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Respuestas para José Mel Z..L.:

...... porque el ingeniero permanecio unos segundos indeciso, colgado de un instante irresoluto, igual que se quedaba el abuelo mirando el cielo raso cuando mi madre lo ofendia con sus preguntas defectuosas, y usted que hizo en la vida, a ver, que es lo que hizo usted mas que planearlo todo al reves y jodernos vivos a todos, que ya dije que mi madre utilizaba el lenguaje con amargura y nunca decia aquello que en realidad queria decir, pues asi se quedo el ingeniero Hendrik ante mi respuesta, y se ... (ver texto completo)
,..... y el estruendo desproporcionado de la risotada de aquel ser diminuto hizo temblar los estantes y a mi me parecio que la sombras de los arboles que entraban por las ventanas se alargaban hasta tocarme los pies, de forma que me senti muy inestable, flotando en un caldo sin aire, y las rodillas se me aflojaron y los parpados debieron de extraviarseme porque el señor Hendrik salto del asiento y me sujeto abrazandome por la cintura para que no me desplomara, pero no sois vos el intrepito capitan ... (ver texto completo)
Me explico que la jardineria era una ciencia muy noble a pesar de que la hubieran inventado los arabes, eso decia él, y temi que me hiciera algunas preguntas al respecto porque nada sabia entonces de las flores y las plantas, y me pregunto, porque el tenia el derecho de las preguntas por ser ingeniero de minas y de fabricas y por vivir en un palacio azul con muchos sirvientes, pero no me pregunto sobre aquello de lo que estaba hablando, sino sobre algo muy distinto, qie quieres ser tu el dia de mañana, ... (ver texto completo)
...... porque el ingeniero permanecio unos segundos indeciso, colgado de un instante irresoluto, igual que se quedaba el abuelo mirando el cielo raso cuando mi madre lo ofendia con sus preguntas defectuosas, y usted que hizo en la vida, a ver, que es lo que hizo usted mas que planearlo todo al reves y jodernos vivos a todos, que ya dije que mi madre utilizaba el lenguaje con amargura y nunca decia aquello que en realidad queria decir, pues asi se quedo el ingeniero Hendrik ante mi respuesta, y se ... (ver texto completo)
El señor Hendrik volvio a levantar la cabeza y asomo los ojos por encima de la penumbra y volvio a decirme con voz de trompeta, acercate muchacho, acercate mas que te vea bien, y avance tres pasos hacia delante, y el modo de caminar tambien era otro accidente porque fueron pasos en falso y parecian llevarme en contra de mi voluntad al mismo abismo sin fondo de donde emergia con sus anteojos y su bigote encrespado y sus ojos pobremente iluminados el ingeniero Hendrik, y me dijo, mas, mas, acercate ... (ver texto completo)
Me explico que la jardineria era una ciencia muy noble a pesar de que la hubieran inventado los arabes, eso decia él, y temi que me hiciera algunas preguntas al respecto porque nada sabia entonces de las flores y las plantas, y me pregunto, porque el tenia el derecho de las preguntas por ser ingeniero de minas y de fabricas y por vivir en un palacio azul con muchos sirvientes, pero no me pregunto sobre aquello de lo que estaba hablando, sino sobre algo muy distinto, qie quieres ser tu el dia de mañana, ... (ver texto completo)
Como digo, fue como si el tiempo se desbocara por encima de todas las cosas, que no eran cosas sino circustancias, y por encima de mi y del ingeniero Hendrik, quien aun permanecia inmovil sobre el asiento sin levantar la cabeza de los papeles. Y no solo sucedieron accidentes de tiempo, tambien ocurrieron accidentes de lugar porque en realidad yo no estaba donde antes habia creido que iba a estar y ni siquiera estaba donde mis sentidos me decian que debia estar porque cuando el ingeniero Hendrik levanto ... (ver texto completo)
El señor Hendrik volvio a levantar la cabeza y asomo los ojos por encima de la penumbra y volvio a decirme con voz de trompeta, acercate muchacho, acercate mas que te vea bien, y avance tres pasos hacia delante, y el modo de caminar tambien era otro accidente porque fueron pasos en falso y parecian llevarme en contra de mi voluntad al mismo abismo sin fondo de donde emergia con sus anteojos y su bigote encrespado y sus ojos pobremente iluminados el ingeniero Hendrik, y me dijo, mas, mas, acercate mas, y entonces la penumbra retrocedio y vi dos grandes colmillos que debian de ser de elefante, uno a cada lado de la mesa, y senti mucho calor, tanto como si estubiera de verdad en uno de aquelloe desiertos de Palestina de los que nos hablaba el cura Belio, y todos estos accidentes de tiempo y de lugar y de modo que ocurrieron alli, estaban unidos a todas las cosas con sus formas y sus colores y a todas las luces y sombras que habia en la sala y a todos los espacios, y tambien estaban unidos a mi y a todos mis temores, y el señor Hendrik, quien volvio a repetirme, que te digo que te acerques, que no tengas miedo, y su voz ya no era de trompeta sino de trueno, y por eso todos estos accidentes de los que hablo, en realidad podrian llamarse circustancias, y supe que tenia razon mi hermana Lucia en aquelo, que me habia dicho. El ingeniero se levanto y a mi lado lo vi como un ser insignificante que apenas me llegaba a la mitad del brazo, un hombre pequeño de huesos pronunciados, y demasiado arrugado para no haber cumplido aun los sesenta y cinco años, que necesitaba inclinar la cabeza hacia atras para mirarme, y pense en lo pequeños que se quedan algunos dioses cuando les quitan los altares donde les ofrecen los holocaustos, cuando los bajan de los montes donde ellos fabrican los mandamientos, pues soplar y sorber no puede ser, y no se puede temer a Dios y empequeñecerlo al mismo tiempo, y el poder mas que estaturas necesita gestos, y eso fue lo que hizo ante mi el diminuto ingeniero Hendrik, un gesto, un movimiento