Como se me eriza el alma, con todo esto que leo
ya que estos recuerdos que aquí salen, me llegan mu p´adentro.
Es que, en el largo caminar por esta vida,
se adueñó de mí, la soledá en varios momentos,
y que ahora, arropao por vuestra compañía, ya no la siento,
la soledad, que a veces me envolvía; se fué corriendo.
Porque, dejar tu tierra tan pequeño, eso no es bueno,
se hace como una losa, que llevas ahí encima, que pesa como un muerto,
que te hunde y te hunde poco a poco, que te entumece los sentimientos.
Se hace uno el fuerte pa que no se note, que vas arrengao por el peso,
ese peso que no puedes quitarte; porque es EXTREMADURA, lo que llevas dentro.
Es como si llevaras tus raices, plantás en otro tiesto,
lleno con otra tierra sin apenas estiercol; regá por otro agua, cuidá por otro dueño y ese dueño uno sabe, que no es el verdadero.
Porque como Dios sólo hay uno, así pasa con esto,
que por más vueltas, que des a la cabeza, siempre acabas diciendo:
¿Pa qué tendría yo que salir de mi tierra, siendo tan pequeño?
UN ABRAZO A TOD@S. Lagarero
... (ver texto completo)