Buenos días a todos. Un placer volver a este espacio que parece se va animando poco a poco.
Después de estos días de intensa gastronomía típica alcarreña, donde un año más hemos podido disfrutar de una de sus representantes más emblemáticas “ Las Gachas “, el trabajo hay que afrontarlo con calma y dejar un espacio-tiempo para seguir saboreando con vosotros ese regusto que queda después de un festejo en el que, como dice Monaguillo, hemos podido disfrutar los más afortunados.
No voy a repetirme ni repetiros lo que ya os comenté el año pasado; sólo deciros que, un año más, pudimos compartir la magia de estar juntos y reír y beber y recordar otros tiempos y cerrar ya la cita del año próximo con la esperanza de que el número de comensales crezca y seamos aún más los que podamos compartir estos momentos inolvidables.
Además de este singular acontecimiento que parece haberse convertido ya en una tradición (y que así siga), quisiera haceros partícipes, con el permiso de nuestro barman Perico, de su particular historia. Perico está enamorado y muy, muy enamorado. Esta herramienta tan poderosa que es internet, le ha llevado hasta las islas Canarias donde ha encontrado a la Mujer que de tanto quererla, hizo saltar por los aires fuegos artificiales la noche del sábado en El Eruelo. Ella cumplía años. ¡Qué regalo!. Cualquier mujer se sentiría como Fabiola, que así se llama ella, una Reina y no era para menos. Desde aquí Pedro, te deseo toda la felicidad que un buen hombre como tú se merece. Ojalá esta historia que ha empezado siga avanzando, en La Ventosa, en Villarejo o en las Canarias. Y, ya sabes, quiero la exclusiva para el día que penséis dar el gran paso...
Otra noticia de última hora y ésta va dirigida especialmente a Zascandil, es que al parecer la antena para móviles está en puertas. Y, aunque la ubicación final no está todavía definida, la polémica está servida porque inicialmente el lugar elegido fue en las Eras Altas, pegando además al depósito de agua. Ningún organismo oficial ni representantes de la sanidad pública van a reconocer los efectos secundarios que una antena de estas características puede provocar (y existen, pero puede más el capital en este caso). En cualquier caso y bajo mi humilde opinión, hay que llevar el progreso a nuestros pueblos, desde luego. Pero el progreso no tiene porqué dañar el medio ambiente o, tal vez, dañarlo lo menos posible. Y si no, echar un vistazo a los lavaderos de hoy. No había otro lugar donde Telefónica implantara su caseta. Y no es que la zona esté engalanada precisamente, pero las cuevas, los lavaderos, son un patrimonio que bien merecían otro trato, más de favor que el que le han hecho.
Un abrazo a todos y hasta muy pronto. Ah! y a nuestro querido forero que habita en las Antípodas, ánimo para seguir llamándonos e invitándonos a venir a este espacio. Lo tuyo sí que es perseverar. Al final, todos volveremos, como volvemos a nuestros pueblos.
Zoqueta
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