exagerado de su rostro de azafran que se contorsiono en varias arrugas profundas que discurrieron todas a la vez hacia el bigote, y me dijo, dibujando sus palabras en el aire con el dedo indice, eres alto muchacho, muy alto para tu edad, pero ten en cuenta que hay alturas que no se miden en palmos, y aquello que me dijo el ingeniero Hendrik, a mi, ademas de gesto de poderio y arbritio me sono a refran, como los que acostumbraba a decir mi abuela Angustias, y me pregunte si los ricos y los poderosos tendrian los mismos refranes que los pobres, y, si asi fuera, si los dirian por las mismas razones y en las mismas circunstancias y tratando de que significaran lo mismo, porque haber a que altura se referia el ingeniero Hendrik y andaba yo con este pensamiento a vueltas cuando el belga me dijo, tu abuelo era un gran hombre, pero dificil de comprender y a mi me extraño la contundencia de aquel preterito indefinido, y continuo diciendome, no quiso hacerme caso, podria haber hecho una fortuna de haber continuado trabajando para nosotros y aunque no entendimos sus razones debo decir que fueron las de un hombre integro al que estare siempre muy agradecido. No entendi lo que quiso decirme, aunque supe que la pregunta que crecia dentro de mi nadie mas que el abuelo iba a poder responderla, pero no dije nada, ni siquiera hice movimientos con la cabaza que pudieran interpretarse como gestos, pues recordaba las explicaciones del mayordomo Felix, y el señor Hendrik se llevo las manos atras, a su espalda, y las junto y comenzo a dar vueltas a mi alrededor, pareces muy fuerte, me dijo, y me senti como aquellas bestias que llevaban a vender al mercado de los domingos y al ingeniero lo vi como a uno de los tratantes que merodeaban alrededor del animal en venta y le miraban las nalgas y le tocaban la ubre si era una vaca o le abrian la boca para determinar su edad por el estado de los dientes si era una caballeria, y el ingeniero Hendrik, que era muy pequeño y amarillo y no se habia ido de viaje con su hermao Jacob, a mi no me tocaba las nalgas ni me abria la boca para examinarme los dientes, pero puedo jurar que por la forma como me miraba, con una expresion de predominio y una mueca evidente de poder explicarlo todo, me senti como una de aquellas bestias que llevaban al mercado, y al ingeniero lo vi como a uno de aquellos tratantes que, con un palillo en la boca y el fuego del aguardiente en los pomulos, daban vueltas alrededor del animal en venta, y al final, yendose de nuevo hacia la penumbra de la mesa, dijo que yo, le parecia interesante, y no supe lo que quiso decirme porque yo aun no habia dicho nada. El se sento y yo segui inmovil, sin poder controlar ya tantos accidentes. ... (ver texto completo)
Mi madre me habia dicho que las dependencias del palacio estaban repletas de muebles, recuerdos de paises extranjeros, cuadros inmensos, estantes abarrotados de libros, animales disecados y otros enseres diversos y desconocidos, ella no lo habia visto jamas, pero se lo habia contado el abuelo Cosme, aunque mi hermana Lucia me hizo una advertencia, lo que vas a ver alli dentro no son casas sino circustancias, y ella tenia mucha razon porque al entrar yo en aquella habitacion enorme donde me aguardaba ... (ver texto completo)
Como digo, fue como si el tiempo se desbocara por encima de todas las cosas, que no eran cosas sino circustancias, y por encima de mi y del ingeniero Hendrik, quien aun permanecia inmovil sobre el asiento sin levantar la cabeza de los papeles. Y no solo sucedieron accidentes de tiempo, tambien ocurrieron accidentes de lugar porque en realidad yo no estaba donde antes habia creido que iba a estar y ni siquiera estaba donde mis sentidos me decian que debia estar porque cuando el ingeniero Hendrik levanto la cabeza y me miro por encima de los anteojos y me dijo, acercate mas muchacho, yo soy el ingeniero Hendrik, mi hermano Jacob esta de viaje, entonces, yo confundi aquella habitacion inmensa llena de circunstancias con los desiertos de Palestina de los que nos hablaba el cura don Belio con su voz de alambre en las clases de Historia Sagrada, y que el decia que eran las tierras esteriles del ideal perdido donde todo estaba y donde nada existia, las arenas calientes del exodo donde los alientos del sol eran demonios y los arbustos machos cabrios, pues exodo era aquella circunstancia mia y la mesa del ingeniero Hendrik se mostraba ante mi como aquek Sinai de la Biblia de don Belio, que no recordaba muy bien si era una montaña o un desierto o era las dos cosas al mismo tiempo, y la voz del ingeniero Hendrik, quien no se habia ido de viaje con su hermano Jacob, se me antojaba a mi como la voz de Yahvé cuando le dijo a Moises, yo soy el que soy, y tambien ocurrieron aquella vez, en aquel desierto lleno de circunstancias, accidentes de modo, porque la forma en que entraba la luz por las vidrieras de aquella sala no era la forma normal que tenia la luz de entrar en las casas que yo habia conocido hasta entonces, aquella era una luz blanca y azul distribuida en haces amenazantes que se clavaban en el tablaje como cuchillos, una luz rodeada de remolinos de puntos danzarines que brillaban demasiado para ser de polvo, una luz que parecia la luz de otro sol o de otro cielo o de otro pueblo remoto y diferente, y tambien era un accidente el modo como yo percibia al ingeniero Hendrik, alli quieto, repasando los papeles con aquellos anteojos que se parecian mucho a las antiparras que se colocaba el abuelo Cosme cuando queria ilustrar su silencio, alli subido al altar de los inciensos y diciendome, acercate mas muchacho, con una voz cada vez mas potente, porque no lo veia como un hombre paciente y respetable que le decia a un joven temeroso palabras de aliento, no, no lo veia asi, mas bien lo veia como a uno de los dragones de los cuentos del abuelo, cuando al abuelo le daba por hablar, que no era muy a menudo, un dragon arrojando fuego por la baca y humo por las narices y emitiendo rugidos como temblores de tierra y envuelto en una penumbra profunda y espesa, tan profunda y tan espesa como el fondo de la mina o como el fondo del mar o como la noche de los desiertos, y la muchedumbre de libros que abarrotaba los estantes por encima de esa penumbra parecia querer desplomarse sobre las espaldas del ingeniero y sobre la oscuridad espesa que rodeaba al ingeniero, y parecia estar sujeto al entramado de los estantes unicamente por dos de los haces de luz extranjera que los cruzaban de parte a parte, y yo retrocedi ante aquel nuevo accidente. ... (ver texto completo)
