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Mensajes enviados por Extramuros:

En ti, la luz es más que trigo.
Las palabras tienen la segura posesión
Del alma y ocupa la ternura frágil territorio
De bondades.

Tú predicas la paz vencedora del pecado,
El divino fruto de amarte enteramente
Limpio para besar el cielo religioso de tus manos.

Tú, agua y pan para mi vida, ... (ver texto completo)
EL POZO

A veces te hundes, caes
en tu agujero de silencio,
en tu abismo de cólera orgullosa,
y apenas puedes
volver, aún con jirones
de lo que hallaste
en la profundidad de tu existencia.
... (ver texto completo)
Cuando de niño empecé
a darme a la poesía,
tan en serio lo tomé,
que sólo en serio escribía.

Romántico exagerado,
era lo triste mi fuerte.
¡Válgame Dios! Le he soltado
cada soneto, ¡A la muerte!

La fatalidad, el sino,
el hado, la parca fiera,
el arroyo cristalino
y la tórtola parlera....

Todo junto le servía
a mi necia inspiración
para hacer una elegía
que partía el corazón.

No hubo desgracia ni duelo
que en verso no describiera....
¡Si estaba pidiendo al cielo
que la gente se muriera!

¿Que airado el mar se tragaba
la barca del pescador?
Pues yo en mi lira lanzaba
los lamentos de rigor....

¿Que un amigo se moría,
viejo o joven, listo o zafio?
Pues, ¡zas!, al siguiente día
publicaba su epitafio.

¿Que una madre acongojada
gemía en llanto deshecha?
¿Que por una granizada
se perdía la cosecha?

Pues yo enjugaba aquel llanto
en versos de arte mayor,
y maldecía en un Canto
al granizo destructor.

Escéptico y pesimista
¡me hacía unas reflexiones!....
Sirva de ejemplo esta lista
de varias composiciones:

Ludibrio, Dios iracundo,
Profanación y adulterio,
Los desengaños del mundo,
El ciprés del cementerio.

Pues, ¿y una composición
en que, imitando a otros vates,
con la mejor intención
decía estos disparates?

« ¡Ay! El mundo en su falsía
aumentará mi delito,
vertiendo en el alma mía
la duda de lo infinito.

¡Triste errante y moribundo,
sigo el ignoto sendero,
sin encontrar en el mundo
un amigo verdadero!

¡Todo es falsedad, mentira!
¡En vano busco la calma!
¡Son las cuerdas de mi lira
sensibles fibras del alma!

¡El mundo, en su loco anhelo
me empuja hacia el hondo abismo!
¡Dudo de Dios y del cielo,
y hasta dudo de mí mismo!

¡Esta existencia me hastía!
¡Nada en el mundo es verdad!»

¡Y todo esto decía
a los quince años de edad!

Francamente, yo no sé
cómo algún lector sensato
no me pegó un puntapié
por necio y por mentecato.

Por fortuna ya no siento
aquellas melancolías
ni doy a nadie tormento
con vanas filosofías.

Ya no me meto en honduras,
ni hablo de llantos ni penas,
ni canto mis amarguras
ni las desdichas ajenas.

He cambiado de tal modo,
que soy otro diferente;
pues hoy me río de todo,

¡y me va perfectamente! ... (ver texto completo)
Margarita, está linda la mar
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar:
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento:

Éste era un rey que tenía ... (ver texto completo)
NOCTURNOS PENSAMIENTOS
Anoche, en ti estaba pensando.
Pensaba en la particular
hermosura de tu alma
milenaria. Te he amado;
me has amado en la calma
de millares de milenios.
Hemos sido hijos del mar,
hemos sido hijos del alba,
hemos sido dos, solos, callados, ... (ver texto completo)
EXPLICANDO UNA TARDE ANATOMÍA

