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Mensajes enviados por Justo Panduro:

Como las clases de piano que ha solicitado Justo, y que retrasa el profesor Queralt ad calendas, hasta que intervino D. Pedro a favor del olvidado postulante. Y otros más desplantes que Justo, “écorché vif” intenta olvidar sin que antes no le vengan al peto otros desprecios. Quizás exagera Justo, siempre perdido en su mundo de contradicciones... Acaso el sacerdote resentido no entienda o no quiera entender sus ansias de amistad.
Es costumbre entre los alumnos, de dejar los libros y objetos que ... (ver texto completo)
Hoy vuelvo al segundo volumen, que habla de la instalación de los Panduro en Barcelona.
Capítulo – 13 Manuel y su hijo Loly se van a la ciudad condal.

Y Así, como ya se ha dicho, un día de marzo de 1945, Cuando más bonito estaba el pueblo, las amapolas abiertas, entornando sus pestañas entre los verdes trigales, el sol sacando el vaho de las tierras con sus plateados rayos y los lugareños despertando del letargo invernal; en el tiempo de los fusiles de palmera, de los repiones y los aros, el ... (ver texto completo)
Cap5
Capítulo. 5. Justo marchó al seminario.

Justo, se ha marchado ya, al seminario menor de Tiana. Eso está cerca de casa Antúnez. Bueno todo es relativo: Casa A. se encuentra cerca del mar, pero al sur oeste de Barcelona. Y La Conrería, está al Norte de Barcelona, después de Montgat, y pasado el pueblecito de Tiana. Hay que coger el tranvía 48 hasta la estación de Francia, allí un tren de cercanías, que echa el ciento y más en llegar a Montgat. Desde Montgat a Tiana, un tranvía de vía estrecha, ... (ver texto completo)
Me adscribo a la demanda de mi amigo Carlos luna, a Julio Reyes, para que me diga también dónde puedo adquirir ese libro. Y de paso le mando un fuerte abrazo a toda la familia Da Cruz Luna. Justo Panduro.
Hola Justo,

veo que sigue con sus escritos, no los puedo seguir pues tengo el ordenador en el taller, cuando me lo devuelban los leeré todos.

un saludo.
Hola Alfredo. Espero que las historias de los antepasados de Alconchel te gusten. Cuando llegue el momento, volveré a Barcelona y a las barracas de "Cantunis" Yo también me he cargado el ordenador del despacho! Pero como ya está bastante viejo, ya no pienso arreglarlo. De momento, sigo con el portátil.
Me gusta que intervengas, pues a veces me pregunto si alguien me lee...
Un saludo cariñoso, lector asiduo.
Aquellas gentes no eran de las que se sientan a comer o hablar alrededor de una mesa: La candela de la cocinilla era más íntima. Y sentados en unos banquillos hechos a la azuela, cada cual arrimaba los carbones a sus zuecos. Y Porfiando y gruñendo, pasaban el rato entre comida y cigarro, hasta que Juana se levantaba con aire de cansancio y cara de sueño, cogía un candil y después de ir al pajar a ver “la piedra” que anunciaba la lluvia, desaparecía arrastrando sus zapatos claveteados por el empedrado ... (ver texto completo)
Capítulo tercero. Los Pequeños.

