
Alquería de origen musulmán, pasó a depender de
Guadalest tras la conquista cristiana a mediados del siglo XIII. Fue repoblada por cristianos, gran parte de
Aragón, una vez expulsados los moriscos en 1609. Durante el siglo XVIII conoció un notable crecimiento demográfico, llegando a los 1.012 habitantes a mediados del siglo XIX. Sin embargo, desde entonces la localidad ha sufrido un despoblamiento continuo, con un pico negativo en 1991 (404 habitantes censados); desde entonces la población ha vuelto a crecer, hasta los 518 habitantes del 2012. La emigración durante el siglo XX se ha dirigido a la capital provincial asentándose en el
Casco Antiguo.