Mensajes enviados por Extramuros:

Dedicatoria

Las montañas se doblan ante tamaña pena
Y el gigantesco río queda inerte.
Pero fuertes cerrojos tiene la condena,
Detrás de ellos sólo "mazmorras de la trena"
Y una melancolía que es la muerte.

Para quién sopla la brisa ligera,
Para quién es el deleite del ocaso - ... (ver texto completo)
Cuando la luna es de melón...

Cuando la luna es de melón una tajada en la ventana
Y en redor es la calina cerrada la puerta y la casa encantada
Por las azules ramas de glicinas y en la fuente de arcilla hay agua fría
Y la nieve del paño y arde una bujía de cera
Tal que en la niñez, mariposas zumban
La calma, que no oye mi palabra, retumba
Entonces de lo negro de rincones rembrandtianos algo se ovilla de pronto
Y se esconde allí a mano, pero no me estremezco, ni me asusto siquiera... ... (ver texto completo)
Cuando escuches el trueno me recordarás...

Cuando escuches el trueno me recordarás
Y tal vez pienses que amaba la tormenta...
El rayado del cielo se verá fuertemente carmesí
Y el corazón, como entonces, estará en el fuego.

Esto sucederá un día en Moscú
Cuando abandone la ciudad para siempre
Y me precipite hacia el puerto deseado ... (ver texto completo)
Visión

¿Acaso fue en un marco de ilusión,
en el profundo espejo del deseo,
o fue divina y simplemente en vida
que yo te vi velar mi sueño la otra noche?

En mi alcoba agrandada de soledad y miedo,
taciturno a mi lado apareciste
como un hongo gigante, muerto y vivo, ... (ver texto completo)
Vida

A ti vengo en mis horas de sed como a una fuente
límpida, fresca, mansa, colosal...
y las punzantes sierpes de fuego mueren siempre
en la corriente blanda y poderosa.

Vengo a ti en mi cansancio, como al umbroso bosque
en cuyos terciopelos profundos la fatiga
se aduerme dulcemente, con música de brisas, ... (ver texto completo)
Ven

Ven, oye, yo te evoco.
Extraño amado de mi musa extraña,
ven, tú, el que meces los enigmas hondos
en el vibrar de las pupilas cálidas.
El que ahondas los cauces de amatista
de las ojeras cárdenas...
Ven, oye, yo te evoco,
extraño amado de mi musa extraña!

Ven, tú, el que imprime un solemne ritmo
al parpadeo de la tumba helada!
el que dictas los lúgubres acentos
del decir hondo de las sombras trágicas.
Ven, tú, el poeta abrumador, que pulsas
la lira del silencio: la más rara!
La de las largas vibraciones mudas,
la que se acorda al diapasón del alma!
Ven, oye, yo te evoco,
extraño amado de mi musa extraña!

Ven acércate a mí, que en mis pupilas
se hunden las tuyas en tenaz mirada,
vislumbre en ellas el sublime enigma
del "más allá", que espanta...
Ven... acércate más... clava en mis labios
tus fríos labios de ámbar,
guste yo en ellos el sabor ignoto,
de la esencia enervante de tu alma!

Ven, oye, yo te evoco,
extraño amado de mi musa extraña!
D. A ... (ver texto completo)
Tú dormías

Engastada en mis manos fulguraba
como extraña presea, tu cabeza;
yo la ideaba estuches, y preciaba
luz a luz, sombra a sombra su belleza.

En tus ojos tal vez se concentraba
la vida, como un filtro de tristeza
en dos vasos profundos... yo soñaba ... (ver texto completo)
Supremo idilio

(Boceto de un poema)

En el balcón romántico de un castillo adormido
que los ojos suspensos de la noche adiamantan,
una figura blanca hasta la luz... Erguido
bajo el balcón romántico del castillo adormido,
un cuerpo tenebroso... Alternándose cantan.
... (ver texto completo)
Sobre una tumba cándida

«Ha muerto..., ha muerto...», dicen tan claro
que no entiendo...

¡Verter licor tan suave en vaso tan tremendo!...
Tal vez fue un mal extraño tu mirar por divino,
tu alma por celeste, o tu perfil por fino...

