Quiero que la gente sepa,
lo que yo siento,
por eso voy a echar fuera,
lo que llevo dentro.
No me importa lo que piensen,
si estoy loco o estoy cuerdo,
pues entre lo uno y lo otro,
la distancia no es ni un metro.
Hoy me he levantado triste,
porque no estoy en mi pueblo,
ese pueblo chiquinino,
allí metío entre cerros,
que siempre me está esperando,
con sus bracinos abiertos,
que me acurruca y me besa,
cada vez que a el yo llego.
Acordándome de el,
la triteza voy perdiendo,
y encontrando la alegría,
que me produce el hacerlo.
Porque me pone contento,
cada vez que en el yo pienso,
y saber que allí me espera,
con sus bracinos abiertos.
Hoy me he levantado triste,
pero ya; estoy contento.
Un abrazo Lagarero
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