El se rasco el cuero de su frente y me dijo que me quitara aquel chaleco clramente inapropiado para la ocasion y me abrocho el ultimo boton de la camisa debajo de la garganta y me dijo, adelante, empujandome contra una gran puerta entreabierta que a mi en aquel indivisible momento me estaba pareciendo talmente la puerta del infierno
Mi madre me habia dicho que las dependencias del palacio estaban repletas de muebles, recuerdos de paises extranjeros, cuadros inmensos, estantes abarrotados de libros, animales disecados y otros enseres diversos y desconocidos, ella no lo habia visto jamas, pero se lo habia contado el abuelo Cosme, aunque mi hermana Lucia me hizo una advertencia, lo que vas a ver alli dentro no son casas sino circustancias, y ella tenia mucha razon porque al entrar yo en aquella habitacion enorme donde me aguardaba ... (ver texto completo)
Con el dedo indice extendido hacia mi nariz me advirtio que al señor Hendrik, al igual que al señor Jacob que estaba de viaje, y al igual que a las señoras Sakia, que se decia mas o menos igual, y Geertghe, a quien unos les decian Gerge y otros Guergui, pero que de cualquier manera a mi me parecia un nombre hermoso y que descansaban en sus respectivas alcobas, al igual que cualquiera de las señoritas, que a ninguno de ellos se me ocurriera replicarles jamas, ni suplicarles nada, ni mostrarme confundido ... (ver texto completo)
El se rasco el cuero de su frente y me dijo que me quitara aquel chaleco clramente inapropiado para la ocasion y me abrocho el ultimo boton de la camisa debajo de la garganta y me dijo, adelante, empujandome contra una gran puerta entreabierta que a mi en aquel indivisible momento me estaba pareciendo talmente la puerta del infierno
Espera aqui, me dijo Elvira, y al instante llego Felix, el mayordomo, que era pequeño y tenia la cara negra y arrugada como el cuero curtido y hablaba con la voz nerviosa y metalica, la misma voz que tenia el cura don Belio cuando cantaba los responsorios, con esa voz me pidio que me sentara, me puso la mano en el hombro y me aconsejo largamente.
Con el dedo indice extendido hacia mi nariz me advirtio que al señor Hendrik, al igual que al señor Jacob que estaba de viaje, y al igual que a las señoras Sakia, que se decia mas o menos igual, y Geertghe, a quien unos les decian Gerge y otros Guergui, pero que de cualquier manera a mi me parecia un nombre hermoso y que descansaban en sus respectivas alcobas, al igual que cualquiera de las señoritas, que a ninguno de ellos se me ocurriera replicarles jamas, ni suplicarles nada, ni mostrarme confundido ante sus deseos o necesidades, habla solo cuando te lo pidan, me dijo, y hazlo pronto y con mucha brevedad en un tono medio, ni demasiado bajo para no obligarles a repetir la pregunta, ni demasiado alto para que no sufran incomodos sus oidos, y no los mires nunca a los ojos para que no puedan ver tu alma, y responde siempre si o no señor, si o no señora, si o no señorita, y asi siguio el mayordomo Felix con su voz vibrante durante un buen rato explicandome al detalle las instrucciones de comportamiento que era necesareo seguir en el palacio azul de los ingenieros belgas, y entonces senti que el tiempo de fuera, el que fluia por las paredes y los suelos brillantes del palacio, el que se perdia por las vidrieras azules con los temblores de la voz del mayordomo Felix, ese tiempo, no era el mismo que el que yo sentia dentro, sujetandome las tripas y el cerebro, porque este se me habia quedado quieto, colgado en un minuto eterno, indicandome los puntos debiles de mi cuerpo por donde se me podrian colar los desconsuelos, como si las palabras del mayordomo Felix y el tiempo que señalaban no me estuvieran dejando crecer por dentro en aquel momento que yo intentaba sin conseguirlo que fuera mas momentos. ... (ver texto completo)
Vas a ser tan grande como tu padre, me dijo, y me paso a una especie de recibidor pintado del color de la tierra arcillosa y con grandes columnas de alabastro, y me dijo que me recibiria el señor Hendrik, porque el otro, el señor Jacob, que era quien habitualmente se ocupaba de la servidumbre masculina, estaba de viaje. Mas adelante supe que los nombres de los belgas se escribian de manera diferente a como se pronuncian y pense que su lengua debia de ser muy dificil de hablar y de escribir porque ... (ver texto completo)
Espera aqui, me dijo Elvira, y al instante llego Felix, el mayordomo, que era pequeño y tenia la cara negra y arrugada como el cuero curtido y hablaba con la voz nerviosa y metalica, la misma voz que tenia el cura don Belio cuando cantaba los responsorios, con esa voz me pidio que me sentara, me puso la mano en el hombro y me aconsejo largamente.
Asi que alli me presente a comenzar el trabajo que me habia conseguido el abuelo Cosme, justo el dia en que dejaron las lluvias de atormentar al pueblo, lo recuerdo bien, que ya andaba creciendo el monte por los caminos y los tejados se estaban llenando de hierbas. Subi las escaleras de piedra hasta la puerta principal y salio a recibirme la señora Elvira que era la encargada de las tareas domesticas.