En aquella casa, a quien no gritaba, nadie le hacía caso. Los únicos que recibían algún mimo eran los niños. Y como bien se sabe, al último al que más. Por aquel entonces el que había llegado último, y, además, en plena guerra civil, lo llamaron Justo. Así le pusieron en memoria de un tío paterno, caído por Dios y por España, y porque se topó de frente con unos rojos que andaban buscando curas y guardias civiles, para limpiar la Patria, decían, que era más suya ... (ver texto completo)
¬No me asegure Vd. Nada don Jesús. Ya sé que “Semos mu brutos” Pero como dice el refrán: “Lo de ser bruto no quita el ser valiente”
¬Eso no pega, D. Jacobo.
¬Vd. Ya me entiende. Y Dígame: ¿Cuál de entre ellos no es buen cristiano? Escoja Vd. mismo uno de muestra: Ese grandullón que le saca la cabeza a los otros.
¬Quién ¿Domingo?
¬Sí ése: Escúchelo Vd. Hablar y verá que no dice dos palabras sin mentar a Nuestro Señor.
¬ ¿Se está Vd. burlando de mí? ¡Ese tal Domingo no sabe decir más que palabrotas, por no decir blasfemias!
¬Bueno pero no me puede Vd. negar que cada dos palabras él, mienta a Dios.
¬Don Jacobo, lo que ellos quizás hacen inconscientemente, Vd. Lo está haciendo insidiosamente y a sabiendas que es ¡peor!
¬Dejémoslo así Don Jesús. Son todos buenas gentes. Los que no son de la cofradía de Jesús de Nazareno, es porque lo son de la hermandad de su Señora Madre. Y no me haga hablar, porque Vd. Sabe mejor que yo, que con cumplir una vez por Pascuas ya se es buen cristiano. Así que agradecido debería estar de verlos “manque” sólo sea para la consagración.
¬Ocasión por la que entran sólo para ver a las mozas.
¬Y en una de ésas ocasiones, Vd. me los casa, y se quedan los dos adentro.
¬Prohibiré por lo menos lo de las cencerradas de Pascuas.
¬Prohíba, Prohíba. Pero recuerde que Vd. Es el cura párroco; pero la iglesia la hicieron los bisabuelos de ésos muchachos sin malicia, que tanto le irritan…
Domingo, ajeno a la discusión del Alcalde y del cascarrabias de cura, seguía de mala gana la partida de vilorda que como de costumbre iba ganando Fermín Herráiz... Por más que le daba vueltas en la cabeza, no atinaba con el modo de decirle al padre de Juana lo que le estaba hirviendo en el corazón.
¬“Chacho” ¡Estoy hecho un ovillo! Parezco un grullo de un pié saltando al otro y sin decidirme en cuál me quedo… ¿Entro y me arrodillo al lado de ella? ¿Me voy pa casa y la espero en lo del sacristán?”
De pronto, con un respingo de los que tan bien lo caracterizaban, alargó una mano para recoger su “chambra” y salió corriendo para la plaza del Reloj.
Corrió sin querer pararse hasta la calle Mesones, y allí no se detuvo hasta llegar al número 4, la casa de los padres de Juana. La emoción y el miedo le hacían temblar las piernas cuando llamó al picaporte:
¬ ¡Hombre, Domingo! Espetó Doña Juana madre, Te hacía en misa...
¬Pues no señora, que he venido a hablar con su marido.
¬Lo siento, ha salido hace un rato camino del huerto. Quería poner unas guías a los guisantes.
¬ ¡Ah! ¿Han agarrado?
¬Todo acaba por agarrar, hijo. Con paciencia y perseverancia, todo...
¬Pues un servidor, con el permiso de Vd. “Agarro” y me voy “pal” huerto a ver si le echo una mano a su señor marido.
¬Eso está muy bien, “muchacho” Seguro que si le ayudas...
¬Pues con su permiso, antes de que me enfríe.
Mientras tanto, la pobre Juana, se pasó la celebración de la misa observando de reojo la puerta pequeña, por ver si veía a Domingo. La misa que ella esperaba de gloria, se transformó en una de réquiem, cuando el celebrante los bendijo:
¬Ite misa est.
No pudo decir “Deo Gratias”. Cabizbaja vino desde la iglesia a su casa, pensando:
¬“No me quiere, no me quiere...” “Ni siquiera ha entrado para estar a mi lado en el momento de consagrar.” “No hace más que mirarme de lejos o por encima de la tapia del patio.” - Con la matilla por encima de los ojos, trataba de disimular las lágrimas que le caían por las mejillas
¬ ¡Soy yo madre! Me quito el velo, y voy para la cocina - Dijo con desencantada voz, al entrar en casa.
 Güeeeno, le contestó Doña Juana. Pero no tardes que vas a tener visita.
En el huerto, el grandullón de Domingo al que por irrisión le pusieron de mote “el Pequeño” estuvo ayudando al padre de Juana todo el tiempo que duró la misa, el responso y el Ite. Pero no pudo articular palabra.
 Hace calor, ¿eh? Le decía con sorna el Señor Frasquito, al verlo sudar y danzar de un pié al otro.
¬Sí señor.
¬Coge esa tomiza y átame bien aquellas guías, antes de que se derrumben.
¬Sí señor.
¬Ve a por unas cuantas cañas...
¬Sí señor.
“¬ ¡Ah granuja!” Pensaba el señor Frasquito, “ ¡ya me la quitarás, ya! ¡Pero tu trabajo te va a costar!”
Domingo, totalmente desalentado decidió despedirse:
¬Bueno Señor Frasquito, sino precisa de mí, yo…
 Pero ¡hombre! ¿No vas a venir a hablarle un rato a Juanita?
Porque esas cosas no se hacían entre hombres, Domingo no se abrazó al Sr. Francisco; pero estuvo en un tris de que lo hiciera. Al oír Juanita desde la cocina lo que venía comentando su padre, y a quién lo decía, la palidez de sus redondas mejillas se transformó en un carmesí subido. Cuando entró en la cocina, revoleada en un iris llameante, sin mirar a Domingo se sentó junto a su padre:
¬Con su permiso padre. Hola Domingo. No te he visto hoy por la iglesia.
¬Me fui a echarle una mano a tu padre al huerto.
¬ ¡El pobre!” Pensaba Juana mirándose los zapatos, “Y yo que creía que no quería venir a verme.”
II – Juana y Domingo.
La boda de Juana y Domingo fue sencilla. Domingo se puso una chambra nueva, que para tal ocasión lucía la solapa bordada por fuera, atada con un lazo negro como el fajín, muy ajustado, por encima del pantalón de velludo, los blancos bordados de las perneras de la ropa interior asomándole por las hendiduras laterales metido éste en las polainas de las botas, con flecos de cuero fino. En la mano, un sombrero de fieltro negro con cinta veneciana. La novia, sus enaguas de rayas Burdeos y paño de Flandes a guisa de delantal. Medias blancas sobre bordados blancos. Botines del mismo color, y como capa un pañolón con bordados rojos sobre fondo negro que su madre había mandado venir de Portugal. Un velo blanco le cubría apenas sus sonrosadas mejillas. Entre sus dedos un rosario enredado y el libro de oraciones con una sencilla flor de almendro entre las páginas.
Salió el novio por la calle Nueva, para que le vieran los vecinos; Juana hizo lo propio por la calle Mesones. Pero cuando tornaron de la iglesia, Domingo se metió con ella por la casa de Juana, y sin detenerse, pasó al patio, aupó a Juana a la pared de la cerca, saltó al otro lado y la bajó al huerto de sus padres.
