PINILLA DEL VALLE: Pinilla del Valle Pinilla del Valle, junto con Rascafría,...

Pinilla del Valle
Pinilla del Valle, junto con Rascafría, Alameda, Oteruelo y Lozoya, se encuentra enclavado en el Valle Alto, en un paraje natural de extraordinaria belleza. El valle es amplio y despejado, situado a unos 1100 m. De altitud y delimitado por dos cadenas montañosas: la septentrional, divisoria entre Madrid y Segovia, en la margen izquierda del Lozoya se extiende desde Cotos al Portachuelo de Navarredonda, con altitudes que oscilan entre 1800 y 2200 m. Y sus cumbres nevadas gran parte del año. Los pasos a Segovia de producen por los puertos de Cotos, El Reventón, Malgosto y Navafría.
Por el sur el Valle se cierra en su parte más alta por la cuerda Larga, con la cumbre de Najarra (2015 m.) en su extremo oriental cerca ya del Puerto de La Morcuera que es el acceso natural al Valle desde Miraflores, suavizándose posteriormente la línea de cumbres entre el Pico de El Espartal (1733 m.) y la Cachiporrilla (1619 m.).
Tanto Pinilla como el resto de los pueblos del Valle Alto se encuentran situados en la margen izquierda del río, en la ladera orientada al sur. El término municipal de Pinilla comprende una estrecha franja de terreno, perpendicular al río y comprendida entre los límites naturales que marcan las líneas de cumbres. Por ello, se encuentran en el mismo todos los componentes geográficos del Valle con sus altas cumbres, monte alto y suaves laderas que llegan dulcemente a los llanos del fondo del valle. El pueblo se asienta en la cabecera del Embalse de Pinilla, destacable elemento paisajístico y comienzo de una de las redes de abastecimiento de agua a Madrid Capital.
Riegan además el término varios arroyos que corren por la ladera hacia el centro del Valle y vierten sus aguas en el Lozoya o en el Embalse.
En las faldas de la Sierra destacan las enormes extensiones de bosques de rebollos y algunas encinas. Las partes llanas están dedicadas a pastos y abundan también los fresnos y álamos. La ganadería, importante fuente de riqueza, se encuentra en regresión. La agricultura, siempre ha sido menos importante que la ganadería y la explotación del bosque. Actualmente se mantienen algunos cultivos de regadío y pequeñas huertas para el consumo doméstico, integradas en el tejido urbano.
Respecto al origen del topónimo, algunos autores lo relacionen con los "muchos y buenos pinos que había en el lugar", lo que no parece corresponder a la realidad. Otros, como Jiménez de Gregorio entienden que procede de Pinilla, "planta labiada de flores amarillas, viscosas y que despiden un olor parecido al pino".