... ¡Y LA CAPADURA DEl TOMATE!
Transido por la emoción que me proporcionó en su día el haber tenido conocimiento de que, alguien tan distinguido como el celebérrimo amigo Don Gardel, (¡ojo con él!), personaje que en su día se vio en riesgo de perder el avión nada menos que con destino a París por el hecho, según sus propias manifestaciones, tan singular como variopinto de haber dedicado unos instantes a leer alguna de las simplezas que, en este mismo lugar, de vez en cuando venía escribiendo ... (ver texto completo)
Transido por la emoción que me proporcionó en su día el haber tenido conocimiento de que, alguien tan distinguido como el celebérrimo amigo Don Gardel, (¡ojo con él!), personaje que en su día se vio en riesgo de perder el avión nada menos que con destino a París por el hecho, según sus propias manifestaciones, tan singular como variopinto de haber dedicado unos instantes a leer alguna de las simplezas que, en este mismo lugar, de vez en cuando venía escribiendo ... (ver texto completo)