Explicando una tarde anatomía
un sabio profesor
del corazón a sus alumnos daba
perfecta descripción.
Anonadado por sus propias penas,
la cátedra olvidó;
-Dicen señores, exclamaba pálido,
que nadie consiguió
vivir sin esa víscera preciosa-
- ¡Error, extraño error!-
Hay un ser en mi ser, una hija mía,
que ayer me abandonó;
- ¡Las hijas que abandonan a sus padres
no tienen corazón!-
Un estudiante que del aula oscura
se oculta en un rincón,
mientras los otros, asombrados oyen
tan público dolor,
sonriendo a un amigo y compañero
le dijo a media voz:
- ¡Piensa que a su hija el corazón le falta...
y es que lo tengo yo!-

Eusebio Blasco Soler
(1844-1903) ... (ver texto completo)
La Luna

Hay tanta soledad en ese oro.
La luna de las noches no es la luna
que vio el primer Adán. Los largos siglos
de la vigilia humana la han colmado
de antiguo llanto. Mírala. Es tu espejo.
J. L. B
En las tibias mañanas de mayo, julio, octubre,
por la alameda abajo el paso se descubre
de la reata plácida que los caminos cubre,
acarreando el jugo de la rosada ubre.

Sobre los altos chopos, jilgueros, gorriones
trenzan su algarabía joviales y zumbones.
Un sol recién nacido despierta los balcones
y filtra entre las hojas trémulos medallones.
... (ver texto completo)
¡Venid a ver la alborada de enero!
¡Un rayito de luz
Al que llegue primero!

Aquel tiempo de flores asoma
Antelando al gorjeo
Del senzonte en la poma

Olvidad vuestras penas;
Comulgad con la Hostia ... (ver texto completo)
Inclinen a tu nombre, o luz de España,
ardiente rayo del divino Marte,
Camilo, y el belígero Africano,
y el vencedor de Francia y de Alemania,
la frente, armada de valor y de arte;
pues tú, con grave seso y fuerte mano
por el pueblo Cristiano
contra el ímpetu bárbaro sañudo
pusiste osado el generoso pecho,
cayó el furor ante tus pies desnudo, ... (ver texto completo)
Cuando con resonante
rayo, y furor del brazo poderoso
a Encelado arrogante
Júpiter glorioso
en Edna despeñó victorioso;

y la vencida Tierra,
a su imperio sujeta y condenada,
desamparó la guerra,
por la sangrienta espada
de Marte, con mil muertes no domada;

en la celeste cumbre
es fama, que con dulce voz presente
Febo, autor de la lumbre,
cantó suavemente
revuelto en oro la encrespada frente.

La sonora armonía
suspende atento al inmortal senado;
y el cielo, que movía
su curso arrebatado,
se reparaba al canto consagrado.

Halagaba el sonido
al alto y bravo mar y airado viento
su furor encogido,
y con divino aliento
las Musas consonaban a su intento.

Cantaba la vitoria
del cielo, y el horror y la espereza,
que les dio mayor gloria,
temiendo la crudeza
de la Titania estirpe y su bruteza.

Cantaba el rayo fiero,
y de Minerva la vibrada lanza,
del rey del mar ligero
la terrible pujanza,
y del Hercúleo brazo la venganza.

Mas del sangriento Marte
las fuerzas alabó y desnuda espada,
y la braveza y arte
d' aquella diestra armada,
cuya furia fue en Flegra lamentada.

A ti, decía, escudo,
a ti valor del cielo poderoso,
poner temor no pudo
el escuadrón dudoso,
con enroscadas sierpes espantoso.

Tú solo a Oromedonte
diste bravo y feroz horrible muerte
junto al doblado monte,
y con dichosa suerte
a Peloro abatió tu diestra fuerte.

O hijo esclarecido
de Uno, o duro y no cansado pecho,
por quien Mimas vencido,
y en peligroso estrecho
el pavoroso Runco fue deshecho.

Tú, ceñido de acero,
tú, estrago de los hombres rabioso,
con sangre horrido y fiero,
y todo impetuoso,
el grande muro rompes presuroso.

Tú encendiste en aliento
y amor de guerra y generosa gloria
al sacro Ayuntamiento,
dándole la vitoria,
que hará siempre eterna su memoria.

A ti Júpiter debe,
libre ya de peligro, que el profano
linaje, que se atreve
alzar armada mano,
sujeto sienta ser su orgullo vano.

