Antiguamente llamada Al-Banyala, fue un antigua asentamiento de población durante la época almohade, y por estar situada en zona fronteriza entre los reinos de Castilla y
Aragón, fue objeto de continuas disputas.
Tras la reconquista del Reino de
Murcia, fue donada por Jaime I el Conquistador a Guillén de Rocafull, siendo entregada más tarde a la Orden de Santiago por el propio Jaime I.
Rocafull reivindicó lo que era suyo en 1281, aunque más tarde se vio obligado a ceder su señorío a la Orden de Calatrava.
A partir de siglo XV,
Abanilla fue poblada por moros y dirigida por viejos y alfaquíes.
Su
nombre deriva del árabe al-
Bayada, que significa "la ciudad
blanca". Antiguamente, en el siglo XIII se la conocía como Favanella, en valenciano, o como Havanilla, en castellano