Vas a ser tan grande como tu padre, me dijo, y me paso a una especie de recibidor pintado del color de la tierra arcillosa y con grandes columnas de alabastro, y me dijo que me recibiria el señor Hendrik, porque el otro, el señor Jacob, que era quien habitualmente se ocupaba de la servidumbre masculina, estaba de viaje. Mas adelante supe que los nombres de los belgas se escribian de manera diferente a como se pronuncian y pense que su lengua debia de ser muy dificil de hablar y de escribir porque ... (ver texto completo)
Mi madre me habia obligado a ponerme un chaleco azul encima de la camisa blanca y unos pantalones largos, y me dijo que no fuera yo a creer que a ella se le habia olvidado que aquellos dos ingenieros extranjeros eran los culpables de la muerte de mi padre, que no, que no se le habia olvidado ni se le olvidaria jamas, como tampoco se le olvidaria que habian sido ellos quienes habian arruinado la vida del abuelo, pero que una cosa no quitaba la otra, y que hambre y frio entregan al hombre al enemigo ... (ver texto completo)
Asi que alli me presente a comenzar el trabajo que me habia conseguido el abuelo Cosme, justo el dia en que dejaron las lluvias de atormentar al pueblo, lo recuerdo bien, que ya andaba creciendo el monte por los caminos y los tejados se estaban llenando de hierbas. Subi las escaleras de piedra hasta la puerta principal y salio a recibirme la señora Elvira que era la encargada de las tareas domesticas.
Bueno pues te dire que lo que a mi me contaron es; que alla por la epoca del mejor alcalde de Madrid, antes de serlo don Enrique Tierno que fue el mejor desde siempre, en aquella epoca, el servicio contra incendios (carromatos tirados por mulos) y con depositos de agua eran los encargados de apagar los incendios, vestian una casaca de colores y las mangas eran verdes, como sea que siempre llegaban tarde, de ahi el dicho de >> a buenas horas mangas verdes>>
Pues puede que sea lo que dices. Yo me remonté mucho más lejos en la historia.
Hola y buenos dias para todos.
Bueno Gaviota, eso que me dices de la "s... h..", si, si lo pongo como lo ves y lo hago a proposito, porque no me merece otra cosa.
Buenas noches José Mel, ya veo que no lo quieres ni nombrar, me parece muy bien.
Hola y buenas tardes.
Victoria el tiempo por aqui esta como una cabra, solo con decirte que julio se fue y solo nos dejo cinco dias de verano, ya te puedes imaginar, agosto empieza igual.
Ya vi como lo teniais por ahi hace dos dias, carajo menuda la que cayo.
Bueno para ti y para Rosas desearos que esteis pasando un buen dia y mandaros un abrazo.
Buenas tardes Jose Mel
Hoy ya comentaban que este año es raro, y que no tendremos un verano, muy normal,
Lo de la lluvia del otro dia de verdad que daba respeto, suerte de que estaba en casa.
Aqui suele hacer mucho calor, bueno humedad y este año se esta pasando muy bien
Ya dicen que agosto sera mas o menos, osea mal tiempo,
Feliz tarde y a pasarlo lo mejor posible,
Un abrazooooooooooooooooooo
A mi me parecia muy guapa la señorita Julia y me gustaba observar como caminaba con una especie de balanceo y pasitos cortos, como si temiera tropezar con algo o no quisiera estropear la hierba del jardin del señor Eneka. Aqui es donde se entretienen ellas cuando hace sol, me dijo la señorita Julia señalando los columpios, y me estrecho la mano y me sonrio mirandome a los ojos.
Mi madre me habia obligado a ponerme un chaleco azul encima de la camisa blanca y unos pantalones largos, y me dijo que no fuera yo a creer que a ella se le habia olvidado que aquellos dos ingenieros extranjeros eran los culpables de la muerte de mi padre, que no, que no se le habia olvidado ni se le olvidaria jamas, como tampoco se le olvidaria que habian sido ellos quienes habian arruinado la vida del abuelo, pero que una cosa no quitaba la otra, y que hambre y frio entregan al hombre al enemigo y que la hogaza no embaraza, y no se cuantos refranes mas me dijo, que todos los aprendia de la abuela Angustias, y tambien me dijo cuando se le agotaron los refranes que, ademas, donde estuviera el oficio de jardinero que se quitara la esclavitud de la mina, ni punto de comparacion, que con un muerto en la familia ya teniamos bastante, y le pregunte que porque iba yo a trabajar con los ingenieros belgas si a ella le parecian tan indeseables, y me dijo que porque eran los unicos que daban trabajo de jardinero debido a que no habia mas jardin que el de ellos en toda la cuenca, y me lo dijo con mucha tristeza, con una tristeza tan grande que casi podia tocarse, no porque no hubiera mas jardines que aquel en la comarca sino porque el unico que habia era propiedad de los ingenieros belgas, que todo lo poseen, que todo lo dominan, que son los dueños absolutos del trabajo y de la vida, y debes de saber hijo mio que no crecec el rico con agua limpia, y entonces puso sus manos calientes en mi espalda y me dsijo con una voz desfallecida, que no parecia la suya, que el dolor necesitaba mucho tiempo para quedar convertido en recuerdo, y le pregunte que cuanto me iban a pagar los ingenieros belgas, y me contesto que quince pesetas al mes y la comida del mediodia, y le replique que era poco, que mi primo Alipio en la mina ganaba veinticinco, pero ella me explico que eso era normal porque en la mina no solo se pagaba el trabajo sino la vida, escuchalo bien, la vida, o no recuerdas lo que le paso a tu padre, y tu primo Alipio con diecisiete años ya anda tosiendo carbon, y ya no dijo nada mas porque la voz de ella ya no era debil como hacia un instante sino bronca y dificil como cuando discutia con mi hermana, y solo asenti con la cabeza y entonces se calmo y me explico que los ingenieros habian accedido a contratarme por medio del abuelo, si, del abuelo Cosme, que algun favor importante le debian los belgas de cuando habia trabajado para ellos como capataz, porque tu abuelo fue un hombre muy capaz que al principio aprovecho la oportunidad de estudiar que le dieron los patronos, y lo hizo bien y se hizo capataz y consiguio esta casa, que habia pertenecido al marques de Comillas... (creo recordar que fueron los primeros propietarios de la Hullera Española, o sea de las minas de Aller, propietaria del edificio que ya os señale)..., (esto no viene en la novela, es de mi cosecha personal)... y una posicion que ya quisieramos ahora, mira como andamos, pero lo echo todo a perder, las razones nunca las supimos, las sabra el, su locura, eso seria, acabaria trastorenado, porque tu abuelo esta loco a ver sino como se explica tanto disparate. Quede sorprendido. De pronto comprendi que mi abuelo no siempre habia sido viejo y no siempre habia permanecido sentado en aquel rincon de la cocina. Mi madre me explico que la semana anterior se habia levantado de la silla y habia desaparecido y que habia vuelto al atardecer con la noticia, Nalo tiene trabajo en el palacio como ayudante de jardinero, eso fue lo unico que dijo y se sento de nuevo en la silla labrada de la cocina. ... (ver texto completo)
Esta claro que cuando yo llego o marcho, marchas tu o llegas.