Mas aunque resplandezca
esta vitoria tuya esclarecida
con fama, que merezca
tener eterna vida,
sin que d' oscuridad esté ofendida;

vendrá tiempo, en que sea
tu nombre, tu valor puesto en olvido;
y la tierra posea
valor tan escogido,
que ante él, el tuyo quede oscurecido.

Y el fértil Occidente,
en cuyo inmenso piélago se baña
mi veloz carro ardiente,
con claro honor de España,
te mostrará la luz de esta hazaña.

Que el cielo le concede
de César sacro el ramo glorioso,
que su valor herede;
para que al espantoso
Turco quebrante el brío corajoso.

Veras el limpio bando
en la fragosa, inaccesible cumbre,
que sube amenazando
a la celeste lumbre,
confiado en su osada muchedumbre.

Y allí de miedo ajeno
corre, cual suelta cabra, y se abalanza
con el fogoso trueno
de su cubierta estanca,
y sigue de sus odios la venganza.

Mas luego que aparece
el joven de Austria en la enriscada sierra,
el temor entorpece
a la enemiga tierra,
y con ella acabó toda la guerra.

Cual tempestad ondosa,
con horrísono estruendo se levanta,
y la nave, medrosa
d' aquella furia tanta,
entre peñascos ásperos quebranta.

O cual del cerco estrecho
el flamígero rayo se desata
con largo surco hecho,
y rompe y desbarata,
cuanto al encuentro su ímpetu arrebata.

La Fama alzará luego,
y con doradas alas, la Vitoria
sobre el orbe del fuego,
resonando su gloria
con puro resplandor de su memoria.

Y llevarán su nombre
de los últimos soplos de Occidente
con inmortal renombre
al purpúreo Oriente,
y a do hiela y abrasa el cielo ardiente.

Si Peloro tuviera
de su excelso valor alguna parte,
él solo te venciera,
aunque tuvieras, Marte,
doblado esfuerzo y osadía y arte.

Si éste valiera al cielo
contra el profano ejército arrogante,
no tuvieras recelo,
tú, Júpiter tonante,
ni arrojaras el rayo resonante.

Traed pues ya volando
ô cielos, este tiempo espacioso
que fuerza dilatando,
el curso glorioso;
haced, que se adelante presuroso.

Así la lira suena,
y Io ve el canto afirma, y se estremece
sacudido, y resuena
el cielo, y resplandece,
y Mavorte medroso se oscurece.
F. d. H. ... (ver texto completo)
Amor casi de un vuelo me ha encumbrado
adonde no llegó ni el pensamiento;
mas toda esta grandeza de contento
me turba, y entristece este cuidado:
que temo que no venga derrocado
al suelo por faltarle fundamento;
que lo que en breve sube en alto asiento
suele desfallecer apresurado.
Mas luego me consuela y asegura
el ver que soy, señora ilustre, obra
de vuestra sola gracia, y en vos fío;
porque conservaréis vuestra hechura,
mis faltas supliréis con vuestra sobra
y vuestro bien hará durable el mío.
F. L. de León ... (ver texto completo)
Si alguna vez mi pena
cantaste tiernamente, Lira mía,
y en la desierta arena
desde campo extendido
donde la oscura noche al claro día
rompiste mi gemido;
ahora olvida el llanto,
y vuelve al alto y desusado canto.

No celebro los hechos ... (ver texto completo)
INVIERNO

Un incesante cierzo huracanado
traspasa la tersura de la nieve.
Muestran sus esqueletos de madera
los árboles desnudos en silencio.
Lanzan los fuertes robles su mirada
hacia los encinares que vestidos
de hojas perennes pasan el invierno
así agoniza un corazón desnudo ... (ver texto completo)
Rojo sol, que con hacha luminosa
coloras el purpúreo y alto cielo,
¿hallaste tal belleza en todo el suelo,
que' iguale a mi serena Luz dichosa?

