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Mensajes enviados por José Mel Z..L.:

Subieron a la habitación, después de apagar la lumbre.
-Vamos arriba.
-No te entiendo.
-El olor de la culpa es algo especial para mí, siempre lo fue.
- ¿Qué tiene que ver?
-Lo sé, siempre lo sé por el olor de mi piel.
-No, no digas eso.
-Me siento culpable.
Juan aposentaba en sus ojos toda la angustia y vacilación de una tarde de borrina en los bosques espesos de Cueres, lo cual le recordaba a Clara, una vez más en el rumbo de la noche, la distancia entre los reflejos del cielo, (que enviscan los ojos y adormecen el alma) y el vibrar de una tierra repleta de grietas amenazantes.
Mientras Clara lloraba, Juan sentía cómo se le iban gastando las intenciones y asi se lo decia a ella, que le escuchaba sin entenderle.
- ¡Juan!
De nuevo el destino golpeaba la voluntad de aquel hombre, extraviado desde su infancia en una búsqueda inútil, como tantos otros desde que al hombre le nacieron las voluntades, que no las tuvo siempre, aunque nadie sabe bien cómo ni en qué momento le germinaron, debió de ser antes de que se desplazara la lluvia, antes de que los instantes se fueran juntando para formar los dias, antes de que los sueños se amontonaran para formar la noche, incluso antes de que nacieran los duendes, que son voluntades ... (ver texto completo)
Hola y buenas tardes.
Victoria y Rosas, que esteis pasando un buen dia y un abrazo.
- ¡Juan!
- ¡Maldito sea Dios!
Juan se mordió los labios. Se alborotó el nido de avispas en su cabeza y se agarrotaron sus venas de impotencia. Golpeó violentamente al gato, que merodeaba de nuevo junto al fuego, y el animal saltó por los aires escupiendo miaguidos y fue a estrellarse en la alacena provocando un estruendo que llenó la sala de ruidos.
-Estabas... borracho y, además, todo fue muy deprisa.
- ¡Y no viniste a llamarme!
-Venía mal la cría... ya sabes.
- ¿Qué?
-Parió la Linda y... tuve que ayudarla.
A Clara le costaba despegar sus labios y, al fin, su voz surgió trémula y lejana.
- ¿Me quieres decir qué demonios está pasando?
Juan Damasceno Carralón Antayo tenia un nido de avispas en su maldita cabeza y la garganta agrietada y seca como un yermo caranganal en el mes de la calina (de los que abundan por tierra de moros, por donde él anduvo arrastrando dudas, las mismas que ahora, mientras separaba los cabellos de Clara, le revoloteaban en su interior como un enjambre enloquecido).
Juan corrió a levantarla, la tomó en los brazos y la tumbó en el escaño.
- ¡Clara!
Clara se incorporo bruscamente, asustada, se tambaleó y cayó de bruces sobre el tablaje de pino.
- ¿Que ha pasado?
Clara Luz se acercó más al fuego y miró al fondo de la sala. Allá por donde la sala era noche surgió la figura de Juan, con los ojos encendidos y los pómulos henchidos de estupor.
- ¿Que es lo que me pasa, madre?
Todo estaba confuso. El crepitar de las llamas despertó al duende de las cosas y las cosas cambiaron de posición, rompieron las telarañas y levantaron polvo de azufre.
Clara se acordo de los consejos de su madre, de las caricias de su padre, de las historias de la abuela Angustias y de las peleas de sus hermanas y sintió deseos de correr, callejón abajo, hacia ellos.
-Quisiera decirte, graciosa niña de ojos claros, que ningun ser de este mundo (ni siquiera las alimañas del monte o los árboles del bosque, que seres son aunque de diferente calaña) escapa a los momentos de soledad y que son esos momentos los que hacen sentir luego el amor y la compaña como algo grande, capaz de elevar el corazón hasta las cumbres y acercarlo a la caricia del cielo, porque muy cierto es que para gozar hay que sufrir primero y el que más disfruta de algo es aquel que antes careció ... (ver texto completo)
En todo matrimonio hay, por lo menos, un necio.

HENRY FIELDING.
El matrimonio debe ser una relacion ya de simpatia o ya de conquista.

GEORGE ELIOT.
Hay mujeres que quieren tanto a sus maridos que, para no usarlos, toman el de sus amigas.

ALEJANDRO DUMAS (PADRE)
El amor es fisica, el matrimonio quimica.

ALEJANDRO DUMAS (HIJO)
Todas las mujeres deberian casarse; pero los hombres, no.

BENJAMIN DISRAELI.
Para casarte, cuando joven es temprano y cuando viejo es tarde.

DIOGENES DE SINOPE.
El unico matrimonio que siempre hace feliz al hombre es el de sus hijos.

NOEL CLARASO.
La primera sociedad esta en el matrimonio.

MARCO TULIO CICERON.
He sido mas a menudo discriminada por ser mujer que por ser negra.

SHIRLEY CHISHOLM.
Yo he conocido muchos matrimonios felices, pero ni uno solo compatible. Toda la mira del matrimonio es combatir durante el instante en que la incompatibilidad se hace indiscutible y sobrevivirlo.

GILBERT K. CHESTERTON.
Solamente el bigamo cree de verdad en el matrimonio.

GILBERT K. CHESTERTON.
El amor gusta mas que el matrimonio, porque las novelas gustan mas que la historia.

SEBASTIAN-ROCH NICHOLAS DE CHANFORT.
El matrimonio, tal como se tiene por uso entre la aristocracia, es un pacto de indecencia.

SEBASTIAN-ROCH NICHOLAS DE CHAMFORT.
Casamiento de parientes, tiene mil inconvenientes.

MIGUEL DE CERVANTES.
El matrimonio es el amor domesticado.

ALEJANDRO CASONA.
Un verdadero marido siempre es desconfiado.

LORD BYRON.
Habla seis veces con la misma mujer soltera, y ya puedes preparar tu traje de boda.

LORD BYRON.
Hay pocas mujeres tan perfectas que no hagan arrepentirse a sus maridos de haberse casado, por lo menos una vez al dia.

JEAN DE LA BRUYERE.
El matrimonio es la traduccion en prosa del poema del amor.

PAUL BOURGET.