Como" maestra" te "castigo" a que vuelvas a leer mi escrito y te darás cuenta que en ningún momento:
-He dicho que D Ricardo (q e d) fuera para mi un ejemplo de virtudes morales y pedagógicas (si tienes la suerte de encontrarte con algunos de mis alumnos verás que mis virtudes morales y pedagógicas son distintas, no mejores ni peores)
- En NINGÚN momento he tenido falta de sensibilidad con el dolor ajeno, ni en este caso ni en ninguno lo suelo tener, me parece a mi y tu que bien me conoces,
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Buenos días, querida prima, y, por extensión, a todo quisqui: no sé porqué me meto yo en estos berenjenales. Simplemente dije, o quise decir, que aquel desagradable hecho no debería ser motivo de escarnio. PUNTO.
Cualquier alumno, querida prima, que se esté iniciando en los comentarios de texto, puede sacar la conclusión que saqué yo al leer tu LOA, al personaje en cuestión. Las cosas que se dicen, se dicen y ya está. No tiene mayor importancia. Efectivamente, ya escribí, que nada en verdad ni mentira… Y te ponía el ejemplo de la Petacci. Esto no debe de tener mayor importancia.
En cuanto a lo de mujer; es fácil. Digo que no era, ni soy mujer, porque es una evidencia palmaria. Y, porque, aunque alguna vez le escuché algún improperio, es posible que a las del sexo- mal llamado débil- las tratara con mejor aprecio. Ese era el sentir de mi afirmación; cualquier otra interpretación sería, además de errónea, torticera.
Por lo demás, dejaré la cuestión- salvo para decirle algo a mi amada Amapola- Y, y no sé qué narices hacía yo anoche a tales horas por ahí, cuando esta mañana tengo que estar aquí dándole a la tecla.
Me preguntabas por Alex. Bien, por Montevideo, muy contento y aprendiendo mucho. Pasando algunas tormentas tropicales de aquí te espero y algún que otro mal rato. Un beso. PC
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