Referente a lo de quitar mensajes ¿a que te refieres?, pues yo estos dias no me fijo mucho y no tengo ni idea de por que lo dices.
Me faltaba contestarte a esta pregunta, pues es muy sencillo, el dia que miré al abrir la página, me pregunté... ¡Pero ésto va para atrás! Y luego, miré donde un día tú me dijiste, y ya me dí cuenta... bajamos en bolsa unos ciento catorce puntos. Pero cómo yo pienso que esto no es ninguna competición, no tiene importancia.
Hola y buenos dias para todos.
Bueno fai un poco que llegue de dar el paseucu, como sea que estaba aqui el pitufin, me pase un ratiquin con él, despues me marcharon con él, asi que me puse a mirar un poco por aqui.
Me alegre de lo que vi (lei) y ver que se animo esto un poco.
Pero eso de << a buenas horas, mangas verdes>>, ¿de donde procede Gaviota?, pienso que tú lo tienes que saber.
Espero mas tarde poder andar por aqui un poco.
Buenas tardes José Mel. Me vas a decir... que a BUENAS HORAS MANGAS VERDES... te contesto... jajaj Me alegro mucho que des paseucos y disfrutes de tus nietinos.
Decirte que la susodicha frase, seguro que tú también lo sabes, creo que proviene desde la SANTA HERMANDAZ.. fijate allá por el año 1476 siglo XV.
Su misión era procurar que no hubiera delitos, pero resulta que llegaban siempre tarde. Los soldados destinados a esto tenian verdes las mangas del uniforme, de ahí la frase. Si es otra cosa ... (ver texto completo)
Aquel dia que llegue al palacio azul de los ingenieros belgas la señorita Julia se alegro con mi presencia, o al menos eso fue lo que a mi me parecio por la sonrisa descarada y larga que no tuvo reparos en dedicarme. Yo tambien la mire largo y con descaro (carajo lo que leo y escribo), (¿pasara algo?), y definitivamente pense que mi hermana no tenia razon y que la señorita Julia se parecia mas a una central electrica o a la nueva factoria de la fabrica, que escupia fuego por sus chimeneas, que a ... (ver texto completo)
A mi me parecia muy guapa la señorita Julia y me gustaba observar como caminaba con una especie de balanceo y pasitos cortos, como si temiera tropezar con algo o no quisiera estropear la hierba del jardin del señor Eneka. Aqui es donde se entretienen ellas cuando hace sol, me dijo la señorita Julia señalando los columpios, y me estrecho la mano y me sonrio mirandome a los ojos.
Mi hermana Lucia le tenia mania a la señorita Julia y decia de ella que, aunque quisiera disimularlo con sus ridiculos andares de gorrion, se le notaba que era natural de un pueblo de calles pindias, si tiene las caderas hiperbolicas y el culo se le queda siempre atras y parece que lo va perdiendo sin darse cuenta, esto decia mi hermana de la señorita Julia, y yo le preguntaba por la palabra hiperbolicas, que para mi era una palabra nueva, y ella me contestaba en su acostumbrado idioma poetico y ... (ver texto completo)
Aquel dia que llegue al palacio azul de los ingenieros belgas la señorita Julia se alegro con mi presencia, o al menos eso fue lo que a mi me parecio por la sonrisa descarada y larga que no tuvo reparos en dedicarme. Yo tambien la mire largo y con descaro (carajo lo que leo y escribo), (¿pasara algo?), y definitivamente pense que mi hermana no tenia razon y que la señorita Julia se parecia mas a una central electrica o a la nueva factoria de la fabrica, que escupia fuego por sus chimeneas, que a ... (ver texto completo)
La hiedra invadia los muros y, el jardinero, el señor Eneka, peleaba contra ella con las tijeras de podar empinado en una escalera de hierro. Desde alla arriba me dio la bienvenida y me dijo, falta me estaba haciendo un ayudante, y alargo el brazo con las tijeras para señalarme la puerta principal. La señorita Julia, contratada desde joven por la señora Sakia para cuidar de sus hijas mas pequeñas y de sus nietas, limpiaba el barro de los columpios. No era del pueblo, ni tampoco de los pueblos de ... (ver texto completo)
Mi hermana Lucia le tenia mania a la señorita Julia y decia de ella que, aunque quisiera disimularlo con sus ridiculos andares de gorrion, se le notaba que era natural de un pueblo de calles pindias, si tiene las caderas hiperbolicas y el culo se le queda siempre atras y parece que lo va perdiendo sin darse cuenta, esto decia mi hermana de la señorita Julia, y yo le preguntaba por la palabra hiperbolicas, que para mi era una palabra nueva, y ella me contestaba en su acostumbrado idioma poetico y ... (ver texto completo)
El primer dia de mi trabajo para los ingenieros belgas llegue al palacio azul con la impresion de que por las venas me corria un liquido frio y espeso, y lo sentia ir y venir helandome el cuerpo. El sol lucia por primera vez despues de varias semanas de lluvias intensas y me picaba en la piel la lana de la camisa. Por dentro sentia frio y por fuera sentia calor, como si mi cuerpo fuera dos cosas al mismo tiempo. Comenzaba el mes de septiembre del año veintisiete. En uno de los periodicos del abuelo ... (ver texto completo)
La hiedra invadia los muros y, el jardinero, el señor Eneka, peleaba contra ella con las tijeras de podar empinado en una escalera de hierro. Desde alla arriba me dio la bienvenida y me dijo, falta me estaba haciendo un ayudante, y alargo el brazo con las tijeras para señalarme la puerta principal. La señorita Julia, contratada desde joven por la señora Sakia para cuidar de sus hijas mas pequeñas y de sus nietas, limpiaba el barro de los columpios. No era del pueblo, ni tampoco de los pueblos de ... (ver texto completo)
El señor Eneka fue quien primero se dio cuenta, algo normal porque el tenia mucha experiencia y habia visto llegar muchas primaveras, asi que me dijo, mira, Nalo, ya esta aqui la primavera, y mire y la vi posandose sobre todo, sobre la copa espigada de los abetos, sobre las flores amarillas del tejo, sobre los nenufares del estanque, sobre las hojas de los alamos blancos que parecian de plata, sobre los racimos del tilo, sobre las cortezas de los abedules de la ronda, la vi posarse suavemente sobre ... (ver texto completo)
El primer dia de mi trabajo para los ingenieros belgas llegue al palacio azul con la impresion de que por las venas me corria un liquido frio y espeso, y lo sentia ir y venir helandome el cuerpo. El sol lucia por primera vez despues de varias semanas de lluvias intensas y me picaba en la piel la lana de la camisa. Por dentro sentia frio y por fuera sentia calor, como si mi cuerpo fuera dos cosas al mismo tiempo. Comenzaba el mes de septiembre del año veintisiete. En uno de los periodicos del abuelo ... (ver texto completo)
Hola y buenos dias para todos.