Aura suave, blanda y amorosa,
que nos halagas con tu fresco vuelo;
cuando se cubre del dorado velo
mi Luz, ¿tocaste trenza más hermosa?
... (ver texto completo)
Esparce en estas flores
pura nieve y rocío
blanca y serena luz de nueva Aurora,
y con varios colores
se vista el bosque frío
de los esmaltes de la rica Flora;
pues la excelsa Eliodora
ya muestra su belleza,
a do con alta frente
da Betis su corriente, ... (ver texto completo)
Voz de dolor, y canto de gemido,
y espíritu de miedo, embuelto en ira,
hagan principio acerbo a la memoria
d' aquel día fatal, aborrecido,
que Lusitania mísera suspira,
desnuda de valor, falta de gloria;
y la llorosa istoria
asombre con orror funesto y triste
dend' el Áfrico Atlante y seno ardiente,
hasta do el mar d' otro color se viste; ... (ver texto completo)
Para POCE.

Te digo lo que ya te dije el día 3, y lo copio literalmente.

Adelante amigo Poce, con tus refranes y cosas, que siempre hay algún apestao con su cabeza sarnosa, poniéndole a todo peros… porque no sabe hacer otra cosa.
Mensaje enviado el 03/01/2009 a las 19:06 por extramuros
Corazón, corazón martirizado
Por todos los dolores…
Un jardín otoñal abandonado,
Sin aves y sin flores.
Las largas avenidas de las citas,
Hoy mudas y desiertas,
Recuerdan, con su olor a hojas marchitas,
Un cementerio de esperanzas muertas,
E inmóviles, los arboles escuetos,
En gris niebla amortajados ... (ver texto completo)
Para El viajero del tren burra

¡Viajar! ¡Perder países!
¡Ser otro constantemente,
en el alma no tener raíces
de vivir y ver únicamente!

¡No pertenecer ni a mí!
¡Ir al frente, seguir
la ausencia de tener un fin, ... (ver texto completo)
Un año más en el hogar paterno
celebramos la fiesta de Dios-Niño,
símbolo augusto del amor eterno
cuando cubre los montes el invierno
con su manto de armiño.

Como en el día de la fausta boda
o en el que el santo de los padres llega,
la turba alegre de los niños juega,
y en la ancha sala la familia toda ... (ver texto completo)
Vierte, corazón, tu pena
Donde no se llegue a ver,
Por soberbia, y por no ser
Motivo de pena ajena.
Yo te quiero, verso amigo,
Porque cuando siento el pecho
Ya muy cargado y deshecho,
Parto la carga contigo.
Tú me sufres, tú aposentas
En tu regazo amoroso, ... (ver texto completo)
A Santa Bárbara
Oración

Señor, que diste a santa Bárbara una increíble fortaleza para soportar los mayores ultrajes y tormentos por ser fiel a Ti, te pedimos que, como ella, nosotros seamos fuertes en la adversidad y humildes en la prosperidad para alcanzar como ella la eterna bienaventuranza.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Para todos los foros de pueblos de España, os dedico esta poesía de Amado Nervo, como recuerdo a las antigüas llaves con las que abriamos y cerrabamos nuestras casas.

VIEJA LLAVE

Esta llave cincelada
que en un tiempo fue, colgada,
(del estrado a la cancela,
de la despensa al granero)
del llavero
de la abuela, ... (ver texto completo)
A BORDO
Vela abajo, mozo arriba,
Acá el roto, allá el peñasco,
Ido el sol, recio el chubasco,
Y el barco, no barco, criba:

Gigante el viento derriba
Los hombres de las escalas;
Desatadas van las balas
Rodando por la cubierta- ... (ver texto completo)
Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.

Gutierre de Cetina ... (ver texto completo)
Por ti, mujer divina, en éxtasis levanto
las notas que despide mi tétrico rabel;
por ti, mujer que enciendes el fuego sacrosanto
que al cundir por mis venas enaltece mi ser.

Por ti, mujer divina, hermosa luz sin sombra
transpórtame a los cielos excelsa beatitud,
y quisiera a tus plantas tenderlas por alfombra
las trémulas estrellas que brillan en el tul.
... (ver texto completo)
Que mi pie te despierte, sombra a sombra
he bajado hasta el fondo de la patria.
Hoja a hoja, hasta dar con la raíz
amarga de mi patria.