¬Hoy mismo, dijo a sus recientes suegros, tiro esta pared, y abro paso entre las dos casas: Ustedes. Pueden venir cuando quieran y su hija puede ir a su antigua casa, cuando le apetezca. Y como lo dijo lo hizo, forjando la felicidad de las dos Juanas que lo trataban de “burro” “cabezota” mientras se enjugaban lágrimas de pura alegría
Domingo y Juana, tuvieron 4 hijos en este orden: Fermina, Manuel Francisco y José. ... (ver texto completo)
Capitulo Segundo. 1892 – el Ferrol.
Son las 12 horas del día 3 de diciembre, en el reloj del comedor de una modesta casa de la calle María, cuando nace en aquel rincón de España un niño al que bautizan con los nombres de Francisco, Paulino Hermenegildo Teódulo. Nadie se enteró en Alconchel, ni en el resto de España. Y, sin embargo, con el tiempo, aquel nacimiento influiría muy poderosamente en el pacífico curso de las vidas de los españoles. También, y con un resultado catastrófico torció para ... (ver texto completo)
¬Menos mal que la noticia de la abuela enferma ha servido para algo. Ahora que papá no ha comido, tendremos más parte nosotros. Dijo a media voz.
¬ Son troncos de col. Y a papá ya sabes que no le hacen mucha gracia.
Le contestó Justo. A éste, le costaba trabajo recordar el rostro de su abuela Carlota. Poco roce había tenido con la abuela de Consuelito y María, las hijas de Antonio que esas sí que eran sus nietas, porque hijas de su hijo y huérfanas de madre; con lo cual nada de celos entre abuela y madre. Nada parecido con ellos que cuando iban a dar una vuelta por la calle Ramón y Cajal eran recibidos como potrancos en una tienda de cazuelas de barro. Pero viendo el aire contrito de su padre, le dio un poco de pelusa, y tuvo pena de aquel hombretón que tanto temía y que estaba viendo tan desvalido. Vagamente recordaba a su abuela, corriendo detrás de él con la escoba, porque le había pillado mirándole entre las piernas, cuando de cuclillas limpiaba la loza con arena y esparto en el patio. Imprecisamente recordaba sus regañinas, y absolutamente no, no recordaba un gesto de cariño de aquella vieja quejumbrosa, ni un regalo, ni una triste naranja por navidad... Nada. Así que si estaba por compadecer a su padre, tampoco le importaba gran cosa que aquella vieja se muriera o no. ¡Hombre! A él no le hacía desde luego sombra desde tan lejos. Aunque le molestaba que su padre demostrara tanto cariño a ella y tan poco a ellos y a su madre. Pero como ya estaba acostumbrado a ser “el del medio” Que lo quisieran o no, que fuera la quinta rueda de la carroza familial, ya le daba poco morbo. Él era solo aquel niño que recibía cogotazos de sus hermanos mayores, algún correazo de su padre algún tirón de pelos o pellizco de su madre, y casi todas las noches tres o cuatro sonoros besos de la misma, al ir a bordarlo en el camastro.
Manolito, aprovechó que su padre se había acostado, para encender un pitillo, que absorto por la noticia, chupeteaba insistentemente. Aunque la “Chón” lo estaría esperando, no osó a salir, por respeto anticipado del duelo de su padre.
La barraca se fue apagando a medida que sus ocupantes se iban a dormir. Daba como una impresión de lejanía; de precariedad, de asentamiento provisional.
Decididamente, el barro rojizo del pueblo seguía pegado a los talones de aquella familia de parias. Fermina mató alguna cucaracha rezagada en la cocina antes de apagar el carburador e introducirse en la cama matrimonial. Los chirridos de su estrepitosa instalación junto a su entristecido marido, fueron los últimos ruidos que se oyeron.
En el silencio de la noche, los ecos de los vecinos de detrás, se mezclan con el ulular de la “Boya” que advierte a los barcos de algún peligro en la costa. Cierta rala brisa se pasea intermitente por entre las tablas del techo y el cartón cuero; en algún pico, lo levanta y al caer hace un ruido de murga. A Justo que escuchaba el ocaso de aquel día, le recordó el clap, clap de las tijeras de su primo el peluquero de Alconchel.
La higuera que su padre había plantado en el pozo ciego del patio, que había crecido tanto, que había dado inclusive higos este año, rascaba en la arena del cartón cubierta, y a Justo le dio un vuelco el corazón: ¿Sería que su abuela ya se había muerto y estaba rascando para protestar lo que había pensado, que no la quería? O ¿Sería la propia higuera para reclamarle los higos verdes que le había robado? Se acurrucó en la litera, y se tapó la cabeza con el abrigo. Enseguida cambió sus pensamientos por sueños. Soñaba siempre con músicas de fondo. Con orquestas de armonios y con aleteos de cosas que revoloteaban a su alrededor. ... (ver texto completo)
A través de la facundia simplona de su hermano, comprendió que su madre, había estado a punto de morir. La alegría del nuevo y aventajado empleo de maquinista se le fue transformando en un rictus de contrariedad. Y la contrariedad en atrición. Manolo siempre había presumido de querer a su pobrecita madre más que a sus hijos y mucho más que a su mujer. Pero ahora que se anunciaba el momento de borrar aquel tan querido ser de la lista de los vivos, algún remordimiento le pellizcó con rabia el corazón. Se le empañaron las gafas. Se las quitó y limpió con el pico de la camisa más que dudosamente limpia, con lo que sólo consiguió emborronar los cristales. El señor Manolo no llora, se le han enrojecido los ojos, se le ha enturbiado la vista...
Pero de esa manera llora el señor Manuel. Porque sabe que aquel “Soplo” le repetiría tarde o temprano. Y que su madre morirá. Por eso y por la edad: Es ominoso. Y aunque no se da cuenta, qué esta pensando, se le pasan por la mente todas las cosas que no ha hecho como debiera con su madre. Aunque no pueda recortar los recuerdo con margen blancas de fotos, está, como todos los hombres en momentos así, sólo le vienen los malos recuerdos, los detalles que no tuvo con ella: Las cartas, breves, escasas, los besos de refilón, los “La quiero Madre” que tanto ansiaba ahora decirle. Y otro pellizco, le decía:
“Bien hubieras podido pararte en tus visitas entre dos puertas, a escuchar el babilleo de tu viejecita, tan obsesionada por la salud de sus hijos, siempre rezando para que no les ocurra nada malo, siempre pensando que si ella estaba presente nada les podría pasar. Que no vivía, sino para mantener sus propias vidas”
De pronto mira a Fermina. Con gesto de niño perdido:

