¡Gracias, Octavio! Fue emocionante, al final lo conseguimos, una
fiesta maravillosa que ha durado casi un mes, una fiesta vivida en todo el país, fueras al
pueblo o ciudad que fueras veías la misma alegría, compartida por gente de cualquier edad y condición. Es una de las virtudes del
fútbol, su universalidad, capaz de unir en la alegría o la decepción, a niños, viejos, jóvenes, hombres y mujeres de cualquier parte. Los jugadores españoles dieron una magnífica imagen, tanto en sus declaraciones como
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