Ay! Villalba de Duero, en la profunda España, que riegas con tus hijos, laboriosos, austeros, solemnes, los yelmos campos de algunas Españas,
Que deben en parte su grandeza al esfuerzo de tan nobles mesnadas.
Qué nos dicen tus campos, y las regias piedras talladas que visten tu iglesia, algunas casas, y que sirven de acomodo a las cigüeñas venidas de Africa,
Tierras éstas donde Caballeros Templarios custodiaron a peregrinos camino de Tierra Santa.
Dime tú , Villalba de Duero. Dinos tú, qué ... (ver texto completo)
Que deben en parte su grandeza al esfuerzo de tan nobles mesnadas.
Qué nos dicen tus campos, y las regias piedras talladas que visten tu iglesia, algunas casas, y que sirven de acomodo a las cigüeñas venidas de Africa,
Tierras éstas donde Caballeros Templarios custodiaron a peregrinos camino de Tierra Santa.
Dime tú , Villalba de Duero. Dinos tú, qué ... (ver texto completo)