Tal vez fueron tus brazos dos capullos de alas...
¡Eran cielo a tu paso los jardines, las salas,
y te asomaste al mundo dulce como una muerta!
Acaso tu ventana quedó una noche abierta.

- ¡Oh, tentación de alas, una ventana abierta!-
¡Y te sedujo un ángel por la estrella más pura...
y tus alas abrieron, y cortaron la altura
en un tijeretazo de luz y de candor!

Y en la alcoba que tu alma tapizaba de armiño,
donde ardían los vasos de rosas de cariño,
la Soledad llamaba en silencio al Horror...
D. A ... (ver texto completo)
Serpentina

En mis sueños de amor, ¡yo soy serpiente!
gliso y ondulo como una corriente;
dos píldoras de insomnio y de hipnotismo
son mis ojos; la punta del encanto
es mi lengua... ¡y atraigo con mi llanto!
soy un pomo de abismo.

Mi cuerpo es una cinta de delicia,
glisa y ondula como una caricia...

Y en mis sueños de odio ¡soy serpiente!
mi lengua es una venenosa fuente;
mi testa es la luzbélica diadema,
haz de la muerte, en un fatal soslayo
son mis pupilas; y mi cuerpo en gema
¡es la vaina del rayo!

Si así sueño mi carne, así es mi mente:
un cuerpo largo, largo, de serpiente,
vibrando eterna, ¡voluptuosamente!

Tu amor, esclavo, es como un sol muy fuerte:
jardinero de oro de la vida,
jardinero de fuego de la muerte
en el carmen fecundo de mi vida.

Pico de cuervo con olor de rosas,
aguijón enmelado de delicias
tu lengua es. Tus manos misteriosas
son garras enguantadas de caricias.

Tus ojos son mis medianoches crueles,
panales negros de malditas mieles
que se desangran en la acerbidad;

crisálida de un vuelo del futuro,
es tu brazo magnífico y oscuro,
torre embrujada de mi soledad.
D. A ... (ver texto completo)
Plegaria

-Eros: ¿acaso no sentiste nunca
Piedad de las estatuas?
Se dirían crisálidas de piedra
de yo no sé qué formidable raza
en una eterna espera inenarrable.
Los cráteres dormidos de sus bocas
dan la ceniza negra del Silencio,
mana de las columnas de sus hombros ... (ver texto completo)
Otra estirpe

Eros, yo quiero guiarte, Padre ciego...
pido a tus manos todopoderosas,
su cuerpo excelso derramado en fuego
sobre mi cuerpo desmayado en rosas!

La eléctrica corola que hoy despliego
brinda el nectario de un jardín de Esposas;
para sus buitres en mi carne entrego ... (ver texto completo)
Porque haces tu can de la leona
más fuerte de la Vida, y la aprisiona
la cadena de rosas de tu brazo.

Porque tu cuerpo es la raíz, el lazo
esencial de los troncos discordantes
del placer y el dolor, plantas gigantes.

Porque emerge en tu mano bella y fuerte,
como en broche de míticos diamantes ... (ver texto completo)
¡Oh Tú!
Yo vivía en la torre inclinada
de la Melancolía...
Las arañas del tedio, las arañas más grises,
en silencio y en gris tejían y tejían.

¡Oh, la húmeda torre!...
Llena de la presencia
siniestra de un gran búho,
como un alma en pena; ... (ver texto completo)
Engarzado en la noche el lago de tu alma,
diríase una tela de cristal y de calma
tramada por las grandes arañas del desvelo.

