto completo)
En todo matrimonio hay, por lo menos, un necio.
HENRY FIELDING.
La felicedad se encuentra del lado de las buenas mujeres. Lo importante es saber dar con ella y en ser al mismo tiempo un hombre de bien. Doble y temerosa condicion.
GUSTAVE FLAUBERT.
- ¡Juan!
De nuevo el destino golpeaba la voluntad de aquel hombre, extraviado desde su infancia en una búsqueda inútil, como tantos otros desde que al hombre le nacieron las voluntades, que no las tuvo siempre, aunque nadie sabe bien cómo ni en qué momento le germinaron, debió de ser antes de que se desplazara la lluvia, antes de que los instantes se fueran juntando para formar los dias, antes de que los sueños se amontonaran para formar la noche, incluso antes de que nacieran los duendes, que son voluntades ... (ver texto completo)
Clara se acordo de los consejos de su madre, de las caricias de su padre, de las historias de la abuela Angustias y de las peleas de sus hermanas y sintió deseos de correr, callejón abajo, hacia ellos.
-Quisiera decirte, graciosa niña de ojos claros, que ningun ser de este mundo (ni siquiera las alimañas del monte o los árboles del bosque, que seres son aunque de diferente calaña) escapa a los momentos de soledad y que son esos momentos los que hacen sentir luego el amor y la compaña como algo grande, capaz de elevar el corazón hasta las cumbres y acercarlo a la caricia del cielo, porque muy cierto es que para gozar hay que sufrir primero y el que más disfruta de algo es aquel que antes careció ... (ver texto completo)
Nadie puede ser perfecto en bondad si no tiene a su lado una mujer.
LUDOVICO ARIOSTO.
Siempre es incomprensible para un hombre ver como una mujer rechaza una oferta de matrimonio.
JANE AUSTEN.
EN ESPAÑA LAS FLORES...
En España las flores que nacen en abril
no nacen de alegria, si de dolores, si
de tres años de tiros, de tres años sin mi
que resistio su pueblo solo contra el fusil.
En España las flores no quieren ya vivir
porque el pueblo español murio en abril,
pero las flores vuelven y quien las hizo morir ... (ver texto completo)
Uno de abril de 1939, dia triste, oscuro y nefasto para España y para el pueblo español.
Seguía lloviendo con pasmosa sumisión.
-En esta tierra nuestra llueve desde el comienzo del mundo y para toda la eternidad porque así lo dispuso el docto varón Tubal, hijo de Iapher y nieto de Noé. Solo a veces cuando se agota la lluvia y las nubes se alejan a repostar, se deja ver el sol, y gracias a eso no tenemos los huesos enmohecidos, aunque sí los recuerdos, que esos ni el sol de julio, que es el más arrogante, los entra en calor.
Rufo cerró la ventana mientras su mujer preparaba la cama masticando plegarias.
Los serpoles se crecían en la sombra de la noche. La floresta se hinchaba jubilosa con la llagada del orvayu. El agua. débil y rizosa, acariciaba los surcos y las semillas reventaban la tierra. Se estiraban las raíces de los castaños bajo los cimientos de carbón y barro.
Esas noches de amor, de sentarse juntos frente a la ventana del callejón a interpretar alientos, seguían manteniendo vivos a Rufo Fernandez (primer representante del Sindicato Minero en la mina de San Roque) y a Práxedes Moro (nostálgica de verdades viejas).
-Se humedece el callejón y desprende fragancias que despiertan el deseo de las xanas y la envidia de los duendes y corren por robledales y cascajeras, desde las cumbres al valle, desesperados en busca de amor.
Las sombras se enredaban en cambroneras y acantos. Olía a humedad. A través de las copas de los carbayos se sospechaban trozos de cielo sin luna ni estrellas.
Bien por esta prosa poética, me deleita. gracias por compartir
En lo más oscuro de la pequeña nave, donde apenas llegaba el olor a incienso, el tonto Alarico se bababa en gracia de Dios sobre la ropa de los domingos, mientras pensaba en la redondez y ductilidad de los pechos de la viuda Dulce Nombre de María.
TRES...
El sonido de la gaita y el aroma de los asados se fue esfumando al atardecer, con la caida de la niebla. En el aire quedaron estelas soñolientas y se lleno Peñafonte de borrachos alientos.
Dios hace aritmetica.
CARL FRIEDRICH GAUSS.
Las matematicas no pueden eliminar ningun prejuicio, ni moderar la testarudez, ni atenuar el espiritu de partida; no pueden hacer nada en el ambito moral.
JOHANN WOLFGANG VON GOETHE.
-Amén Jesús.
Al cura Lubencio le cortaba las uñas de los pies su hermana Blandina. También le rascaba la espalda con un cepillo de púas de cardecha, le aplicaba apósitos de agua bendita con saliva y laurel hervido, cuando le estallaba la cabeza, y le sorrapeaba la hierba y la cera de los oidos con palillos de avellano.
-Une sus almas, Señor, a la vez que sus cuerpos, y hazlos, a ellos y a sus hijos, temerosos de ti y de tu santa palabra.
La viuda y beata Maria Felicia era quien se encargaba de arrancar el musgo del pórtico, de reponer el aceite de las lamparillas y de cambiar las flores de los jarrones.
Terminó de vestirse y descendió por las escaleras que daban al patio. Allí, sus amigos y los parientes de Úrsula llegados de Casares marcaban el prologo del festejo.
Roberto Belarmino y Eliseo, hijos mellizos de Maria Gloria (la amante inagotable de Laureano Bayón), tenían una mancha en forma de hoja dee higuera en el centro de la frente.