¬Mi madre se me muere. Mi pobre viejita que no le hace daño a nadie...
Fermina se le acerca compungida intentado consolarle:
¬ ¿Pero qué dice tu hermano en esa dichosa carta? – le pregunta: Luego se olvida que “No ha abierto la carta” y añade: Pero, pero tu hermano dice que ya se le pasó. Que le dio un aire, pero que aparte la boca un poco torcida...
¬Sí pero esta carta trae feche del 10 de octubre y estamos a 26. Hace más de 15 días, y ¿Quién sabe desde entonces lo que ha podido pasar? ¿Y como puedo saber desde entonces cómo está mi madre? Y ¿Cómo voy a hacer para ir a verla? Precisamente ahora.
Como no seguía con la frase, intrigada, Fermina le preguntó:
¬ ¿Por qué precisamente? Esas cosas no se pueden prever.
¬ Precisamente ahora, que me ha salido un trabajo fijo.

II. – Los catequistas de Acción Católica.
La segunda vez que justo se acerca al grupo escolar Luis Antúnez, se lleva una libretita, en donde ha empezado a apuntar las cosas que cree importantes, que le suceden.
¬ ¿Y me quieres hacer creer que esto lo has escrito tú? Le pregunta con tono de absoluta incredulidad, el catequista a quién se lo muestra.
¬-Sí señor. Y la poesía también.
El catequista sonríe, releyendo la poesía.
¬ Bien, para ser una primera vez... ¿Quién te ha enseñado a hacer, asociar las palabras?
¬- ¿Quiere decir usted, eso de tenía con venía y cantó con calló?
¬ Sí, eso...
¬ Mi madre escribía villancicos para que los canten los vecinos por Semana Santa en el pueblo y yo me he fijado cómo lo hace...
¬-Bueno; pues ahora, cuentas las sílabas tónicas... Y... No me hagas caso. Sólo te voy a decir que cada línea de la poesía que hagas, tiene que ser igual de larga que la siguiente: Ejemplo: “Qué descansada vida,
La del que huyendo del mundanal ruido...
Espera muchacho: Ese ejemplo no vale. Pero la música sí ¿Escucha? Qué des-can-sa-da vi-da... ¿Lo captas?
¬-Euuuh. Pero eso de que sean iguales ¿Me lo explica?
¬-Espera que encuentre:
Rompió los negros nubarrones pardos,
La luz del sol que se ocultó en un cerro.
¡Ahora! lo ¿coges?
¬-Sí señor, eso está en un libro de Chamizo. Mi padre lo tiene. Nos lo lee a veces.
¬-Justamente. Es una poesía de chamizo. Pues mira: Lo que vas a hacer, es pedirle ese libro a tu padre, y vas copiando. ¡Cuidado! No las poesías; eso no lo copies, copias la música que llevan dentro Tú metes tu idea, con tu manera de hablar y copias la música, el tono, las largas y las breves…Ya sé, no entiendes, pero tú lo vas recitando, como si fuera una marcha militar…eu…A ver si lo entiendes. El domingo que viene, me trae otra poesía y me la enseñas a mí. Los catequistas están formando un grupo de avanzados catecúmenos. Con libros que se han traído de la ciudad, abren una biblioteca de la cual, nombran bibliotecario a Justo, y conservador a Llordi del Puerto Franco. De momento, Justo recepciona los libros: Tiene por misión catalogarlos y entregarlos después al conservador, que los prestará a quién se los pida. Escoge para leer él, “Los piratas del Mar Caribe”
III. - A Fermina le sonaron las campanillas cuando escuchó la palabra “fijo” Pero no era el mejor momento para pedir explicaciones. Estaban tratando el muy serio tema de la probable muerte de la Abuela Carlota, y el momento propicio para indagar aquella prebenda pasó, sin que Fermina pudiera retener el mínimo cabo. Despacito se arrimó a su marido y con sentimiento le dijo:
¬Es verdad: ¡Qué pena, Manolo! Ahora que venías con esa buena noticia, con ese empleo fijo... Y te viene esa carta. Pero tu hermano dice que ya está bien ¿No? Quiero decir que tu madre no está para morirse mañana ni pasado.
¬Y ¿Tú qué sabes? El caso es que yo tendría que estar con la pobrecita de mi madre, a su lado. Y mira dónde estoy. – Con grandes gesticulaciones señalaba el techo – Y mira de lo que estoy tratando: De un puesto de trabajo. Mi madre se me muere, y yo estoy tratando de razonarme de que no puedo ir porque tengo un puesto de trabajo fijo. – Con un brazo extendido hacia el sur este, y un dedo acusador seguía recriminando – ¡Y a más de mil kilómetros de lo único que ahora mismo me importa!
¬ ¡Oooy, Manolo! ¿Sólo tu madre te importa? Nosotros no somos nada. ¿Tus hijos no cuentan para ti? A mí me da lo mismo. Ya sé que quieres más a tu madre. Me lo has refregado muchas veces.
¬No quise decir tanto. No sabría que dedo cortarme que menos me doliera como tú dices; Pero mi madre ahora se me va a morir...
Manolo, desamparado, se hunde en su pena sin atreverse a apoyarse en aquel hombro que su mujer le ofrece y a la que sin querer ha ofendido. Corcovado, con los brazos colgando, se fue para el cuartucho y sin más se metió en la cama.
Un ángel atravesó la estancia (Quizá fue una mosca que muchas había) Los protagonistas de este evento, se quedaron en las posturas que tenían al abrir Manolo la carta. Marinita estaba en la mejor película que había visto ese año. La conversación, el drama inminente de esa muerte anunciada, la salida teatral de su padre, la ironía de saber que su madre sabía lo que decía la carta y lo bien que lo disimuló. Todo le gustaba. Las peripecias de la familia Trap – como su padre los llamaba – eran apasionantes. Marina-luz ponía cara de pena cuando pensaba que había que ponerla. Y se mofaba de cualquier incidente sin ningún respeto. ... (ver texto completo)
Con todo, hoy, venía contento; porque el maquinista de la Hispano Suiza había faltado al tajo por enésima vez, y él lo había sustituido sobre la marcha, pasando de la pala a la cabina de aquel trencillo que tanto le había hecho soñar. Como diera la casualidad, que por sus muchos años la Hispano Suiza tenía sus caprichos, y ya había fallado los días anteriores; no fue para menos que esta mañana se encasquillara en mitad del primer viaje.
Saltos de rabia daba encargado que no veía cómo paliar la ... (ver texto completo)
La apoplejía de Carlota, madre del señor Manuel y abuela de Justo, se la anuncia Antonio a su hermano Manuel por una carta que le llega dos semanas después del acontecimiento. Como en aquel Barrio de Casa Antúnez todavía no había calles completamente formadas, ni claramente nombradas, y que cada cual le ponía a la suya el nombre que le apetecía, el cartero, se subía en cualquier montón de ladrillos, preferentemente en las plazoletas, soplaba en un silbato, y pregonaba los nombres. La operación la ... (ver texto completo)
Hola: Cuando copié la poesía y la introduje en la narración, se me mezclaron las dos columnas en que estaba escrita, pues en este foro no se admiten dos columnas. Así que la he transcrito en una sola y así os la re envío:

Van pasando los días,
los años,
y el tiempo se va.
Vivir tú creías:
Engaño.
Que el tiempo se va.
Es lucha perdida,
a ganar la vida, ... (ver texto completo)
Enraonar es otra forma de parlar, quizá más culta o menos usitada del catalán.
Justo olvidaba preguntarle por la "cediula de tránsito" no lo habia visto nunca.

saludos.
Bueno Alfredo: Contesto a tus preguntas: La cédula de tránsito (Y no cediula, Se me escapó una letra más) Era necesaria para desplazarse cerca de alguna frontera Así, cuando quise volver al pueblo que está tocando la raya de Portugal, pasó por el tren un inspector que al no llevarla yo, tomo mis datos. De momento no hubo consecuencias; pero cuando fuí a sacar mi pasaporte de la comisaría central de Layetana, me sacaron una multa de 25 pts que tenía que abonar antes de recuperarlo.
Coquillo es una ... (ver texto completo)
1954.
El Sr. Rector, el Dr. Altés, es el director del Seminario Menor. Está paseando por el patio de los grandes, de la Conrería, con D. Pedro, D. Justo, Mossen Queralt Mossen Cases, Mossen Melús Mossen Campo y dos o tres otros Mossenes de los que no tratan los de 4º Curso:
¬ Está aproximándose la Onomástica de su Ilustrísima, dice el Dr. Altés, y os he reunido para que deis vuestra opinión. No sé qué podríamos hacer de novedoso que le agradara.
¬ Lo que hagamos, tiene que ser, tiene que salir ... (ver texto completo)
Hola Justo,

de momento sigo leyendo sus mensajes aúnque de serle sincero le tengo que decir que me interesan mas las cosas "de otro tiempo" como ud. dice tal como la maquinilla Hispano o la construcción del aeropuerto, que la propia vida de vocación seminarista.

una pregunta indiscreta, pero respetuosa: leí que firmaba Justo Panduro por un familiar guadia civil del mismo nombreque cayó en Barcelona en los enfrentamientos del golpe de estado militar pero ¿de que lado?

saludos
alfredo
En tiempos de la guerra civil, mi familia estaba dividida y en los dos bandos: Así, mi padre republicano y en el cuartel de Atarazanas de Barcelona, su hermano Antonio, guardia de asalto (Algo comunista) en el puerto de Algeciras (Creo) en andalucía, su hermano pequeño Justo Hernandez González (Al que pusieron en la lápida de la cruz de los caídos, por segundo apellido Panduro, Apodo de la familia, en un pueblecito de Extremaduro (Lo estoy averiguando) Y lo mismo sucedió en la familia de mi madre, ... (ver texto completo)
Bueno. Pues ahí lleváis una parte de la historia del Ex seminarista. Espero no cansaros con historias de otra éppoca. Mi ingreso en el seminario me marcó; es evidente, pues aún recuerdo casi todo lo que me sucedió en esos años tan felices de mi vida. Sigo? Saludos de Justo Panduro
II: +