Nata de agua lustral en vaso de alabastros;
espejo de pureza que abrillantas los astros
y reflejas la cima de la Vida en un cielo...
Yo soy el cisne errante de los sangrientos rastros,
voy manchando los lagos y remontando el vuelo.
D. A
Hoy han vuelto.
Por todos los senderos de la noche han venido
a llorar en mi lecho.
¡Fueron tantos, son tantos!
Yo no sé cuáles viven, yo no sé cuál ha muerto.
Me lloraré yo misma para llorarlos todos.
La noche bebe el llanto como un pañuelo negro.
Hay cabezas doradas a sol, como maduras...
Hay cabezas tocadas de sombra y de misterio,
cabezas coronadas de una espina invisible, ... (ver texto completo)
¡Tengo sed, sed ardiente! -dije a la maga, y ella
me ofreció de sus néctares. - ¡Eso no: me empalaga!-
Luego, una rara fruta, con sus dedos de maga,
exprimió en una copa clara como una estrella;

y un brillo de rubíes hubo en la copa bella.
Yo probé. -Es dulce, dulce. ¡Hay días que me halaga
tanta miel, pero hoy me repugna, me estraga!
Vi pasar por los ojos del hada una centella.
... (ver texto completo)
Érase una cadena fuerte como un destino,
Sacra como una vida, sensible como un alma;
La corté con un lirio y sigo mi camino
Con la frialdad magnífica de la Muerte... con calma

Curiosidad mi espíritu se asoma a su laguna
Interior, y el cristal de las aguas dormidas,
Refleja un dios o un monstruo, enmascarado
D. A
¡Bebamos juntos en la copa egregia!
Raro licor se ofrenda a nuestras almas,
¡Abran mis rosas su frescura regia
a la sombra indeleble de tus palmas!
Tú despertaste mi alma adormecida
en la tumba silente de las horas;
a ti la primer sangre de mi vida
¡en los vasos de luz de mis auroras!

¡Ah! tu voz vino a recamar de oro ... (ver texto completo)
En tu alcoba techada de ensueños, haz derroche
de flores y de luces de espíritu; mi alma
calzada de silencio y vestida de calma
irá a ti por la senda más negra de esta noche.

Apaga las bujías para ver cosas bellas;
cierra todas las puertas para entrar la ilusión;
arranca del misterio un manojo de estrellas
y enflora como un vaso triunfal tu corazón.
... (ver texto completo)
Preparadme una barca como un gran pensamiento...
La llamarán "La Sombra" unos, otros "La Estrella".
No ha de estar al capricho de una mano ó de un viento:
Yo la quiero consciente, indominable y bella!

La moverá el gran ritmo de un corazón sangriento
De vida sobrehumana; he de sentirme en ella
Fuerte como en los brazos de Dios! En todo viento,
En todo mar templadme su prora de centella!
... (ver texto completo)
Yo te diré los sueños de mi vida
en lo más hondo de la noche azul...
Mi alma desnuda temblará en tus manos,
sobre tus hombros pesará mi cruz.

Las cumbres de la vida son tan solas,
¡tan solas y tan frías! Yo encerré
mis ansias en mí misma, y toda entera
como una torre de marfil me alcé.
... (ver texto completo)
¡Oh tú que duermes tan hondo
que no despiertas!

Milagrosas de vivas,
milagrosas de muertas,
y por muertas y vivas
eternamente abiertas,

alguna noche en duelo
yo encuentro tus pupilas ... (ver texto completo)
Hoy desde el gran camino, bajo el sol claro y fuerte...

Hoy desde el gran camino, bajo el sol claro y fuerte,
Muda como una lágrima he mirado hacia atrás,
Y tu voz de muy lejos, con un olor de muerte,
Vino á aullarme al oído un triste " ¡Nunca más!"

Tan triste que he llorado hasta quedar inerte...
¡Yo sé que estás tan lejos que nunca volverás!
No hay lágrimas que laven los besos de la Muerte... ... (ver texto completo)
¡Ojos a toda luz y a toda sombra!
Heliotropos del Sueño! Plenos ojos
que encandiló el Milagro y que no asombra
jamás la vida... Eléctricos cerrojos
de profundas estancias; claros broches,
broches oscuros, húmedos, temblantes,
para un collar de días y de noches...
Bocas de abismo en labios centelleantes;

natas de amargas mares nunca vistas; ... (ver texto completo)
En el regazo de la tarde triste
Yo invoqué tu dolor... Sentirlo era
Sentirte el corazón! Palideciste
Hasta la voz, tus párpados de cera,

Bajaron... y callaste... y pareciste
Oír pasar la Muerte... Yo que abriera
Tu herida mordí en ella - ¿me sentiste?-
Como en el oro de un panal mordiera!

