CASTILBLANCO

Habitantes: 1.135  Altitud: 501 m.  Gentilicio: Castilblanqueño/a 
Hoy amanece en CASTILBLANCO a las 08:10 y anochece a las 20:40
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Situación:

Se encuentra al sur de los Montes de Toledo y entre los ríos Guadiana y Guadalupe.
Castilblanco se erige sobre un cerro situado en la comarca llamada La Siberia Extremeña, que confronta con las provincias de Cáceres, Ciudad Real y Toledo. Pertenece al Partido Judicial de Herrera del Duque.

Ayuntamiento:

Alcalde Rafael Delgado Corral (PSOE)

Monumentos:

La Iglesia de San Cristóbal de Castilblanco es un templo originario del siglo XV y de estilo mudéjar, ejecutado en mampostería y ladrillo de aparejo toledano. El campanario era una de las torres de la fortaleza templaria original, así como algunos de sus muros.

· Ermita de San Matías: Muestra de la arquitectura popular, obra remozada en el siglo XVI, de fábrica de sillarejo y levantada sobre un descansadero de la Mesta. Consta de una sola nave dividida en cuatro tramos con cubierta de madera a dos vertientes y cabecera plana a dos espacios con bóvedas de lunetas. Por el costado de la solana hay un pórtico que sirve de refugio a peregrinos y caminantes. Se encuentra a un kilómetro del núcleo de población y es el centro de la fiesta de Los Ranchos.

Fiestas:

Patrona Nuestra Señora del Castillo
Las Candelas: Se trata de una fiesta religiosa, organizada por las mujeres solteras del pueblo cada 2 de febrero
Cristo de la Luz: El 14 de septiembre, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz.

San Cristóbal: Son las fiestas en honor al patrón de la localidad.
Cristo de la Luz: El 14 de septiembre, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, se desarrolla en el paraje de San Matías la tradicional feria ganadera de Castilblanco.
El ayuntamiento y los ganaderos invitan a todos los asistentes a una degustación de migas por la mañana y una comida a base de caldereta al mediodía. Mientras en el pueblo hay actividades de todo tipo con concursos gastronómicos, infantiles, etc., para culminar con verbena popular hasta altas horas de la madrugada. Las fiestas duran tres días.
San Cristóbal: Son las fiestas en honor al patrón de la localidad

Costumbres:

Los Ranchos. Es una celebración de origen neolítico, en honor a San Matías, destinada a pedir la fertilidad de los campos. La fiesta tiene lugar el primer fin de semana del mes de mayo. La gente del pueblo se traslada al paraje de la Ermita de San Matías, donde se combinan actos de carácter religioso y puramente festivo. Los grupos de amigos o familiares se reúnen durante los cuatro días que dura la celebración y montan sus "chiringuitos", donde pasan el día comiendo, bebiendo y divirtiéndose.
Las Candelas está organizada por las mujeres solteras del pueblo cada 2 de febrero. Siguiendo la tradición, se representa a Jesús en el Templo. Los niños bautizados en ese año son presentados ante la iglesia y a cada madre se le da una vela encendida. A continuación hay una procesión por las calles del pueblo, llevando la virgen una vela encendida, que según la tradición si al llegar a la iglesia entra encendida el invierno habrá pasado, de lo contrario aún hará mal tiempo. Después se celebra misa, en la que se canta una canción especial cuando las chicas llevan a la virgen a presentar al niño. También se ofrece a la virgen una rosca grande de candelilla, que después se rifa en el vecindario. Tras finalizar la misa, la mayordoma celebra un convite para el pueblo. Después por la tarde y tras el ofertorio es la madrina la que festeja otro convite, donde normalmente se hace el nombramiento de la mayordoma y madrina que estarán al año siguiente.
La abundante caza y pesca de la zona permite guisos como las calderetas de cabrito, cordero o venado con productos de huerta. Existen singularidades como el jilimoje (vísceras del cerdo, tocino... propio de las matanzas). Muy típicos son los escarapuches, en sus variedades de peces, magro de cerdo y de caza mayor.
En San Cristóbal por bula papal la festividad de este santo es en Castilblanco el primer lunes de agosto.
Las celebraciones se desarrollan de jueves a lunes
El lunes tienen lugar los actos religiosos con misa, procesión y posterior bendición de vehículos. Se reparten dulces y ramos de albahaca. Este día tiene también lugar un concurso gastronómico, donde no faltan los ajoblancos, sopas de tomate, pisto o la caldereta.
La repostería nos ofrece igualmente productos naturales: los rabos de calabacín, la candelilla y otros, todos ellos heredados de antiguas recetas, algunas de origen árabe o tal vez anterior.