Seminario Menor Diocesano de Barcelona: 20 de septiembre de 1953
Apreciados Manuel y Fermina Hernández: Apreciados en nuestro Señor:
El motivo de escribirles esta carta urgente, es para precisar, si hubiera lugar, que el alumno Justo, vuestro hijo, es esperado en este Seminario Menor, de Tiana, el día 25 del corriente, y que su incorporación deberá efectuarse a las 14 horas. Le adjuntamos la lista de pertenencias que debe traer. La dirección donde podrá recoger y depositar las mudas, ... (ver texto completo)
La poesía termina asi:
Habiendo vivido.
la vida... No más.
A propósito de palabras del terruño, ya encontrarás muchas en boca de los personajes de esta enmarañada historia: Saludos Juan Alfreo. Otro abrazo para tí.
I. -Las manías de Justo.
Siempre le ha gustado poseer cosas. Es su manera de afirmarse entre los suyos, que tantos son, sin necesidad de tener en cuenta a todos los allegados y ajenos que se les arriman. No es que tenga nada de gran valor, pero lo poco que posee, lo defiende a uña y diente de sus hermanos y de los que se le pongan por delante ... (ver texto completo)
Justo no se muy bien que quiere decir con "Me es imposible quitar todo lo que no es conveniente. Pero lo intentaré. No tendrá el mismo sabor." pero opino que no debe quitar nada se conveniente o no, pienso que como ud. dice "no tendría eñ mismo sabor".
Pues verás, amigo Alfredo: La Historia de un Ex seminarista, la envié al "Axiu de la memoria Popular de la Roca del Vallés, para concursar (Quedé finalista con cuatro más, pero el premio se lo llevó un colega de Malgrat copn su libro en catalán: Història de un regisor) Después, otro ex de san fost de camcentelles, me aconsejó que lo enviara a la bibloteca episcopal del seminario de barcelona, y por esa razón escribí esas líneas que no entiendes: Pensé que por corrección debía quitar ciertas historias ... (ver texto completo)
Por aquel entonces, el señor Manuel, a conseguido un puesto de trabajo en el aeropuerto del Prat. Contento de su suerte. (Pico y pala) ha podido pasar las chicanas del régimen franquista, que lo tenía fichado fuese adónde fuese en la península.
III. ¬ ¿Quieres acercarte conmigo al campo de aviación, para ver si hay algún puesto de trabajo para ti? - Plantea Manolo a su hermano Antonio.- Allí hay más de trescientos hombres haciendo cosas.
¬ ¿Qué cosas? Yo de oficios no sé gran cosa, aparte los pozos ... (ver texto completo)
LOS PANDUROS EN BARCELONA

Un miembro de esta familia va a descubrir su vocación sacerdotal

He intentado muchas de veces, dar por terminado esto que escribo: No consigo finalizarlo. Pero a través de mis notas, he descubierto, que he escrito mucho sobre, a cerca de, “El seminario Menor” o “La Conrería” de sus alumnos y profesores, y de los personajes que orbitaban alrededor de la institución conciliar. En Onofre, el señor Ventura, El enfermero limpiador de los dormitorios, las monjitas que ... (ver texto completo)
RECUERDOS DE UN EX SEMINARISTA.

De la Conrería (El maresme Barcelona)

Extraído del libro de “los Panduros”

Alguien dijo: “Solo sé lo que recuerdo…

Otro dijo: Ninguno da de lo que no tiene.
... (ver texto completo)
Hola Alfredo! Siempre es de agradecer que alguien encuentre bien lo que un aficionado escribe en este foro. Gracias por tu mensage. Claro que tengo mucho más escrito referente a mi estancia en el seminario; pero ante la ausencia de reacciones (Lo mismo da que sean buenas que críticas) de los otros foreros, se desanima uno de continuar enviando. En fin: Así va la cosa, y así continuará. Hoy, me han avisado de que tenía un mensaje y he venido a ver qué decias. ¿Te concierne en algo el seminario? O ... (ver texto completo)
Encantado de hablar con usted, SEÑORA IVETTE BERJANO. Sí se puede hacer el árbol genealógico. Valla usted a el principio de pa página, y verá inmediatamente después del apartado "Mensajes" tiene otro "MENSAJES" Clique ahí, y siga las instrucciones. Yo lo hice, y le confieso que me costó mucho llegar a registrarme. Y luego, le advierto que tiene que construir usted misma su árbol genealógico, con lo que usted aporte. Luego, si alguien que la conozca quiere añadirle algún otro miembro de la familia ... (ver texto completo)
A ver, que no me he explicado bien: Al lado de "Mensajes" en cabeza de página, hay otro apartado que dice "Genealogía" Es ahí que debe clicar y seguir las instrucciones. Se me olvidó decirle que del tiempo en que Alconchel era portugués; (El rey Doinis reconstruyó el castillo de Miraflores) mi familia tiene vínculos portugueses y castellanos (Por un duque de alba y Olivenza)
Eo falo um poco portugâis oliventino e tenho amigos en Olivença que foi e deveria esser portugâis, Tambén Alconchel lo foe ... (ver texto completo)
Señor Panduro;

Yo soy Portuguesa, pero... pero tengo mis raíces en Anconchel, en Valle Matamoros, y por supuesto en Higuera de Vargas, y Jerês de Caballeros, etc...
Estoy haciendo el árbol genealógico de mi família, y me gustaria, si fuera possíble, de ponerlo en este foro. Pero no se como hacerlo.

Será Possible?

Manuel Estoy en Lussemburgo. La semana pasada estuvieran en nuestra casa Amparo y Naty, com la Madre Natividad. Estan bien. Hemos hablado mucho de nuestra família y de Alconchel.