Que mi fe te levante, sima a sima
he salido a la luz de la esperanza.
Hombro a hombro, hasta ver un pueblo en pie
de paz, izando un alba.
... (ver texto completo)
Vibro tan sólo por un sueño, vibro
por realizar un simultáneo empeño:
que leamos los dos el mismo libro
y soñemos los dos el mismo sueño…

Las palabras serán piedras preciosas,
claras Ormuces, misteriosas chinas,
rosas antiguas, delirantes rosas,
palabras con aromas y sin espinas.
... (ver texto completo)
La joya milagrosa

Hay, según los navegantes,
allá lejos un país,
cuyos pobres habitantes
andan a todos instantes
con sus bienes en un tris.

Ya un espantoso huracán
hace en la cosecha riza,
ya sepultura le dan
las piedras, lava y ceniza
de un repentino volcán.

Los de ilustre jerarquía
y los míseros gañanes,
todos viven entre afanes,
recelando cada día
terremotos y huracanes.

Para auxilio en tales daños,
entrega el común señor
allí a cada morador,
ya desde sus tiernos años,
una joya de valor.

Y tales prodigios obra
la joya a los niños dada,
que con ella todo sobra,
y sin ella no se cobra,
de lo que se pierde, nada.

Sin embargo, aquella gente
se echa tanto el alma atrás,
que es la cosa más frecuente
perder la joya excelente,
y no recobrarla más.

Causará, sin duda, espanto
su locura; pero ¡qué!
¿Nada igual aquí se ve?
¿No hacen muchos otro tanto
con la joya de la fe?

Y sus luces, en verdad,
son las que nos guían solas
a puerto de claridad
en la noche y en las olas
de la ruda adversidad. ... (ver texto completo)
Los viajes

Un pescador, vecino de Bilbao,
cogió, yo no sé dónde, un bacalao.
- ¿Qué vas a hacer conmigo?,
el pez le preguntó con voz llorosa.
Él respondió: -Te llevaré a mi esposa:
ella, con pulcritud y ligereza,
te cortará del cuerpo la cabeza;
negociaré después con un amigo, ... (ver texto completo)
¡Todo es noche, noche oscura!
Ya no veo la hermosura
de la luna refulgente;
del astro resplandeciente
tan sólo siento el calor.

No hay nubes que el cielo dora;
ya no hay alba, no hay aurora
de blanco y rojo color.
... (ver texto completo)
Pobre barquilla mia...

¡Pobre barquilla mía,
entre peñascos rota,
sin velas desvelada,
y entre las olas sola!

¿Adónde vas perdida?
¿Adónde, di, te engolfas?
Que no hay deseos cuerdos
con esperanzas locas.

Como las altas naves,
te apartas animosa
de la vecina tierra,
y al fiero mar te arrojas.

Igual en las fortunas,
mayor en las congojas,
pequeña en la defensas,
incitas a las ondas.

Advierte que te llevan
a dar entre las rocas
de la soberbia envidia,
naufragio de las honras.

Cuando por las riberas
andabas costa a costa,
nunca del mar temiste
las ira procelosas.

Segura navegabas,
que por la tirra propia
nunca el peligro es mucho
adonde el agua es poca.

Verdad es que en la patria
no es la virtud dichosa,
ni se estima la perla
hasta dejar la concha.

Dirás que muchas barcas
con el favor en popa,
saliendo desdichadas,
volvieron venturosas.

No mires los ejemplos
de las que van y tornan,
que a muchas ha perdido
la dicha de las otras.

Para los altos mares
no llevas, cautelosa,
ni velas de mentiras,
ni remos de lisonjas.

¿Quién te engañó, barquilla?
Vuelve, vuelve la proa:
que presumir de nave
fortunas ocasiona.

¿Qué jarcias te entretejen?
¿Qué ricas banderolas
azote son del viento
y de las aguas sombra?