Historia:

Los primeros datos históricos documentales son a partir de la donación que hace el Rey Sancho IV, el día 15 de mayo de 1293, a Talavera de tres dehesas, las cuales comprendían a la que posteriormente se denominó como Dehesa de los Guadalupes, en cuyo territorio ya se encontraba el lugar de Halía y se crearon y repoblaron los de Castilblanco y Valdecaballeros. El señorío de los tres lugares pertenecía a Talavera hasta que el Rey Enrique II, el día 23 de junio de 1369, dona al arzobispo de Toledo, Gómez Manrique, la villa de Talavera con todas sus aldeas, incluidos Alía, Castilblanco y Valdecaballeros, que formaban la parroquia de Alía, dentro de su tierra en la comarca de la Jara. El lugar de Castilblanco consigue el título y privilegio de villa mediante el pago al Emperador Carlos V de 1.434.800 maravedís, otorgándoselo la Princesa Juana, en nombre de su padre y de su hermano el Príncipe Felipe, el día 31 de enero de 1556. Respecto al señorío de Castilblanco que pertenecía al arzobispo de Toledo, el Rey Felipe II se lo quita y vende, primero al banquero genovés Nicolás de Grimaldo, Príncipe de Salarno, y definitivamente a Don Pedro Ruiz de Aguayo, Veinticuatro de la ciudad de Córdoba, el día 8 de diciembre de 1584, cuyos descendientes -en sus últimos dos siglos el marquesado de Cortes de Graena-, lo poseyeron hasta el año 1811 en que se suprimieron los señoríos. El desarrollo de la historia de Castilblanco está vinculado a las vicisitudes de la Dehesa de los Guadalupes, cuyos vecinos, junto con los de Alía y Valdecaballeros, se aprovechaban de ella, con importantes limitaciones que motivaron numerosos y largos pleitos y concordias con sus sucesivos propietarios, primero Talavera y después el Rey Felipe II que se la compró para posteriormente donarla al reciente construido Monasterio de El Escorial, el cual la poseyó desde el año 1608 hasta la desamortización del siglo XIX. Desde la compra por el Rey Felipe II, los administradores de la Dehesa, tanto seglares como frailes jerónimos, residieron en esta villa. La actuación de los carlistas fue muy trágica en Castilblanco. El día 25 de mayo de 1837 se presentaron en el pueblo las partidas de Jara, Peco y Cuesta procedentes de Alía, que se dirigían hacia la Mancha, entablando una fuerta batalla contra los isabelinos que se habían hecho fuertes en la plaza del Ayuntamiento; al no poderlos desalojar, incendiaron dieciocho casas de la misma plaza, además de saquear a vecinos y asesinar a algunos. Fue famosa en toda España durante los años de la República por la sangrienta represión sufrida en 1931 durante una revuelta obrera.
No existe consenso absoluto sobre el origen del nombre de Castilblanco, pero se sabe que está relacionado con la antigua existencia de un castillo, donde hoy se encuentra la Iglesia de San Cristóbal, construido bien por los árabes o por los cristianos a principios del siglo XII, durante la Reconquista. La posibilidad de haber sido construido por los cristianos parece concordar mejor con la denominación del municipio, así como con las investigaciones historiográficas recientes, aunque el origen árabe no está del todo descartada.

Turismo:

En Castilblanco hay infinidad de caminos para practicar el senderismo, en bici y a caballo.
Ruta Al Guardiana, El Camino de Talavera, la ruta de la Zamarra, la ruta del bañuelo, la ruta por las veredas, los caminos de Pedriche y Cíjara y por último la ruta de peregrinos que conduce hasta Guadalupe.