Hasta ... (ver texto completo)
Encantado de hablar con usted, SEÑORA IVETTE BERJANO. Sí se puede hacer el árbol genealógico. Valla usted a el principio de pa página, y verá inmediatamente después del apartado "Mensajes" tiene otro "MENSAJES" Clique ahí, y siga las instrucciones. Yo lo hice, y le confieso que me costó mucho llegar a registrarme. Y luego, le advierto que tiene que construir usted misma su árbol genealógico, con lo que usted aporte. Luego, si alguien que la conozca quiere añadirle algún otro miembro de la familia ... (ver texto completo)
Saludos Justo, claro que si yo no tengo ningún inconveniente en que sigas emitiendo y publicando dicha historia, por cierto te expresas muy bién y te abundan muchos recursos literarios. Creo que es posible que pueda haber alguna vinculación parental en cuanto al apellido Hernandez. Marcos y Miguel Martinez tinoco eran hermanos el primero és mi abuelo carnal. En fin a ver si puedes ayudarme a encajar el puzzle parental. Un abrazo
Hola primo Funo: Como ya te dije, la familia de mi padre y la de mi madre eran primos y ellos primos segundos pero hay un montón en Alconchel, ya sea en la de Carlota gonzáez, casada con Adolfo Hernandez, mis abuelos paternos, y en la de mi madre mi abuelo era Domingo Hernandez. Veré si mi hermano Manolo (82 años) recuerda la filiación y te la comunico. Otra cosa son los cumplidos que me mandas de mis escritos: Gracias. El problema es que ya he tenido varios chascos (Ya sabes, los profetas no triunfan ... (ver texto completo)
yo soy de alconchel y me gustaria saber la historia de la familia panduro
Hola Mª Jesús. He leído un mensaje en este foro que me trataba de "El Tal Panduro" Por mis mensajes extensos sobre la historia de los Panduros que parece te interesaría conocer. Te mando mi correo justo37@live. fr por si quieres que te mande algunos extractos. No pienso plublicar nada más en este foro. Un atento saludo.
Hola Justo, soy ciudadano de Sevilla y he vivido en Barcelona. Yo estoy enparentado con ese pueblo, mis abuelos eran Marcos Martinez Tinoco y Castora hernandez gomez. Mi madre Sofia Martinez Hernandez, me gusta mucho ese pueblo y sus gentes. Allí estan enterrados mis abuelos, y ademas tengo mas familia,. Saludos
¡Hola funo, ciudadano de la mítica Sevilla! Cómo me gustaría estar en esa hermosa ciudad... Si te mando esta nota, es para decirte que a causa de otro usuario, molesto de mis extensos escritos, he decidido no publicar nada más sobre Los Panduros de Alconchel. Pero si a tí te interesa saber de ellos, puedes pedírmelo a justo37@live. fr y muy gustoso te mandaré extractos de ese libro. Un atento saludo.
Ah, j'oublé mon adresse: 45 rue des Bienvenus. Villeurbanne. Si de fois tu passes en directión a Espagne. Un abrazpo
Señor Justo Panduro no merece la pena enfadarse entre paisanos, lo unico que intentamos es alimentar este foro, y a traves de él ayudar a alguien si se puede, en cualquier tema;
Si Vd. quiere seguir escribiendo la historia de su familia pues lo veo estupendo, pero perdon que le diga que acaparar asi el foro es a veces un poco pesado.
Todos tenemos una historia que contar de nuestras familias, pero creo sinceramente que existen otros medios mejores para difundirlas. Me llamo Manuel Herrera y seguro ... (ver texto completo)
Hola paisano Manuel Herrera Berjano: Si contestas a mi mensaje supongo que has leído también los dos de Tomás Periañez, ¿Tú no crees que hablar (criticar) a otra persona poniéndole “El tal “delante de su nombre no es ofensivo? ¿O cuando menos despreciativo? Y en el segundo mensaje, me dice que ¡Le quiero quitar su primer apellido, del que está tan orgulloso!
Mas le hubiera valido pedir unas excusas, si por acaso lo hizo sin pensar que podría ofender a una persona que no le conoce, y que no se ha ... (ver texto completo)
Si todos hiceramos como el tal panduro harian falta 3000 foros, bueno cuñado tu y yo tenemos otros medios por los cuales podemos contactar, Manoli me alegra que tu y Angelita os hebeis vuelto a reencontrar despues de tantos años, para mi ha sido una alegria el que yo os halla podido facilitar este encuentro.
Saludos.
Hola Tomás Periañez. Contesto a tu mensaje en el que me mientas: "Si todos fuéramos como el tal Panduro" dices. Y yo te pregunto: ¿En qué te molesta a tí Justo Panduro? Si no te interesa lo que escribo sobre personas de mi familia que son, o eran, como yo de Alconchel no leas mis mensajes pero no juzgues por tus preferencias a todos los que mis historias puedan interesar. Que sepas que he recibido dos mensajes de los moderadores, diciéndome que tenía varios mensajes (Tú mismo puedes verlos: Funo, ... (ver texto completo)
HOLA. EXCURA.-
-- ¡Ostres! ¡Ostres!

Els meus Amics saben que no posseeixo ideologia ni religió. jo em definiria com Universalista pragmàtic proper a la metafísica, amb les meves pròpies idees.
SALUTACIONS.

DUC (buho)

WWW. ConcadeDalt. Cat
... (ver texto completo)
Hola Duc! s es d’agreir que cuansevol responda als meus messatges! Me dius que te consideres pragmàtic, jo fa temps que me demano de què religió o de qualles idees soc! Però això no es el motiu del meu massatge; el veritable motiu es que no veig bellugar-se vostre aforo; a més, diferentment del altres afores, no n’hi a un apartat que digui les temes visitats o més visitats del mes. I me demano: quantes persones llegissin els meus escrit? Val la pena continuar?
Perdona pero me paso al castellano que me cuesta menos escribir. Ya hace mucho tiempo que falto de Catalunya y aquí donde vivo sólo tengo un amiguete que habla valenciano. Gracias por manifestarte. Si me quieres decir algo por fuera del foro, este el mi correo: justo37@live. fr ... (ver texto completo)
El motivo de mi vuelta a vuestro foro, es por terminar de contar ciertas historias o sucesos de Illo Tempore, en los cuales los seminaristas son los protagonistas. Un libro. "Recuerdos de un seminarista" ha sido recibido en biblioteca episcopal del seminario de Barcelona. He recibido una carta de este organismo que dice así: Biblioteca Pública Episcopal del Seminari de Barcelona
diputació 231 - Tel 450 16 00 - 08007 Bcn.
Justo Hernandez - 45 rue des Bienvenus - 69100 - Villeurbanne.
Barcelona ... (ver texto completo)
Bueno: Soy JUSTO pANDURO: DESDE HACE CUATRO O CINCO MESES, VUESTRO FORO NO SE HA MOVIDO. ESO DEMUESTRA EL POCO INTERÉS QUE TENÉIS POR ESTE MEDIO. NI POR LEER LAS HISTORIAS QUE HOS HE MANDADO NI POR CUALQUIER OTRA RAZÓN O TEMA, PUESTO QUE NO CONTESTÁIS A NADA! lO DEJO ABIERTO HASTA EL SÁBADO, Y SI NO VEO MOVIMIENTO, CESO DE MANDAR Y DE IR A VER SI OTROS MANDAN ALGO. SALUDOS
Capítulo tercero.

En aquella casa, a quien no gritaba, nadie le hacía caso. Los únicos que recibían algún mimo eran los niños. Y como bien se sabe, al último al que más. Por aquel entonces el que había llegado último, y, además, en plena guerra civil, lo llamaron Justo. Así le pusieron en memoria de un tío paterno, caído por Dios y por España. Y porque se topó de frente con unos rojos que andaban buscando curas y guardias civiles, para limpiar la Patria, decían, que era más suya que de aquel ... (ver texto completo)
II. Adolfo y Carlota. Adolfo se despierta chasqueando la lengua.
¬ ¡Vaya, vaya! ¡Esta muela me está dando la lata otra vez!
¬Ve a ver a D. José María le resp6 ¿Para qué hacer, el boticario?
¬. Que te.. dé algo para el dolor, ¿No?
¬ ¡Veràs tú, si mañana me sigue doliendo! Con la navaja me la saco yo.
¬ ¡Jesús qué hombre más bruto! Si te la tienes que sacar, ve a ver a tu primo “El Tijeras” que lo hace muy bién.
¬ ¿Quién? ¿Ese afeita cafres? ¡Ni puñetera falta que me hace! Y además no es mi ... (ver texto completo)
III Carlota Adolfo, y los señores del pueblo.

