"Estos recuerdos me levantaban el ánimo ahora que emprendía el camino del destierro, haciéndome albergar la esperanza de que tal vez mi salida sólo sería por un tiempo, y las circunstancias, los hados o lo que fuera, tarde o temprano, acabarían por hacerme un guiño favorable que me permitiesen correr parecida suerte. Me prometía a mí mismo que, fuese cual fuese mi sino, no rompería jamás la vinculación afectiva con la tierra que acababa de dejar. Aunque no tuviese la oportunidad de volver a ser uno ... (ver texto completo)