Moscas, juegos y mosqueos
En La Alberca vivíamos tan acostumbrados a las moscas que las había de dos clases: la doméstica y la de la dehesa; esta última, la del roble, es pesádísma. Mientras que la doméstica si se ponía pesada es que anunciaba tormenta o cambio de tiempo por tanto nos servía de barómetro. Abriendo el puño y con un movimiento del brazo las cogíamos y tirábamos contra el suelo, Bueno te he ganado 13 a 5. A veces cuando nos preguntaban una oración en la catequésis si la mano se iba ... (ver texto completo)
En La Alberca vivíamos tan acostumbrados a las moscas que las había de dos clases: la doméstica y la de la dehesa; esta última, la del roble, es pesádísma. Mientras que la doméstica si se ponía pesada es que anunciaba tormenta o cambio de tiempo por tanto nos servía de barómetro. Abriendo el puño y con un movimiento del brazo las cogíamos y tirábamos contra el suelo, Bueno te he ganado 13 a 5. A veces cuando nos preguntaban una oración en la catequésis si la mano se iba ... (ver texto completo)