¡Bueno... bueno...!,
¡Hola a todos!, especialmente a Ecom, que anda resfriau. Na, home, eso como aquél día en Cass Lasbra:
Entra un rapaz y ponse allí al fondo de la barra, junto a la puerta.
- Labraaaaa... ponme una manzanilla
- ¿Que pasa, que tas malu?
pues si tas malu, vas al médicu.
Voy ponete un Gin-Kas (como siempre)
... (ver texto completo)
Oye Ecom, que yo hasta que me llamen de la capital, toy trabayando. Ta la cosa muy tranquila y así nun me aburro.
Sobre el "Turullu de Coto Musel", decir que con el cierre de la empresa, silenciose pa siempre uno de los símbolos más significativos con la Campurra, que teniemos en el concejo mineru de Laviana.
En una ocasión preguntaroni la hora a Paulino T. (empleado municipal).
- ¡Oye, Paulino!, ¿tendrás hora buena?
- Si, Ho... son les tres y cuartu.
- Seguro que ye buena hora...
- Si ho...; tengo el reloj puestu en hora por el "turullu".
El Turullu era una sirena, como las de las fábricas, que estaba situado en los cargaderos de Coto m<usel del Sutu. Tocaba los cambios de relevu y la hora de la comida: A les ocho de la mañana, a les doce del mediudía y a les cinco de la tarde.
Mucha era la gente que se guiaba por esti reloj sonoru.
El turullu organizó la vida lavianesa durante muchos años; hasta que con el cierre de la Empresa Minera susodicha, se silenció definitivamente, dejando a la Pola sin su despertador tan peculiar.
Los güajes empezaben a levantase, tras el primer toque del turullu de les ocho la mañana; pues yera a les nueve cuando se entraba a escuela.
Al mediudía los obreros del exterior que trabayaben en el Sutu, y en el Cantiquín, como en el Cargaderu ó en los lavaderos de carbón, paraben a les doce pa coger la cestuca de mimbre y ponese a reponer fuerzes con la potuca de patates guisaes´, fabada ó lo que la muyer yos pusiera pa manducar, una barrina de pan (de la Panificadora moderna ó de la Panificadora de Yenes), y una botelluca de vino (media), con la que reponía fuerces y desatascaba un poco el garguelu de la carbonilla que tragaba en el cargaderu.
A les cinco tocaba, otra vez, pa dar por finalizau el turno de trabayu y, entonces basaben los mineros de Coto Musel, desde el Cantiquín, por les escaleres del Plano, hasta la casa de obreros. Muches veces vieslos baxar con la cara ennegrecía por el carbón y sólo se distinguía lo blanco de los dientes, y el brillo de unos ojos de gente noble y trabayaora.
A veces - en Verano, sobre todo - solien lavase en el remansu del rio, baxo el puente el Sutu.
Cambiabense de ropa, ponien a secar la del trabayu y salien pa la Pola a tomar una caciplina ó una botelluca -que bien merecio se lo tenien -
... (ver texto completo)
