Hola Luis! Buenos dias:
Pues nada, disculpado, todo aclarado, en este aspecto.
Si no "estais" de acuerdo con mis aportaciones religiosas, lo siento, es vuestro problema, si escribo algo referente a la religión, que creo que no escribo tanto, ya se que a la mayoría no gusta, pero quizás existe una minoría, digamos uno o dos que no le parece más, entonces...
En muchas cosa no estoy de acuerdo contigo, en cuanto a religión, se refiere. Lo que afirmas acerca del actual Papa Benedicto XVI, te
... (ver texto completo)
Para no querer polemizar te has marcado cinco párrafos, pero en fin, haré lo mismo que tú, y "si a alguno no le gusta lo que digo pues es su problema" (ese era el estilo válido para no polemizar ¿no?)
Para empezar, (y sin ánimo de polemizar, reitero) no sólo es cierto lo que Luis afirma del actual Papa relativo a su pertenencia en el pasado a la Congregación de la fe (eso es todo lo que hace Luis: afirmar un hecho constatable) sino que además fue miembro de las Juventudes Hitlerianas y soldado nazi de la Wehrmacht en la II Guerra mundial. Esto no es un juicio de valor apoyado en un subjetivo "te digo rotundamente que no es así" como tú haces, es algo consultable en cualquier biografía sobre el personaje en cuestión, y es que la verdad sólo tiene un camino.
Por otro lado (y sin ánimo de polemizar, faltaría más) me choca que una persona que no piensa "en passé" nos sature a diario con efemerides, esquelas y "milagros" de santos que no nacieron antesdeayer precisamente (De la Inquisición no se puede hablar, pero sí de San Focas y de San Pitopato, que eludió el fuego sagrado de los orcos de Mordor porque El Arcángel San Miguel le vendió dos tercios... Todo muy propio de las lecturas que hay que leer, claro, "positivas, objetivas y fidedignas de confianza" (y científicas, añadiría yo), y relacionado de alguna manera con el presente, claro está, en el que hay mucho que mejorar...
Para terminar (y sin ánimo de polemizar, por supuesto) eres muy libre de tener opinión propia, de profesar la religión que te parezca, de creer o no creer la opinión de los demás, más leídos o no, pero ese mismo derecho que te asiste a decir lo que te parezca, también ampara a los demás, haciendo bueno aquel viejo refrán que dice "Cuando uno dice lo que quiere, se arriesga a escuchar lo que no quiere", siempre sin ánimo de polemizar, por supuesto...
El breva
... (ver texto completo)