Hoy el Pueblo está como dormido. El sol a estado pegando desde las nueve de la mañana En la Corredera, en la Plaza del Reloj, en la esquina de la calle Clavellinas y sigue bajando por las estrechas callejas de los Canónigos y de los Cochinos. Las puertas adornadas de relucientes clavos, pavonados o de cobre, según la riqueza de los que en las casas viven, se abrieron dejándolo entrar a raudales por los pasillos, enjabelgados, repletos de macetas alineadas, ... (ver texto completo)
II. Adolfo y Carlota. Adolfo se despierta chasqueando la lengua.
¬ ¡Vaya, vaya! ¡Esta muela me está dando la lata otra vez!
¬Ve a ver a D. José María le resp6 ¿Para qué hacer, el boticario?
¬. Que te.. dé algo para el dolor, ¿No?
¬ ¡Veràs tú, si mañana me sigue doliendo! Con la navaja me la saco yo.
¬ ¡Jesús qué hombre más bruto! Si te la tienes que sacar, ve a ver a tu primo “El Tijeras” que lo hace muy bién.
¬ ¿Quién? ¿Ese afeita cafres? ¡Ni puñetera falta que me hace! Y además no es mi primo: Dionisio es primo de mi primo Domingo, ¡ea!
¬Si es primo de tu primo...
¬Es medio marica. No quiero tener primos de esos, ¡Coño!
¬No hables así, Adolfo. Tú antes de ir a Cuba, no decías palabrotas...
¬Pero de Cuba me vine con los dientes hechos agua, y la pierna ésta que me hirieron que no me deja trabajar agusto. Imagínate, segar agachándome como las mujeres, en vez de plantar la rodilla. Si lo hiciera alguien tendría que venir a levantarme. ¡Lo que me faltaba! Me dirían que me volviera a casa, cubano o no cubano, que el trabajo no está esperándome a mí.
¬.. Espera, “jomio”, que tengo un poco de café. Te lo caliento enseguida...
Adolfo sale al patio trasero y en una palangana empieza a lavarse. Carlota su mujer, se activa con la cafetera, la pone con agua en el rescoldo de la lumbre a mismo el suelo, y espera a que rompa a hervir Adolfo se está secando y de soslayo mira hacia la cuadra: en el pesebre queda un poco de paja; pero el lugar de las bestias está vacío. Cuando se fué a Cuba, su padre tuvo que vender la burra que les quedaba.. Carlota ve el agua que rompe a hervir, y echa un puñado de café. Con un tizón, lo remueve mientras el líquido borbotea.
¬ ¡El café! Grita desde la cocina.
¬Pero. ¿qué haces ahora, Carlota? ¿Qué manera es ésa de hacer el café?
¬Es un truco que me han dicho para no gastar tánto... Toma, verás que bueno está así.
Le tiende un tazón de barro rojizo humente. Adolfo tarda en decir si es bueno o malo el café así requemado. Carlota espectante le observa de reojo mientras atiza los troncos de la lumbre para reavivarla.
 Parece que el día sale de sol ¿No? Comenta con Carlota que sigue esperando que le diga qué tal le pareció el invento del café con brasa..
 Pues no sé que decirte: Cuando vea salir el Sol, podré opinar... De noche todos los gatos son pardos.....
¬ ¡Pués sí! Está bueno.
¬ ¿quién? ¿El Sol?
¬No: tu café quemado. Parece que es más fuerte... Y el aroma me recuerda el que hacíamos con los granos más tostados en Cuba.
En la plaza del Terrero, los jornaleros empiezan a apiñarse. El murmullo de las conversaciones les llega hasta la casa de Adolfo y Carlota.
 Bueno, mujer, me voy para allá. Ya debe haber una docena de hombres o más: Tampoco es cuestión de llegar el primero, que no voy a mendigar un jornal; pero llegar de los últimos, parece que suena a holgazán que no se llega a levantar...
¬Con Dios hombre. Y no te preocupes, ni cojas lo que otros desprecien: sino te conviene, te vuelves para casa, y nos vamos al huerto de tu primo Domingo.
Al lado de la escuela, frente al molino de aceite, en la misma calle donde vivía Doña Rocío la comadrona y Amancio el panadero, vive otra familia, pobre, Les llamarán màs tarde, “Los Panduros”.
Carlota Panduro, no había salido nunca del pueblo. No había oido hablar de otros lugares, Cuba aparte, que en Cuba estaba Adolfo. Creía en el Demonio,- ave Maria purísima- rezaba a todas horas, y si veía una mariposa negra se persignaba y cruzaba los dedos. Con eso de tocar el acordillón, no se perdía una boda ni un bautizo. Y en todas las fiesta era bién recibida por sus Acertijos, sus cuchifletas, y su música. Algo dijo en uno de esos festejos referente al pan que estaba duro que hizo tal gracia, que los convives empezaron a decir:“La del pan duro”. “La que dijo que el pan estaba duro” “la Carlota pan duro, la Carlota “Panduro” y con el mote de “Panduro” se quedó.
Carlota y Adolfo, se casaron, y los padres de él, les regalaron una casucha que estaba en ruina en la calle Ramón y Cajal, que como pudieron y supieron arreglaron. En élla ya instalados, se pusieron con ardor a tener hijos: Manuel, Antonio, Consuelo y Justo.
Cuando en la guerra civil, (muchos años después) les mataron uno de sus hijos, en el monumento a los caidos pusieron: Fulanito de tal y tal Menganito de cual y cual, Justo Hernández “Panduro” Caidos por Dios y Por España. Y cuando Antonio Rodríguez, marido de Consuelito, y cuñado del caido fué a reclamar y pedir cuentas por el insulto, le dijeron que era demasiado tarde, que no se podía cambiar el bloque de marmol.
Que el bloque y los nombres grabados en él, buenas perras le había costado al Ayuntamiento, y que al fin y al cabo, todo el pueblo sabía por el apodo quién era quién, y que González caídos por Dios y por España, había muchos en el pueblo; pero Panduro sólo él. Pero que en cuanto pudieran, le añadirían una hermosa poesía de Miguel Hernández, y no de cualquier otro, en deferencia a que se llamaba como éllos.
Con el tiempo, Manuel de los “Panduros” y Fermina de los “Pequeños” como primos que éran se vieron y algo más que una corriente de parentesco paso entre ellos. Manuel no sabía cómo acercarse a aquella prima tan bonita y tan tontorrona que sólo tenía trece años. Pero la ocasión se la puso el Sr Domingo en bandeja el día que le dijo a Adolfo:
¬Oye, Primo Adolfo. ¿por qué no viene tu hijo Manuel que tánto sabe, y enseña a mi moza a escribir y leer?
 Hombre, por mí... le contestó Adolfo;