Carajo Piluca, estos dias ando poco por aqui, pues como sabes tengo aqui a dos de los mis nenos, pero en esta lista se nota na mas mirar que falta alguna turonesa, aunque no viva en Turon.
Buenos días José mel, no sé si lo dirás por mí, lo de que falta alguna turonesa... lo que pasa que yo como ando por lo alto, y entre nubes... no me cuentan.
Lo que sí me gustaría es verte algún día sentado en compañía de todos.
Y llego la primavera al jardin del palacio azul antes que a ningun otro lugar del pueblo. Lo hizo a eso del mediodia, cuando el señor Eneka descansaba sobre el poyo del invernadero liandose un cigarro y yo afilaba las tijeras de podar. Todo estaba cubierto de un silencio y una soledad de cementerio. Entoces una nube se desplazo, aparecio el sol y llego la primavera.
El señor Eneka fue quien primero se dio cuenta, algo normal porque el tenia mucha experiencia y habia visto llegar muchas primaveras, asi que me dijo, mira, Nalo, ya esta aqui la primavera, y mire y la vi posandose sobre todo, sobre la copa espigada de los abetos, sobre las flores amarillas del tejo, sobre los nenufares del estanque, sobre las hojas de los alamos blancos que parecian de plata, sobre los racimos del tilo, sobre las cortezas de los abedules de la ronda, la vi posarse suavemente sobre ... (ver texto completo)
Mi hermana Lucia me dijo que de momento aplazabamos lo de la mujer hasta que yo quisiera, y la vi radiante con aquel sombrero de paja calada y una cinta verde almendra, y le dije, que guapa eres, Lucia, y me hizo un guiño con el sabor del amor en los ojos y en la boca, y le dije que cuando fuera rico le compraria pulseras de oro y capas de seda y vestidos con cintas de coral y plumas de cisne, como los que llevaban las mujeres de los hermanos belgas, que tambien eran hermanas entre ellas y tambien ... (ver texto completo)
Y llego la primavera al jardin del palacio azul antes que a ningun otro lugar del pueblo. Lo hizo a eso del mediodia, cuando el señor Eneka descansaba sobre el poyo del invernadero liandose un cigarro y yo afilaba las tijeras de podar. Todo estaba cubierto de un silencio y una soledad de cementerio. Entoces una nube se desplazo, aparecio el sol y llego la primavera.
Le dije que tampoco era para tanto, y ella me dijo que no me preocupara, pues me iba a buscar ella una mujer para que descargara en ella la implacabilidad de la sangre. Aquellas palabras de Lucia me parecieron un secreto y como tal anidaron durante muchos dias en mi cerebro, y tambien en mi carazon, que ya empece a descubrir entonces que se trataba de dos compartimientos que habia dentro de cada uno que tenian naturaleza diferente, pero los secretos asediaban las dos estancias, una rigida e implacable ... (ver texto completo)
Mi hermana Lucia me dijo que de momento aplazabamos lo de la mujer hasta que yo quisiera, y la vi radiante con aquel sombrero de paja calada y una cinta verde almendra, y le dije, que guapa eres, Lucia, y me hizo un guiño con el sabor del amor en los ojos y en la boca, y le dije que cuando fuera rico le compraria pulseras de oro y capas de seda y vestidos con cintas de coral y plumas de cisne, como los que llevaban las mujeres de los hermanos belgas, que tambien eran hermanas entre ellas y tambien ... (ver texto completo)
Le pedi a mi hermana que se desnudara otra vez para mi, que habia otras partes de su cuerpo que no las recordaba bien, algunos rincomes que no entendia, pero ella me abrazo para explicarme, golondrina mia de mis entrañas, no debemos caer en el incesto, y le pregunte por aquella palabra nueva cuyo sentido me recordaba, no sabia el porque, al momento de acarrear al hombro el carbon desde la tolva hasta la carbonera de casa, y ella me dijo que no era bueno para la conciencia ni siquiera para la misma ... (ver texto completo)
Le dije que tampoco era para tanto, y ella me dijo que no me preocupara, pues me iba a buscar ella una mujer para que descargara en ella la implacabilidad de la sangre. Aquellas palabras de Lucia me parecieron un secreto y como tal anidaron durante muchos dias en mi cerebro, y tambien en mi carazon, que ya empece a descubrir entonces que se trataba de dos compartimientos que habia dentro de cada uno que tenian naturaleza diferente, pero los secretos asediaban las dos estancias, una rigida e implacable ... (ver texto completo)
Lo cierto es que al asociar aquella perdida de vision repentina con las palabras del cura Belio me entro el panico y no volvi a encerrarme en la caseta del jardinero para estrujar aquel miembro aturdido e imprudente que no era mio, que ya no me pertenecia, pero que a partir de aquella arremetida de terror volvio a someterse a mi voluntad.