Y exprimí más, traidora, dulcemente
Tu corazón herido mortalmente,
Por la cruel daga rara y exquisita
De un mal sin nombre, hasta sangrarlo en llanto!
Y las mil bocas de mi sed maldita
Tendí á esa fuente abierta en tu quebranto.

.............................. .....

¿Por qué fui tu vampiro de amargura?...
¿Soy flor ó estirpe de una especie obscura
Que come llagas y que bebe el llanto?
D. A ... (ver texto completo)
A veces, cuando el amado y yo soñamos en silencio, -un silencio agudo y profundo
como el acecho de un sonido insólito y misterioso-
siento como si su alma y la mía corrieran lejanamente, por yo no sé
que tierras nunca vistas, en un raudal potente y rumoroso...
D. A
Su idilio fue una larga sonrisa a cuatro labios...
En el regazo cálido de rubia primavera
amáronse talmente que entre sus dedos sabios
palpitó la divina forma de la quimera.

En los palacios fúlgidos de las tardes en calma
hablábanse un lenguaje sentido como un lloro,
y se besaban hondo hasta morderse el alma!...
Las horas deshojáronse como flores de oro,
y el destino interpuso sus dos manos heladas... ... (ver texto completo)
Hoy, en una mano burda instintiva, deforme, he visto el diamante más bello que pueda encender el Milagro...
Parecía vivo y doloroso como un espíritu desolado...
Vi fluir de su luz una sombra tan triste, que he llorado por él y por todos los bellos diamantes extraviados en manos deformes...
D. A
Cerrar la puerta cómplice con rumor de caricia,
deshojar hacia el mal el lirio de una veste...
-La seda es un pecado, el desnudo es celeste;
y es un cuerpo mullido, un diván de delicia.-

Abrir brazos... así todo ser es alado;
o una cálida lira dulcemente rendida
de canto y de silencio... más tarde, en el helado
más allá de un espejo, como un lago inclinado
ver la olímpica bestia que elabora la vida... ... (ver texto completo)
-Yo no sé si mis ojos o mis manos
encendieron la vida en tu retrato;
nubes humanas, rayos sobrehumanos,
todo tu Yo de Emperador innato

amanece a mis ojos, en mis manos.
¡Por eso, toda en llamas, yo desato
cabellos y alma para tu retrato,
y me abro en flor!... Entonces, soberanos
... (ver texto completo)
Me abismo en una rara ceguera luminosa,
un astro, casi un alma, me ha velado la Vida.
¿Se ha prendido en mí como brillante mariposa,
o en su disco de luz he quedado prendida?
No sé...
Rara ceguera que me borras el mundo,
estrella, casi alma, con que asciendo o me hundo.

¡Dame tu luz y vélame eternamente el mundo!
D. A
Raro anillo que clarea,
Raro anillo que sombrea
Una profunda amatista.
Crepúsculo vespertino

Que en tu matinal platino
Engarzó espléndido artista.
El porvenir es de miedo...
¿Será tu destino un dedo

De tempestad o de calma?
Para clararte y sombrearte,
¡Si yo pudiera glisarte
En un dedo de mi alma!... ... (ver texto completo)
No sirve lo que fui: lo que no he sido
es lo importante. Mi pasado no existe
de tanto no quererlo. Es de los otros, mas no mío.
No reluce ni sabe
cegar como los seres de la nada.
Mas no es fácil volver sobre mis pasos para encontrar
los labios no besados, los cuerpos (no elegidos no para poseerlos:
para darlos también y volverme tan pobre que ni la muerte
sepa qué hacer para matarme).
Lo que he sido y se me escapa
es lo que soy,
el fugitivo, el triste, el imposible,
el traicionado por el tiempo, el tachado, el inútil,
pero dónde buscarlo para hablarle de mí
y meterme en sus sueños.
J. A ... (ver texto completo)
Juan se llevaría la palabra isla.
Así, ante las preguntas sibilinas que siempre
son el crepitar del fuego, el graznido del
cormorán o el repiqueteo de la lluvia,
y de cuya contestación dependen que se
nos entreguen o que nos rechacen,
podría decirles: "me llamo Juan y estoy
en una isla". Y luego ya en voz baja
y para darse ánimos, seguiría: "sé mi
nombre y el nombre del lugar donde habito. ... (ver texto completo)
Todo lo que decimos
da vueltas y más vueltas
rueda desde nosotros a nosotros
baja por la pendiente
que llamamos espalda mundo ser
da vueltas y más vueltas
para encerrarnos juntos
en la bola de nieve en el alud
de círculos que van por la ladera
creciendo y retumbando ... (ver texto completo)
Lo que existe parece que no existe
porque tú lo has tocado ser adentro,
porque tú lo has tocado beso adentro
con la nerviosa lengua de la nada.