¿en qué gavia descubres,
del arbol alta copa,
la tierra en perspectiva,
del mar incultas orlas?

¿En qué celajes fundas
que es bien echar la sonda,
cuando, perdido el rumbo,
erraste la derrota?

Si te sepulta arena,
¿qué sirve fama heroica?
Que nunca desdichados
sus pensamientos logran.

¿Qué importa que te ciñan
ramas verde o rojas,
que en selvas de corales
salados cesped brota?

Laureles de la orilla
solamente coronan
navíos de alto bordo
que jarcias de oro adornan.

No quieras que yo sea,
por tu soberbia pompa,
Faetonte de barqueros
que los laureles lloran.

Pasaron ya los tiempos
cuando, lamiendo rosas,
el céfiro bullía
y suspiraba aromas.

Ya fieros huracanes
tan arrogantes soplan
que, salpicando estrellas,
del sol la frente mojan.

Ya los valientes rayos
de la vulcana forja,
en vez de torres altas,
abrasan pobres chozas.

Contenta con tus redes,
a la playa arenosa
mojado me sacabas;
pero vivo, ¿qué importa?

Cuando de rojo nácar
se afeitaba la aurora,
más peces te llenaban
que ella lloraba aljófar.

Al bello sol que adoro
enjuta ya la ropa,
nos daba una cabaña
la cama de sus hojas.

Esposo me llamaba,
yo la llamaba esposa,
parándose de envidia
la celestial antorcha.

Sin pleito, sin disgusto,
la muerte nos divorcia;
¡ay de la pobre barca
que en lágrimas se ahoga!

Quedad sobre la arena,
inútiles escotas,
que no ha menester velas
quien a su bien torna.

Si con eternas plantas
las fixas luces doras,
¡oh dueño de mi barca!,
y en dulce paz reposas.

Merezca que le pidas
al bien que eterno gozas
que adonde estás me lleve,
más pura y más hermosa.

Mi honesto amor te obligue,
que no es digna victoria
para quejas humanas
ser las deidades sordas.

Mas, ¡ay!, que no me escuchas.
pero la vida es corta:
viviendo, todo falta;
muriendo, todo sobra.
Lope de Vega ... (ver texto completo)
NO ES MÁS

por selva oscura...

Un poema no es más
que una conversación en la penumbra
del horno viejo, cuando ya
todos se han ido, y cruje
afuera el hondo bosque; un poema
... (ver texto completo)
UNA TARDE

¡Tarde horrible! Del horizonte
la alta esfera, negro velo
recubrió;
triste, obscuro estaba el monte,
triste el valle, triste el cielo,
triste yo!

En medio del cuadro sombrío ... (ver texto completo)
Muchas gracias Libertad: la palabra misma en sí, es uno de los más bellos tesoros que una persona puede aspirar.
Te aclaro que el poema no es mío es de Rosalía de Castro titulado “Las campanas”.
Los versos que has escrito son muy bellos y un fiel reflejo de aconteceres de nuestros pueblos ¡Enhorabuena! y un cordial saludo
Yo las amo, yo las oigo,
cual oigo el rumor del viento,
el murmurar de la fuente
o el balido de cordero.

Como los pájaros, ellas,
tan pronto asoma en los cielos
el primer rayo del alba,
le saludan con sus ecos.
... (ver texto completo)
LA RAMILLETERA CIEGA

Caballeros, aquí vendo rosas;
frescas son y fragantes, a fe;
oigo mucho alabarlas de hermosas
eso yo, pobre ciega, no sé.
Para mi ni belleza ni gala
tiene el mundo, ni luz ni color;
mas la rosa del cáliz exhala,
dulce, un hálito, aroma de amor. ... (ver texto completo)
Nieblas

¡Ya pronto anochece!
¡Qué triste esta el cielo!
El aire cimbrea
los álamos secos,
ya hay nieve en las cumbres del monte,
la luna amarillea
se refleja en los campos desiertos.
Ya tienden las aves ... (ver texto completo)
El Pájaro

En el silencio transparente
el día reposaba:
la transparencia del espacio
era la transparencia del silencio.
La inmóvil luz del cielo sosegaba
el crecimiento de las yerbas.
Los bichos de la tierra, entre las piedras,
bajo la luz idéntica, eran piedras. ... (ver texto completo)
Pregunto ¿Qué valor tendría el artesonado de San Justo?
Imagino que ninguno de los de Cuenca lo vendería por nada del mundo.