Le pedi a mi hermana que se desnudara otra vez para mi, que habia otras partes de su cuerpo que no las recordaba bien, algunos rincomes que no entendia, pero ella me abrazo para explicarme, golondrina mia de mis entrañas, no debemos caer en el incesto, y le pregunte por aquella palabra nueva cuyo sentido me recordaba, no sabia el porque, al momento de acarrear al hombro el carbon desde la tolva hasta la carbonera de casa, y ella me dijo que no era bueno para la conciencia ni siquiera para la misma ... (ver texto completo)
Tiempo despues, en la caseta donde el jardinero Eneka guardaba las herramientas, aun peleaba yo contra la violencia de la imagen del cuerpo de mi hermana desnudo, e intentaba imaginarme como seria el cuerpo de la señorita Julia sin ropa, y yo se la iba quitando y ella se reia con su risa de gorrion y movia sus grandes caderas y sus ampulosos pechos con mucha facilidad y con una especie de ritmo musical, como sino fueran caderas ni fueran pechos sino cimbadillos repicando a fiesta, pero el cuerpo ... (ver texto completo)
Lo cierto es que al asociar aquella perdida de vision repentina con las palabras del cura Belio me entro el panico y no volvi a encerrarme en la caseta del jardinero para estrujar aquel miembro aturdido e imprudente que no era mio, que ya no me pertenecia, pero que a partir de aquella arremetida de terror volvio a someterse a mi voluntad.
Es para aliviarte, me dijo, y me limpio suavemente y me beso y todo volvio de pronto a su sitiio y los momentos que existian a la vez se desvanecieron y me quede quieto y apretado en un unico momento. Siguieron despues unos meses que fueron para mi de mucha violencia interior y de mucho sufrimiento, y asi llegue al palacio de los ingenieros belgas.
Tiempo despues, en la caseta donde el jardinero Eneka guardaba las herramientas, aun peleaba yo contra la violencia de la imagen del cuerpo de mi hermana desnudo, e intentaba imaginarme como seria el cuerpo de la señorita Julia sin ropa, y yo se la iba quitando y ella se reia con su risa de gorrion y movia sus grandes caderas y sus ampulosos pechos con mucha facilidad y con una especie de ritmo musical, como sino fueran caderas ni fueran pechos sino cimbadillos repicando a fiesta, pero el cuerpo ... (ver texto completo)
Carajo, Gaviota ahora que me estan echando de aqui llegas tú, bueno ya seguiremos mas tarde.
buenas tardes Jose Mel... yo tengo que confesar que ya me perdi estos dias tu relato, asi que he decidido que en cualquier momento comprare el libro, para poder leerlo con tranquilidad, por lo menos tu trabajo no es en valde, ese escritor puede estarte bien agradecido, porque de otra manera muchos de nosotros no lo conoceriamos.. pero tu sigue que asi tenemos un poco de todo..
Bueno el palacio creo que ya te comente que hacia muchos años que no lo veia, cuando andamos por ahi, mis hijos salen o entran de la autopista en Mieres, ayer al regresar, la mi nuera al llegar a Figaredo en vez de tirar pa Mieres tiro pa Ujo, yo me di cuenta pero no le comente nada, pues queria ver el palacio, la verdad que esta muy guapu.
¿A qué si? está guapu, pero creo que está de amarillo ¿no?....
Bueno yo creo que Lucia no era de otro planeta, en todo caso pienso que era algo adelantada a su tiempo.
¡Hay si yo te contara casos y cosas que yo conoci!, alguno@s por esa zona.
Me de mas pena del hermanu, menudos lios que se arma.
¡Anda que si la caseta de les ferramientes del jardin del palacio pudiera hablar!, cuantes coses diria.
Bueno pues esta tarde ya pasaremos página en la novela...
Tienes razón era muy adelantada.... pero claro, al pobre hermano le ha puesto al borde del abismo... jajaj
Hasta otro momentito....
Bueno la tierrina la encontre como siempre, otres coses son les circustancies, muy poca gente, algunos (pocos) amigos y conocidos (cada dia menos), sin poder pensar hacia atras, porque entonces seria mejor quedarme aqui, no se que te puedo decir, eso si me supo a poco.
Buenos días José Mel. Me alegro mucho que te supiese a poco y que ya andes por aquí otra vez, ¿Diste una vuelta por Enveriego? para ver como estaba todo eso?
Referente a esti nacimientu ya me lo comentastes en otres ocasiones, yo te dire que hable de ello con gente de Carcarosa, y no me supieron aclarar lo que hay, por supuesto que seguire intentando que alguien me lo aclare, si puede.
Carajo, Gaviota ahora que me estan echando de aqui llegas tú, bueno ya seguiremos mas tarde.
Hola y buenas tardes para todos.
Gaviota no se si podras acertar desde donde te pongo esto, te dare alguna pista,
tengo a mi espalda una ventana, a unos cuantos metros esta el edificio donde el dia 9-5-1955 nos dieron de desayunar chocolate con churros a un monton de crios de Turon, y tirando hacia arriba de frente llegariamos al picu les narices. Carajo ¿donde andare?.
Hola José Mel, gracias por acordarte de mí desde Turón, pues andas cerca de la Iglesia de la Felguera seguro, donde el cura os dió el chocolate con churros, creo recordar que eso me contaste. Pues ya que estás ahí, tira de frente hasta el Picu les Narices, para ver si está el Belen de Navidad todavía... jajaj
¿Cómo encontraste la tierrina? y ¿El palacio azul?.....
Luego se quedo quieta y me pidio que la explorara con mis manos, y empece a trazar lineas en su superficie con las yemas de mis dedos, que parecian babosas deslizandose lentamente, y cada pliegue y cada curva de su piel y el olor que desprendia y la forma como se estremecia cuando la tocaba me quedaron grabados para siempre en la memoria. Ya ves, Nalo, que no me muevo, me dijo, porque solo quiero que aprendas, pero yo escuchaba el zumbido de su cuerpo, el correr acelerado de la sangre, sentia su ... (ver texto completo)
Es para aliviarte, me dijo, y me limpio suavemente y me beso y todo volvio de pronto a su sitiio y los momentos que existian a la vez se desvanecieron y me quede quieto y apretado en un unico momento. Siguieron despues unos meses que fueron para mi de mucha violencia interior y de mucho sufrimiento, y asi llegue al palacio de los ingenieros belgas.