Me palpas con tus manos infinitas
(no son manos, lo sé, sino estallidos:
el tiempo que no llega nunca a tiempo,
un tiempo adelantado o retrasado
que acaba siendo mar o nebulosa) ... (ver texto completo)
El saltador se encoge, se agarra las rodillas,
esconde la cabeza entre las piernas.
A punto de llegar da un latigazo
y se estira de golpe contra el agua:
al sumergirse nace, y el mundo, sacudido,
vuelve a iniciar de nuevo sus circunvoluciones,
su salto de gestante que atraviesa el espacio
como una caracola o bosta o piedra
lanzado hacia la luz: le enseña el saltador
al mundo su trabajo, y a convertirlo en juego, ... (ver texto completo)
Como aquel alfarero que rompía las jarras
nada más terminarlas.
Sin perder la sonrisa
destrozaba los platos y los vasos

y luego se ponía a decorar
los fragmentos dispersos por el suelo
con sangre que sacaba gota a gota
de sus dedos y brazos, de sus muslos,
de las callosas plantas de sus pies.

Extraía de sí los pigmentos del alma
hasta quedar exhausto
y venir los insectos
a chupar sus heridas.
Los vecinos,
por compasión, ponían monedas en el torno
y se llevaban trozos de loza hasta sus casas.

Al despertar seguía sonriendo
y de nuevo amasaba en el barro mojado
las formas de lo informe,
los diminutos cuencos donde cabe lo eterno.

Vikram Babu pregunta:
¿dónde bebes?

J. A ... (ver texto completo)
Lo que veo pasar me ve pasar
y por eso estoy vivo.
Lo que veo
detenido me ve quedarme quieto
y por eso no muero.
En mis ojos,
los ojos de los árboles y el río
se miran para ser y darme el ser.
No espejos sino luz.
No parentesco ... (ver texto completo)
Lo que dices de mí me obliga a contestarte,
lo que digo de ti te obliga a contestarme:
de tanto tú venir hasta mi casa,
de tanto yo acudir hasta la tuya
se va abriendo un camino.

* * *

Se va abriendo un camino
que recoge tus huellas y las mías ... (ver texto completo)
Todo lo que decimos
inaugura distancias,/
estructura de modo distinto lo
que somos/ y nuestra relación
con lo que existe,/ cambia de
decorado y cambia de guión,/
modifica el sentido de las
leyes/ y nos hace asumir
actitudes y fines/ que antes ni
siquiera imaginábamos.

Por eso las palabras nos
escriben,/ es decir, nos
tornean, nos labran, nos
dibujan./ Para ser más
exactos: las palabras,/ lejos de
ser pasivos instrumentos/ en
nuestras manos, son gigantas
poderosas/ desde aquí puedo
ver el grosor de sus
músculos,/ sus ojos
inyectados, la determinación/
que demuestran sus gestos)
que nos usan/ como materia
prima para hacerse sus casas.

Las palabras nos hablan, las
palabras/ nos habitan. Por eso
decir lo que nos dice/ (o
hablar lo que nos habla, callar
lo que nos calla,/ escribir lo
que escribe nuestra vida)/ es
mucho más que un acto/ de
aceptación de la existencia;
es/ poner una semilla en la
palabra/ para que diga lo que
somos; es/ seducir la palabra y
penetrarla/ para que nos
alumbre y nos lleve a su casa:/
y nos lleve a una casa que es la
nuestra.