Pero Manuel se le adelantó y se ofreció a lo que fuera menester, comprendiendo que así podría acercarse a la moza facilmente. La niña no pensaba más que en aprender lectura y escritura, pero el mozo, también la enseño a querer, y con el tiempo se casaron: Los “Panduros” chicos y “Pequeños” por parte de madre, se fueron a vivir a la casa de Domingo que era más grande, donde ocuparon la habitación de enfrente a la izquierda.
De cuya, habitación los cuñados, Francisco, Manolo y José, tuvieron que salir para acomodarse en el cuarto despensa que daba a la cocina, cosa que no les desagradó del todo por ser primo segundo el reciente marido de la hermana, y por estar en aquella habitación el arcón de la chacina, dónde en sal, guardaba Juana, los restos de la matanza del año.
Poco tiempo pasaron, felices, los protagonistas de esta historia. El rey don Alfonso XIII no supo plantar cara a los Republicanos, y una noche de I931 fué destronado. Así, lo que su padre Alfonso XII el pacificador consiguió terminar, como en saco viejo, por otro girón volvió a resurgir:
De Alfonso XIII a un gobierno sin monarca, y de la Republica a Franco, que I936 acaudilló la rebelión, y asumió la jefatura del nuevo gobierno nacionalsindicalista.
“ Soñaba el ciego que veía, y soñaba lo que quería”. Dice el refrán. Soñaban las sencillas gentes de aquellos pueblos recónditos, que el rey no les procuraba nada bueno; tampoco se lo dió la República, ni Franco con su tal gobierno: Claro que siempre hay otro refrán que da razón a tanto desaguisado: Del decir al hacer mucho trecho hay. O del dicho al hecho, trecho
Y una cosa sí que está clara: Que es imposible contentar a 30 millones de Reyes, como decía Unamuno. No que los de Alconchel pretendieran ser reyes ni mucho menos. Pero mejorar su triste condición aúnque fuese de poco, sí que hubieran querido, fuesen gobernados por reyes repúblicas o“Caudillos” con un zurrón de panes de a kilo a cuestas! Peor, algunos sí que mejoraron. Y de pronto se volvieron Nacionalistas: “A tuerto o derecho, que Dios ayude a los nuestros” ¿Eh? “Y que Dios ayude a los malos cuando sean más que los buenos. ... (ver texto completo)
Amigo Carlos Luna, estoy leyendo con gran interés todo lo que escribís tanto en portugués como en castellano. Me siento partícipe de vuestra búsqueda de esa porción de portugal que no se delimitó cuando se trazó la raya. Ya sabes que soy de Alconchel que fué portugués, luego español, otra vez portugués... El castillo de miraflores lo mandó hacer el rey portugués Dionis (creo) Y otro rey portugués lo reconstruyó. En mi pueblo hay muchas raíces portuguesas. Trataré de escribiros aquí, con el poquito ... (ver texto completo)
Adolfo Hernández, tirador distinguido, fué uno de los ùltimos que llamaron a filas par ir a defender aquellas tierras que por entonces eran de España: Cuba. Cuando llegó la orden de bajar las espingardas, los pocos hombres que todavía resistían a los deseos de independencia de los que ya se denominaban a sí mismo Indianos, Adolfo se echó un puñado de semillas de tabaco de regalía al bolsillo y sin odio ni rencor para con aquellos que no querían ser Españoles, se fué al malecón y cogió el barco con ... (ver texto completo)
Los Panduros de Alconchel

Introducción: Hace ya muchos años, a los 14 de mi vida, empecé a escribir. No inventé nada nuevo. Escribí unas líneas en una libreta cuadriculada, para dejar constancia de algo importante que acababa de descubrir: Dios. También hice una poesía. Sobre Dios, claro. Todo eso como consecuencia de unos ejercicios espirituales, que unos señoritingos de Acción Católica nos hicieron seguir en nuestro barrio de chabolas de “C’Antunis,”Barcelona. Como lo del “Diario” era un secreto ... (ver texto completo)
El castillo de Miraflores se ve de todos los alrededores y es un gozo admirar sus elegantes almenas, sus tres recintos fortificados su orgullosa torre de homenaje, su patio de armas, así como los diversos cubos de defensa intercalados entre los recintos, y todos orientados hacia el sur, hacia la Raya.

De origen árabe, sufrió de la reconquista. En el siglo XII fue reconstruido por el monarca lusitano Alfonso Enríquez. Los templarios lo consolidaron, lo que lo convirtió en uno de los bastiones ... (ver texto completo)
Los Panduros de Alconchel

Introducción: Hace ya muchos años, a los 14 de mi vida, empecé a escribir. No inventé nada nuevo. Escribí unas líneas en una libreta cuadriculada, para dejar constancia de algo importante que acababa de descubrir: Dios. También hice una poesía. Sobre Dios, claro. Todo eso como consecuencia de unos ejercicios espirituales, que unos señoritingos de Acción Católica nos hicieron seguir en nuestro barrio de chabolas de “C’Antunis,”Barcelona. Como lo del “Diario” era un secreto ... (ver texto completo)
Hola Justo, soy ciudadano de Sevilla y he vivido en Barcelona. Yo estoy enparentado con ese pueblo, mis abuelos eran Marcos Martinez Tinoco y Castora hernandez gomez. Mi madre Sofia Martinez Hernandez, me gusta mucho ese pueblo y sus gentes. Allí estan enterrados mis abuelos, y ademas tengo mas familia,. Saludos
Hola Funo: De alguna manera somos primos. Y hasta puede que algún Hernandez del pueblo esté también ligado con nuestras familias, lo que nos hace parientes. Yo soy uno de los últimos Panduros, por el mote de mi abuela materna Carlota González y Pequeño por mi abuelo materno Domingo Hernandez y como mi abuelo paterno era también Hernandez, pues un montón de primos carnales y segundos se llaman como nosotros. Bueno si quieres saber más cosas de los Panduros, en el foro común, tienes varios capítulos, ... (ver texto completo)
yo soy de alconchel y me gustaria saber la historia de la familia panduro
Hola Mª Jesús: Es cierto que este foro se mueve poco. Pero eso no se me puede atribuir a mí, que tengo extensas páginas escritas sobre mi familia "Los Panduros". Sin embargo, un gracioso de esos que siempre tienen que criticar o reirse del esfuerzo de los otros, un día comentó en este foro, que si lo que escribía parecía un testamento, que ya no era el foro lo que era antes a causa de mis escritos; Y yo, suceptible, celoso de mi propiedad intelectual, me retiré. Hoy me han avisado los censores, que ... (ver texto completo)
El motivo de mi vuelta a vuestro foro, es por terminar de contar ciertas historias o sucesos de Illo Tempore, en los cuales los seminaristas son los protagonistas. Un libro. "Recuerdos de un seminarista" ha sido recibido en biblioteca episcopal del seminario de Barcelona. He recibido una carta de este organismo que dice así: Biblioteca Pública Episcopal del Seminari de Barcelona
diputació 231 - Tel 450 16 00 - 08007 Bcn.
Justo Hernandez - 45 rue des Bienvenus - 69100 - Villeurbanne.
Barcelona ... (ver texto completo)
Hola Tianenç soy Justo el ex seminarista. Ya estoy de vuelta
Hola Cándido! me he dado una vuelta por este foro, y me doy cuenta de que está parado! ¡Qué raro que no esté el tío ese Chanche que todo lo critica!
Niña menudos” “ ¡Niña menudos!”
Gritaba en las encrucijadas de aquel barrio marginal, sin calles, sin luces, sin ilusión. “Menudos” suena bien. Decir Patas, rabo, pito, cagalón careta u ojos (Se vendían por quilos) parece más de “escombrerería” que de “carníssería”. Palabras de los vernáculos.
Algunos días, salen buenos, el sol seca la “Boira” el techo de cartón cuero no condensa el rocío, el suelo de tierra en aquel humedal, se seca y el barro de las callejas también. Entonces, las humildes ... (ver texto completo)
Amigos del foro de Tiana: Tenfo muchas historias para contaros del seminario y varios temas. Pero no veo movimiento en vuestro foro. Bastará que alguien se manifieste, diciendo que lee lo que os escribo, para que yo siga mandando. Un afectuoso saludo De Justo Panduro.