En Los Terreros me he bañado yo miles de veces. En mi niñez y adolescencia los
veranos los pasaba en
Bañares en
casa de mi numerosa
familia. En una palabra en este
pueblo me hice un hombre en todos los sentidos ( mi primer amor, mi primera "cogorza", mis primeros
bailes en el
salón que estaba al lado del
horno, mis viajes a Sto. Domingo en bici, con el hijo del practicante, para
bailar y ligar con las chavalas del pueblo y mis sesiones de
cine en el salón de mi tío Juanito Amilburu).