HISTORIA. Es difícil resumir en poco espacio la mucha historia de este
pueblo de
Deza. Se sabe que ha
estado habitada desde los
tiempos más remotos. Es posible que se acercara el hombre por estas tierras en el Peleolíco Inferior y
Medio. Hay pruebas que en esos periodos ya merodeaba por aquí cerca, por los vestigios hallados en Hambrona y
Huerta. Sin embargo la primeras muestras que tenemos del solar dezano correspoden al Paleolítico Superior. En Deza hay lo que puede ser un muy importante yacimiento con industris lítica de este periodo. Del periodo Calcolítico o talleres al aire
libre, se conocen en Deza dos lugares: La
Venta del Hambre y los mojoncillos. Al parecer estos asentamientos debíeron de pertenecer a grupos nómadas, con cierta actividad
agrícola que explotarían las tierras fértiles de las llanuras aluviales de los
ríos. De la edad del bronce hay localizado un importante yacimiento en el paraje de los Romerales, perteneciente a la cultura campaniforme. En cambio de la edad del hierro no se tiene ningún lugar localizado aunque no se descarta que pudiela haberlo pues algunos datos prueban que nuestro pueblo siguió habitado en aquellos tiempos. Los celtíberos tuvieron en estas tierras innumerabes lugares habitados tal como queda patente en el gran número de asentamientos encontrados por los alrededorers a
pesar de que en Deza haya un vacío grande en lo que es el actual
emplazamiento del pueblo, aun cuando se hayan encontrado dos monedas procedentes de la ceca de Karaues y de Bílbilis.
Los
romanos llegaron a Hispania en el año 218 antes de
Cristo para luchar contra los cartagineses. En el año 133 antes de Cristo
terminó la II
guerra de Celtiberia con la conquista y aniquilación de
Numancia. Es de suponer que en esa fecha Deza ya estaría soyuzgada pues se encuentran muy cerca una de otra. Deza perteneció por dedución al
convento Caesaraugustano, dentro de la
provincia Tarraconense. No obstante una nube parece mecerse sobre la
suerte del actual
centro urbano pues solamente hay vestigios en
cinco lugares del término. Todo es muy extraño teniendo en cuenta la cantidad de
agua y de buenos terrenos de cultivo que hay en el lugar. Quizá haya pruebas mas cerca de lo que creemos y no demos con ellas. Tampoco hay ningún vestigio arquitectónico en la zona.
Cuando en
plena decadencia de los
pueblos romanos, empezaron a llegar a la Peninsula Iberica hordas de suevos, vándalos y alanos solo le quedó a Roma la Tarraconense. Cuando llegaron los Visigodos en el año 414 firmarían una paz con Roma con objeto de aniquilar a los primeros, aunque finalmente quedaron ellos los dueños de todo el solar ibérico. Del siglo VI son las tumbas encontradas en el término de Valdecatalán en donde se
encontraron abundantes objetos de metal entre ellos varias fíbulas. Con el
tiempo es seguro que llegaran a fusionarse ambas culturas.
Los árabes. Después de la batalla de Guadalete o Barbate en el 711 y el consiguiente desconcierto del
ejército visigodo, se hicieron en poco tiempo dueños de toda la península a escepción de las zonas montañosas del
Norte. Por aquí estuvieron durante doscientos años aproximadamente; aunque gentes moriscas habitaron en Deza hasta el año 1611 en que fueron expulsados de
España y de donde las crónicas cuentan que salieron "al pie" de cuatrocientos de este pueblo. Durante muchos años, los moriscos fueron una ayuda para la economía dezana, teniendo privilegios otorgados por Alfonso VIII y su esposa Leonor en 1171 y ratificados el 28 de noviembre de 1457 por
Enrique II de
Castilla, según consta en un documento del archivo municipal de Deza.
En
general se puede observar que si bien hay momentos llenos de explendor y prosperidad, la tónica general es pensar que reinaba un nivel de vida mas bien bajo con poca evolución en su vida ecónomica y social pues su economía se basaba en el pastoreo y en su poducción agraria de
cereales en los que sobresalen la producción de cáñamo y de lino. A partir de los años 50 del siglo pasado Deza se fue despoblando por causa de la emigración a las grandes ciudades,
llegando en estos momentos actuales a tener menos de cuatrocientos habitantes cuando la tónica general es que rondaban los 1500 en épocas anteriores.
En los años
sesenta del siglo pasado, Deza absorvió los
Ayuntamientos de
La Alameda y
Miñana que pasaron a ser pedanías dependientes, al haberse quedado prácticamente despoblados estos dos pequeños pueblos, rayanos también con
Aragón. El
abuelo