Hola y buenos dias para todos.
Bueno Gaviota, hoy te vi pronto, pero no tengo mucho tiempo. Pero como hace dos dias que no ando por aqui, y como mañana no podre andar, ¿donde crees que andare mañana?, pues que pense en poner algo del amigu Nalo, carajo no me acordaba en que parte me metia, pero bueno es una parte mas de la historia.
Hola José Mel, buenos días. Pues me figuro por lo que pude leer en algún mensaje que pensabas ir por la tierrina, así que me alegro mucho. Vas a pasar cerca del PALACIO AZUL... Ahora me parece que es amarillo... jajaja
Haber si puedes ver algún forero de los que andan por aquí... qué lo pases muy bien, y los niños respiren aire de Turón por primera vez.
Fue en la nave que usabamos de granja, en el cuarto donde guadabamos la paja para los caballos. Tenia el cuerpo fragil y blanco, como un jarron de porcelana, y un triangulo de pelo rizoso y negro alla donde nacen juntas las dos piernas. La vision de sus pechos me provoco un calor sofocante. Empece a notar que el pantalon se me quedaba pequeño y ella me lo quito y me dejo desnudo, con el miembro erecto, grande, tan crecido que yo mismo me asuste al verlo. Ella me explico de que forma debia yo introducir ... (ver texto completo)
Luego se quedo quieta y me pidio que la explorara con mis manos, y empece a trazar lineas en su superficie con las yemas de mis dedos, que parecian babosas deslizandose lentamente, y cada pliegue y cada curva de su piel y el olor que desprendia y la forma como se estremecia cuando la tocaba me quedaron grabados para siempre en la memoria. Ya ves, Nalo, que no me muevo, me dijo, porque solo quiero que aprendas, pero yo escuchaba el zumbido de su cuerpo, el correr acelerado de la sangre, sentia su aliento caliente, las curvas de sus caderas y de sus perones y de sus muñecas y de su craneo, la hinchazon de sus pezones casi negros, palpaba el desfiladero de sus costillas, bebia de su piel tan azucarada como la mermelada de arandanos, y empezaron a dolerme todos los musculos y abri sus piernas para entrar en ella de la forma que me habia enseñado, pero me detuvo y me dijo, asi Nalo, asi debe ser, asi debes hacerlo, pero no conmigo, conmigo no puede ser porque soy tu hermana, y tu y yo no necesitamos juntar nuestras carnes porque ya tenemos la misma carne y la misma sangre, y a mi se me aceleraba la respiracion, alli estaba, a punto de cruzar alguna frontera, quiza la frontera de la infancia, sintiendo el cabello de mi hermana rizandome la piel como una brocha de fuego, y ella entonces tomo aquel miembro independiente, aquel trozo de musculo que ya jamas seria mio, y lo apreto fuerte entre sus manos, como estrujandolo, y broto de él una sangre distinta a todas las sangres una sangre espesa y de color blanco que salpico mi cuerpo y el cuerpo de ella y los montones de paja. ... (ver texto completo)
Tambien ella me explico todo lo referente al sexo y al amor. Del sexo decia que era como una cascada de luz que de pronto te iluminaba el cuerpo, y del amor que era como tender los brazos hacia la puerta entreabierta sin saber lo que podriamos encontrar al otro lado. Ella hablaba asi, era su manera de expresarse, y, como ya dije, un momento con ella no era solo un momento, eran muchos momentos al mismo tiempo. Cada dia decia palabras nuevas y el gusto suyo por las cosas hermosas se fue transformando ... (ver texto completo)
Fue en la nave que usabamos de granja, en el cuarto donde guadabamos la paja para los caballos. Tenia el cuerpo fragil y blanco, como un jarron de porcelana, y un triangulo de pelo rizoso y negro alla donde nacen juntas las dos piernas. La vision de sus pechos me provoco un calor sofocante. Empece a notar que el pantalon se me quedaba pequeño y ella me lo quito y me dejo desnudo, con el miembro erecto, grande, tan crecido que yo mismo me asuste al verlo. Ella me explico de que forma debia yo introducir ... (ver texto completo)
Ahora ya hola y buenas tardes para todos.
Carajo Gaviota, como que no dices tú nada, el parque de Isabel la Catolica, hace muchos, muchos años que no lo visito, ¿porque sera?, anda haber si aciertas porque sera.
No, de eses histories de momento no les cuento ninguna, ando por otres mas faciles para que se aconstumbren despacio.
¡Ayyyy! Buenas tardes, José mel.. qué cosas más dificiles tengo que averiguar.. Pues mira pienso que no visitas el parque de Isabel la Católica, desde que te casaste, cómo ya no te tenías que esconder para darte un besín con la jefa.... como tu dices.
Hola y buenas tardes para todos.
Estrella, tambien para ti te deseo un buen fin de semana, y decirte que me alegro de que tu madre se mejore, y desearle que se ponga bien del todo.
Buenas tardes José Mel me has pillado tomandome un culín de sidra, y bien cargauuuuuuu....
Yo sabia que mi hermana no estaba loca y que su vida era como una de aquellas metaforas de las que estaban llenos los libros de poesia que ocupaban su vida. A mi hermana la quise mucho porque fue quien me enseño a leer y a escribir y tambien me enseño a usar las cuatro reglas para resolver los problemas de aritmetica, lo cual me evito algunos golpes del maestro Silvano, quien era gallego y tenia un mandilon azul y una vara de avellano con la que nos atizaba en las orejas y en las uñas.
Tambien ella me explico todo lo referente al sexo y al amor. Del sexo decia que era como una cascada de luz que de pronto te iluminaba el cuerpo, y del amor que era como tender los brazos hacia la puerta entreabierta sin saber lo que podriamos encontrar al otro lado. Ella hablaba asi, era su manera de expresarse, y, como ya dije, un momento con ella no era solo un momento, eran muchos momentos al mismo tiempo. Cada dia decia palabras nuevas y el gusto suyo por las cosas hermosas se fue transformando ... (ver texto completo)