Cuando terminó la primera guerra mundial, hacia 1915, la Corporación Municipal aprobó el cambio de nombre de la
calle de Uría por Avenida de
Francia, en honor de uno de los vencedores en la contienda. Fue tal la indignación de los ovetenses por este cambio, que a la semana siguiente el
ayuntamiento tuvo que anular la ordenanza. Mala
costumbre, que luego siguió, la de cambiar los nombres a los lugares emblemáticos de la ciudad.