... ¡INCONCLUSAS Y A DOMICILIO...!
Sin duda, las del sector más duro de la Administración Pública, en este caso, las del Ministerio de Hacienda a través de su Agencia Tributaria, que cual feroz perro de presa ataca a cualquier ciudadano que presente síntomas de defraudador, amedretándolo primero, y mordiéndole después, si procede, en lo que más le duele: en el bolsillo. Cualquier españolito honrado de los de a pie, inmediatamente diría, ¡ole!, ¡eso es lo que hay que hacer para acabar con todos los apologistas de los "eres" (para entendernos, "eres" igual a expedientes apropiados para roedores y expoliadores), los "urdangas", los de las "mandangas", los "bárcenas" y demás especies de la fauna nacional.
Viene a cuenta esta fabulilla no en balde porque, como todos sabemos, a los grandes defrudadores del Fisco, a los que le torean con toneladas de fraude puestas a buen recaudo en Suiza, en las Bahamas o en Gibraltar, se les tiene unas consideraciones que para sí quisiéramos los demás españolitos de a pie, y ahí está el propio ejemplo del Bárcenas, que como todo el mundo sabe, "limpiamente" ha escamoteado la salida por la puerta falsa de cuarenta y ocho millones de euros sin perder uno sólo por el camino, es decir, en pesetas, la burrada de UNOS OCHENTA MIL MILLONES, y uno se pregunta: ¿cuántas "barcenadas" más han burlado al Fisco?. Por de pronto, hay noticias de varias, con la particularidad de que, si por fin se apiadan estos tiburones de lo ajeno y deciden declarar la parte que les parezca oportuna o negocien con Doña A. T., se les recompensará generosamente en cuanto a la aplicación del IRPF por su "desprendimiento". Entretanto, ¿qué le sucede a cualqier españolito que "camufló" en su declaración del IRPF, el IBI u otro medio, unos mil duritos de los de antes o el equivalente en cualesquiera otra operación, pues que además de denunciado, será persequido si no lo reintegra en breve plazo de días y le "endiñarán" un recargo de padre y muy señor mío que nada tiene que ver con el índice del coste de la vida, sino multiplicado éste por varios enteros más.
Y como remate: en el presente año de 2013, la Sra. Agencia Tributaria aún no ha devuelto a algunos de los humildes contribuyente cuya declaración ha sido realizada por la propia Agencia, la devolución que les corresponde procedente de este impuesto, pese a que el Fisco comenzó a descontársela de sus magros ingresos desde el 1º de enero del año anterior 2012. Esto si que es la aplicación de la Ley del Embudo. Amén.
¡Saludos a los que han hambre y sed de justicia, porque de ellos será el Reino de los Cielos!.
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