Comarca de Liébana.

Cillorigo de Liébana

Imagen de la Virgen con Niño del siglo XVI.

Casa señorial que fue torre defensiva en la Edad Media, conocida popularmente como "La Torre".

Corral de los Moros, con restos de un posible castro cántabro, desde donde se domina buena parte de Cillorigo de Liébana y el Desfiladero de la Hermida.
Y aunque no sean fabricados por el hombre, son dignos de mención los centenarios castaños del Habario, que debían estar mejor protegidos

Iglesia parroquial de principios del siglo XIX.

Ruinas de la ermita de San Francisco.

Fiesta de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre.
En esta fiesta y dado la importancia chacinera de la comarca, se degusta una gran barbacoa, amenizada por gaiteros y algún que otro rabelista (Yo...) a la cual dan color los miembros de la Asociación del Traje Montañés que nos transportan a tiempos pasados, luciendo las galas que en estas ocasiones vestían nuestros ancestros.

Hasta hace poco se celebraba el comienzo de la producción de orujo, reuniéndose los vecinos en torno a una bien provista mesa y a los postres, alegraban el ánimo con las correspondientes catas del nuevo orujo.
Era una imagen que no volverá la de los leños de la cocina y las caras rubicundas de los invitados mientras afuera soplaba enfadado el Regañón porque no se le dejaba entrar por las rendijas...

El pueblo de Pendes aparece documentado desde la Baja Edad Media (1206). De un primer dominio del Monasterio de Santo Toribio de Liébana paso en la Baja Edad Media a ser de dominio solariego. Durante la Edad Moderna, Pendes fue población de señorío perteneciente al Duque del Infantado, quien administraba justicia en él. A partir del año 1836 y al formarse los municipios, Pendes quedó constituido en el municipio de Castro-Cillorigo, hasta fechas recientes en que dicho municipio paso a denominarse Cillorigo de Liébana.

Antiguamente, Pendes era más conocido como Concejo de Noval.

En Pendes se fabrica un buen queso y también se destilaba un excelente orujo (NELJU) que debido a la presión fiscal, tuvo que cerrar. Se debía proteger más la fabricación del orujo, como se hace en otras Comunidades, ya que es el producto que le ha dado fama a Liébana internacionalmente.