He vivido dos años en Portsaplaya, y es una de las cosas más bonitas que me ha sucedido.
Viviamos en un piso enfrente del
mar.
Las vistas al
amanecer y también por la
noche, no creo que las repita nunca en ningún otro sitio.
Recuerdo los
paseos por la
playa al venir de trabajar, eran super relajantes.
En fín, que tengo un recuerdo maravilloso de aquella tierra,
Chiqui.