Iglesia de Nuestra Señora de la
Asunción
LA IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN se encuentra en el punto más alto del
pueblo rodeado del
caserío y de
tierras cultivables. Su
acceso se realiza a través de una escalinata pequeña,
estrecha y muy pronunciada desde se contempla una
imagen cautivadora del entorno.
El
edificio está construido en
sillería arenisca bien dispuesta y encuadrada, aunque en algún
tramo observamos cierto descuido en la colocación. La
planta actual poco tiene que ver con la fase
románica, ya que consta de tres naves cubiertas con
bóveda de crucería nervada y
cabecera semicircular. Del primitivo
templo románico solo se ha conservado el
ábside y parte de la caja de muros con sus cornisas y
canecillos. El resto del edificio responde a planteamientos arquitectónicos posteriores con sucesivas reformas y restauraciones, a veces no muy afortunadas. Pese a ello podemos deducir que originariamente tuvo una sola nave y un ábside semicircular precedido de tramo recto.
En el
exterior, el ábside se compartimenta en tres paños por medio de dos
columnas entregas que se elevan desde un pequeño podium. En esta zona se concentra un gran repertorio iconográfico y decorativo, aunque desgraciadamente la
erosión de la arenisca ha impedido que algunos canes puedan ser contemplados en su máxima expresión. En el paño
central se abre una
ventana románica formada por
arco de medio punto decorado con
flores y una chambrana con clavos. Apoyan sobre dos columnillas coronadas por
capiteles vegetales. El
alero se remata en la cornisa ajedrezada, soportada en una serie de canecillos figurados entre los que se distinguen distintos
animales (cérvidos, reptiles y aves), guerreros, una
figura de
aspecto simiesco, un personaje sosteniendo un tonel y una pareja en pleno acto sexual que parece aludir al pecado de la lujuria.
En el muro septentrional de la nave advertimos otra campaña constructiva, comenzando con la apertura de una ventana y una
puerta en el primer tramo de la nave actualmente cegadas, continuando con la reutilización de la caja muraría perteneciente a la primitiva nave que se remata con una cornisa biselada soportada por un rico muestrario de canecillos, algunos de los cuales repite motivos ya
vistos en el ábside. Vemos de nuevo a una pareja efectuando el coito y a un personaje cargando con un barril a sus espaldas (como en Sandoval de la Reina y Padilla de
Arriba, entre otras). El resto representan animales, arpías, un lector, un
contorsionista y una
cabeza zoomorfa flanqueada por dos serpientes enroscadas, similar a uno de los canecillos reutilizados en la
casa particular de Padilla de Arriba.
En el
interior, el hemiciclo absidal se
cubre con bóveda de cuarto de esfera –oculta tras el
retablo mayor- y el presbiterio con bóveda de
cañón apuntado que arranca de una imposta de billetes. En el muro de la epístola del tramo presbiteral se conserva una ventana románica decorada con
restos de policromía
gótica. Se compone de un arco de medio punto soportado por dos columnillas rematadas en capiteles decorados con un mascarón o cabeza antropomorfa, el derecho, y con motivos geométricos, el izquierdo.
Comunicando la cabecera con la nave se abre un arco triunfal apuntado y doblado que apoya sobre una pareja de capiteles figurados suspendidos en el muro por medio de ménsulas de factura posterior. El del lado del evangelio representa un gran mascarón de ruda labra acompañado en los lados por cabezas de serpientes, mientras que el de la epístola
muestra a un jinete provisto de casco,
escudo y lanza, enfrentándose a un
león debajo del cual aparece otro
animal. Entre el caballero y el felino se descubre una cabeza humana.
El análisis de los elementos arquitectónicos conservados, especialmente la articulación del ábside, y el repertorio
ornamental de sus canecillos y capiteles nos aproxima a una cronología centrada en
torno a los últimos años del siglo XII y comienzos del siglo XIII.
·ENCICLOPEDIA del ROMÁNICO-
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. El retablo mayor tiene escrito en la parte superior (1772) pero las imágenes de la
Virgen,
San Pedro y San Pablo son anteriores. Los colaterales, dedicados a
San Andrés y a San Sebastián, son contemporáneos; en el de San Andrés se lee (año 1776) El que tiene la
Inmaculada, comprada en 1900, pudiera haber sido hecho en 1700. Sobre la puerta de la
sacristía está la
Virgen de Cuevas. Procedente del
despoblado Cuevas de Puerta. Por falta de documentación se ignora la fecha de su traslado.