O. C. En Cuelgamures, el paso del tiempo se mide ajeno al reloj de la capital. Como muestra, un botón. El alcalde, José Bartolomé, acaba de cumplir treinta años en el sillón municipal, y se lo toma con calma. El mismo reconoce que, si le hace caso a sus vecinos –los mismos que le acaban de rendir homenaje a través de una placa que luce en el coqueto Consistorio de la localidad– le quedan unos cuantos años al frente de la política municipal.
Y eso que la actividad en el Ayuntamiento es más bien escasa. ... (ver texto completo)
Y eso que la actividad en el Ayuntamiento es más bien escasa. ... (ver texto completo)