
La población ya estaba asentada en
La Alberca desde antes de la llegada de los
romanos, como demuestra el castro prerromano bajo el cual se asienta una parte del
pueblo. De la época visigoda hay pocos datos, no obstante se sabe que se reutilizó material de estos momentos para construir la
Ermita de Majadas Viejas.
El nombre de La Alberca procede de la palabra hebrea "bereka", combinada con el artículo árabe "al", el nombre Al-Bereka significa lugar de
aguas.
En el siglo XIII La Alberca era un villa dependiente de la corona leonesa, siendo de los pocos lugares de la
Sierra de
Francia que no pertenecía al Condado de Miranda aunque compartía con este su pertenencia al Reino de
León. 4 Pero en el siglo XV, Juan II hizo que la villa de La Alberca pasará a depender de la
Casa de Alba quien años después logró el control de parte de la Sierra de Francia con el favor de Fernando el Católico agrupando estos dominios bajo la jurisdicción de la villa cacereña de Granadilla. No obstante La Alberca logró mantener gran autonomía respecto a Granadilla, llegando a tener sus propias ordenanzas en 1515 y a ser Las Hurdes una dehesa de La Alberca hasta 1835. Precisamente en el siglo XIX, con la creación de las actuales provincias en 1833, La Alberca quedó definitivamente integrado en la provincia de
Salamanca, dentro de la Región Leonesa
En 1940 el pueblo se convirtió en
Monumento Histórico-
Artístico facilitando la conservación del casco urbano. Fue el primer municipio español que consiguió tal distinción.