Frente a todos aquellos/ que
están donde no están y no
están donde están,/ frente a
todos aquellos que al vivir/en
una casa ajena en realidad/
habitan una cárcel,/ la poesía
y el amor nos hacen/ libres
para elegir una casa y un
mundo/ y nos dejan abiertos
para ser elegidos/ por la casa y
el mundo que elegimos.

Y cuando afirmo «todo lo que
decimos» quiero/ decir la que
decimos con sentido:/ aquello
que se dice por medio de
nosotros/ (la poesía y el amor,
la luz/ y los bosques y el mar,
la nada y el olvido...),/ aquello
que bautiza las medidas del
mundo/ (rediseña la planta de
la casa),/ aquello que le da al
mundo otra apariencia/ sin
por ello impedir que siga
intacto/, aquello, en fin, que
afirma la que es/ en vez de
destrozarlo, de ignorarlo,/ de
pasar a su lado con los ojos
borrándose.
J. A ... (ver texto completo)
Lo que dices de mí
me posee a horcajadas detrás de unos arbustos.

Lo que dices de mí
me aprieta la cintura en medio del océano.

Lo que dices de mí
me araña de los muslos a la nuca
mientras un elefante nos transporta en la selva.

Lo que dices de mí
me tira de los pelos en un piso catorce.

Lo que dices de mí
me saliva la oreja en un vagón.

Lo que dices de mí
me embadurna de aceites aromáticos
dentro de un telescopio enfocado a Saturno.

Lo que dices de mí
mordisquea mi sexo en la estela de un barco.

Lo que dices de mí
jadea en una mesa de un albergue.

Lo que dices de mí
se bebe mi sudor en la calle más céntrica
(en el escaparate de una agencia de viajes).

Lo que dices de mí
tapona con su lengua mi ombligo en una tundra.

Lo que dices de mí
se toca los pezones más allá del espejo.

Lo que dices de mí
dilata su vagina en el arcén
de una autopista en obras.

Lo que dices de mí
grita en un diccionario abierto por la «p».

Lo que dices de mí
se arquea hasta romperse en una alcantarilla.

Lo que dices de mí
me eriza en una lámpara.

Lo que dices de mí
me da masajes rápidos y suaves
en la fuente de un río.

Lo que dices de mí
te besa las axilas en el filo de un hacha.

Lo que dices de mí
acaricia tu pubis en una enredadera.

Lo que dices de mí
desoculta tu clítoris en un alto trapecio.

Lo que dices de mí
me gira y me retuerce en un vaso de vino.

Lo que dices de mí
me amorata en un puerto
asolado después de un maremoto.

Lo que dices de mí
olfatea mi semen dentro de un espejismo.

Lo que dices de mí
se pellizca la piel en un frutero.

Lo que dices de mí
pone un índice mío detrás y otro delante
en un viejo astrolabio.

Lo que dices de mí
pierde el conocimiento en un poema.
J. A ... (ver texto completo)
Algo dice de mí
la labor del orfebre,
el arcoiris doble, los anzuelos,
las diecisiete formas que tiene el esquimal de nombrar
a la nieve y el tibetano a la conciencia,
los pechos comparados con cúpulas o cántaros,
la barra de los bares, las películas,
los cables de la luz parcelando el paisaje,
las etimologías inventadas,
la tala de las selvas, las bombas nucleares, ... (ver texto completo)
Tus palabras: me envuelven en una
placenta y me colocan delicadamente
en tu interior para gestarme.

Me trasladan, las traslado, vamos
abriendo surcos desde dentro hacia
afuera.

Una flecha que viaja por el interior de
una diana: para ella acertar consiste en
encontrar la salida (y sólo tiene una
oportunidad, un tiro): para ella la diana
es un laberinto. Así que finge dormirse
hasta que la salida, que coincide con el
centro, pasa distraída por su lado.
Entonces sí: se alza, se tensa y le dispara
por la espalda.

Todo recién nacido lleva tatuado un
laberinto y una diana que la vida se
encargará de ir haciendo visibles trazo a
trazo.

