En 1912, los dueños de dos
tiendas de comestibles de California, Alpha Beta Food Market y Wardes Croceteria, tomaron una iniciativa que revolucionó el
mercado de alimentación. Para reducir gastos de personal, los dueños de este par de
comercios transformaron el negocio para que los clientes se sirvieran por sí mismos, pagando luego el importe de
compras en unas cajas situadas a la salida del establecimiento. Acababa de nacer el Autoservicio.