En la razón miércoles 8 de octubre 2008 se publica el siguiente articulo

Cultura y Espectáculos El martillo cae sobre las vigas
Christie? s vendió ayer en Londres cinco piezas de la Mezquita de Córdoba por 1,5 millones de euros

Tras dos años de incertidumbre legal, las vigas de la Mezquita de Córdoba se adjudicaron al mejor postor.
Celia Maza ... (ver texto completo)
LA CASA ABANDONADA

Alta va la luna y las nubes volando en torno. De vez en vez cae una nube como una mariposa en las llamas de la luna y hay una pasajera oscuridad. Luego, el cuerpo consumido de la mariposa rueda por los rincones oscuros de la noche.

Viento del otoño alegre, ensaya un silbido agudo. Los arboles le hacen reverencias. Afanosas las arañas, zurcen los vidrios rotos de la casa abandonada, y continuos calofríos estremecen los yerbajos del patio.

- Mala noche - dicen los grillos ... (ver texto completo)
Entre los Sueltos Caballos
de Luis de Gongora

Entre los sueltos caballos
De los vencidos zenetes,
Que por el campo buscaban
Entre la sangre lo verde,

Aquel español de Orán
Un suelto caballo prende, ... (ver texto completo)
'El camino hacia la cima es, como la marcha hacia uno mismo, una ruta en solitario'
UN CASTELLANO LEAL

"Hola, hidalgos y escuderos
de mi alcurnia y mi blasón,
mirad, como bien nacidos,
de mi sangre y casa en pro.

"Esas puertas se defiendan
que no ha de entrar ¡vive Dios!
por ellas, quien no estuviere ... (ver texto completo)
El Águila y la Bala

Dicen que apostó una bala
con un águila a volar,
y ésta dijo sin tardar:
Vete, plomo, noramala.
¿Quién a estas plumas iguala
con que hasta los vientos domo?

Mi cuerpo de tomo y lomo ... (ver texto completo)
El estío.

Hermosa fuente que al vecino río

sonora envías tu cristal undoso,

y tú blanda, cual sueño venturoso,

yerba empapada en matinal rocío.
... (ver texto completo)
Deseo enviar desde este foro, mi más sincera felicitación y enhorabuena a toda la selección Española de Futbol, y especial a Don Luis Aragonés (El sabio de Hortaleza) por habernos hecho recobrar la ilusión, que hace tanto tiempo la habíamos perdido.
Va por ti Luis un prolongado Olé y ahí queda eso.
Reyes también te felicito a ti y tengo un poco de envidia sana, porque yo no he podido tener la suerte de presenciar la llegada de los jugadores de la selección y mucho menos estar en directo en Colon, ... (ver texto completo)
El papagayo, el tordo y la marica
Oyendo un tordo hablar a un papagayo,
quiso que él, y no el hombre, le enseñara;
y con sólo un ensayo
creyó tener pronunciación tan clara,
que en ciertas ocasiones
a una marica daba ya lecciones.
Así, salió tan diestra la marica
como aquel que al estudio se dedica
por copias y por malas traducciones.
Conviene estudiar los autores originales, no los copiantes y malos traductores.
Tomás de Iriarte y Oropesa ... (ver texto completo)
Hace unos días pasé por Cuenca de Campos y contaba que el campo parecía un jardín botánico, en toda la extensión de la palabra, doy las gracias a quien ha puesto varias fotografías confirmando mi valoración de el campo y reafirmando mis palabras, me he decidido por esta fotografía al tener unos colores tan naturales y variados, que siempre nos están trasmitiendo algo, en este pueblo tan bonito, no cobran por respirar, pero estoy seguro que si lo hicieran costaría más de un euro cada respiración. ... (ver texto completo)