Colegiata de San Martín.
San Martín de Elines contiene una de las más bellas y monumentales
iglesias románicas de
Cantabria. La
historia de este viejo
monasterio de Elines no es prácticamente desconocida, pues se ha conservado su carturlario. Este monasterio debió de nacer en los primeros siglos de la repoblación, y que ya en el
siglo X tenía un
edificio mozárabe cuyas
ruinas aún podemos apreciar en el muro del
claustro que da al
cementerio, con sus
arcos de herradura y sus ventanitas cegadas del claustro. Por una constancia documental se sabe que en 1102 esta vieja
fábrica se vino
abajo. Muy pronto debió de reconstruirse una nueva
iglesia, en
estilo románico. Las características de su
arquitectura y sobre todo de su
escultura, nos indica que puede ser obra del siglo XII.
Exterior. La
iglesia de San Martín de Elines se presenta al exterior como un edificio uniforme formado por una nave, una alta linterna prismática, y un
ábside y
presbiterio de la misma altura, ambos, que la nave.
Comenzando la
visión de la iglesia por el muro sur, vemos que está formado por excelente sillería isodoma; lleva en su primera mitad dos contrafuertes muy poco resaltados, que no llegan a la cornisa. Ésta es prismática, sin ninguna decoración y se sostiene por veintisiete
canecillos casi todos iconográficos.
Este muro sur se abre, como luminarias, por una ventanita aspillera, con
arco de
medio punto doblado, junto al primer contrafuerte, y otra en el segundo contrafuerte y la
torre cilíndrica, del mismo aspecto y a la misma altura. Antes de llegar a la torre, y en lo que podemos llamar ya muro de la linterna, se ha incrustado en la sillería una
placa relivaria, rectangular, quizá procedente del viejo monasterio mozárabe, y muy erosionada. A continuación viene la torre cilíndrica, que parece haberse
construido para alcanzar la linterna o como torre de
campanas dado que encierra una espléndida
escalera de caracol. Es toda de sillería y tiene tres aspilleras a cada lado para la iluminación de la escalinata
interior.
El presbiterio de este lado sur lleva cornisa de borde sogueado que apoya sobre siete bellos canecillos.
El ábside es semicircular, que se divide en tres
calles por medio de dos contrafuertes prismáticos sobre los que apoyan, a la altura del arranque de las arquerías, columnillas de fuste cilíndrico exente, compuesto de seis tambores, que acaban
capiteles a la altura de los canecillos.
Destacan en la composición del ábside los tres arcos ciegos, cada uno de los cuales ocupa una de las calles. Todos tienen guardapolvos de medio punto con decoración. La
ventana izquierda lleva guardapolvos de billetes y baquetón, ambos de medio punto. La ventana central tiene arco de medio punto que envuelve baquetón que apoya sobre capiteles. La ventana lateral derecha tiene idéntica configuración que la central.
La linterna es maciza, toda de sillería y con un óculo en su muro este y una ventana en el del mediodía. Se corona con cornisa sencilla de caveto sostenida por canecillos de variadas representaciones.
La
puerta de
entrada a la iglesia se halla en el hastial de poniente y dentro del claustro actual.
Interior. El interior de la iglesia acrecienta aún más la monumentalidad del alzado: nave alta con cubierta de
madera; falso crucero, pues prácticamente es el primer tramo de la iglesia, con una soberbia
cúpula que carga sobre cuatro arcos torales de medio punto (los
laterales ciegos) que salen de enormes capiteles cilíndricos sostenidos por gruesas pilastras entregas.
El ábside y presbiterio, en el interior, es la parte más espléndida y
principal de la iglesia.
Los
muros del presbiterio llevan también una armadura superior.
El claustro, ofrece una serie de sarcófagos de los siglos XII-XIII. (1) web local (Círculo Románico)