Vivir es reparar los efectos de esa
emboscada original que supuso la
muerte del centro, es hacerle el boca a
boca al centro hasta que vuelva a
respirar. Pero el centro no es Dios (el
centro no es el Centro) sino tú, yo,
cualquiera de nosotros.

Cuando te tanteo en la oscuridad mis
manos ecorren las paredes del
laberinto. Y el modo en el que tus
gemidos rebotan, se amplifican o se
duermen por sus corredores me enseña
las dimensiones y el dibujo del
laberinto.

Cuando me lames en la oscuridad una
diana se pone a rodar cadera abajo, un
blanco en movimiento al que sólo
puede acertar una flecha perfectamente
inmóvil.

Tus palabras son un líquido cálido: al
bucearlas me duermo.

Al hablar desenrollas los caminos del
mundo para que yo los explore.
Cuando callas los vuelves a enrollar,
pero queda una tenue huella de cada
uno de ellos gracias a lacual siempre
puedo reconstruir algunos.

Me has enseñado a serpeligroso para
mí mismo y a ser inofensivo para los
demás.

Después de muchos abrazos no somos
una pareja sino un atlas. Si alguien
quiere saber dónde se encuentra o hacia
dónde queda el lugar al que planea
viajar, sólo tiene que abrirnos y poner
un dedo sobre el punto de destino.

Si no fuera por lo que dices de mí, y
porque me llevas en tu interior como
una madre al feto, mi laberinto estaría
en ruinas: cascotes en vez de muros,
montones de piedras en vez de
elegantes revueltas, ratas comedoras de
ojos en vez de minotauros, polvo en
suspensión en vez de corrientes de aire
fresco filtrándose por las grietas.

El cordón umbilical: el hilo de la
madeja.

Dejarse nacer en otro es un acto de fe,
una locura. Y también: un pacto con el
silencio que fuimos para que no
irrumpa en el silencio que seremos.

Sólo soy una sombra proyectada en la
pared: existo porque tú eres cuerpo y
bombilla. Existo porque nada se
interpone entre nosotros.

Tus fluidos me escriben, me dibujan el
modo de salir. Dibujo que he de beber
para que tenga sentido.

J. A ... (ver texto completo)
Del agua, como de la sangre, y al agua
vengo, entrando a tierra por el agua:
por su ángeles turbios derramados
de costado, agua y aguacero errante,
porque lluvia también cuando volvía,
como una miel de piedra en tempestad
sobre el pequeño tambor del corazón.

En la ría, como en un espeso
machete horizontal, tanta indecisión de ida ... (ver texto completo)
El verano pone su color tranquilo
sobre todas las cosas y las hojas;
de nuevo alborota el viento
a las muchachas, cierra
los cuadernos y junta la tarde
perezosa a las naranjas.
Arena de luz la playa, tranquilo
el mar, en paz el ave, solo el polvo
arrastra su camisa a otro lugar.
Hoy ha crecido el trigo mucho, ... (ver texto completo)
Y ahora en dónde sobre qué vínculo en qué
botín he de apoyar el alma
en qué piedra por favor en qué
ayer. Nadie me dijo que comenzarían
hoy los siglos de la noche. Lunes
de una ciudad sobre la desolación.

Aquí hubo una población ya desplumada
su cacique en pedazos. ¿Y el plano
de las destrucciones? ¿Y los solares ... (ver texto completo)
"I' am not a professional, I work
in an office of the American Army."

Sus pies dentro del charco de su enagua.

"I'am always short of money
but I do this very seldom."

Mi sombra era demasiado grande en su cama,
balsa seca de soltera en el suelo. ... (ver texto completo)
No es fácil injertarse en ti, ísima mía.
Me doy cuenta de que fue risa y no tos
lo que te dije, y debo despensar las cosas
que puse en tu silencio, y salir de tus bocas de
y dejarte, mitad sola, gastada por mis vellos.
Es el día consuetudinario, conozco su censura.
Se diría que el agua usada del llanto desbordara
de anteojos, baúles, bodegas, por mi culpa,
que todas las guerras que pacen amarradas
se fueran galopando a comer, solo porque ... (ver texto completo)