Población de gran riqueza natural y patrimonio civil, ya es mencionada en documentos de más de siete siglos. En 1301 se habla de la junta vecinal, que contaba entonces con dos
barrios: La Pereda, y La Gesa.
La pervivencia durante ese tiempo se ha cimentado en los
montes que circundan el
pueblo, 1700 hectáreas propias y 1050 por indiviso. De ahí parte una de las actividades que popularizó el nombre de éste pueblo; la elaboración de carbón vegetal a partir de la leña extraída de sus bosques, cuyo auge fue en el siglo XIX, y que suministró combustible a las
fábricas de
Los Corrales de Buelna y Torrelavega. El aprovechamiento de sus bosques no sólo se limitó a su madera. En 1374 surge el nombre patronímico de "
Coo de las
Castañas", clara referencia a la recolección de éste
fruto otoñal tan típico y abundante que posee éste pueblo.
Otro dato importante son los
Molinos, que tuvieron su mayor explendor en el siglo XIX. Llegaron a funcionar hasta cinco molinos.
La
ganadería es un dato a destacar, ya que cuenta con una de las mejores cabañas de la comarca, teniendo como
estandarte la
finca de Jerrizuela, dependiente del gobierno regional, cuya actividad se centra en la cría del
ganado de raza tudanca.