No sé si eso es bueno o malo. Pero creo que tiene ventajas y desventajas.
Luego, es cuestión de ir adaptándose a todas las circunstancias que nos tiene preparada la vida. A ti, esas circunstancias, posiblemente te hayan hecho pasar muchísimos momentos muy duros, hasta que se consiga superarlos, poco o mucho o regular.
Sobre tus ideas sobre la Cavilación y el ánimo: Es muy fácil decir o escribir que hay que mantener sano ese ánimo para estar contentos y tener nuestra paz interior y un equilibrio en nuestros quehaceres diarios. Vivir acorde con nuestras posibilidades, sin reproches, sin envidias. Esto es algo que a todos nos gustaría vivir y recordar siempre, pero la realidad a veces no te deja hacer todo esto que nos gustaría tener y vivir.
Yo, reconozco, que llevo un tiempo en el que me cuesta encontrar todas esas pequeñas cosas que me ayuden a ser un poco más feliz. Quizás es que no sé buscarlas, o quizás es que no sé llegar a despertar mi conciencia para que me alumbre y me guíe a buscar lo mejor que pueda haber dentro de mí. Son de esas épocas en las que tus luchas internas son un poco más fuertes por las circunstancias que sean.
Mantener nuestra autoestima, está muy bien, pero existen momentos en los que no encuentras el momento o la llave que te ayude. Estoy de acuerdo, en que los primeros que tenemos que ayudarnos a mantener alta nuestra estima, somos nosotros, pues los de nuestro alrededor, hablamos de familia, hijos, hermanos o amigos, no siempre pueden estar ahí para darnos ese apoyo, o ese empujón que nos hace falta para no pararnos, para seguir avanzando.
La famosa frase de: “Yo soy yo, y mis circunstancias”. Está muy bien construida. Pero no siempre se lleva a efecto la frase. Y hay momentos en los que tus circunstancias se tuercen por motivos varios, y volver a recuperarlas como nos gustaba que estaban siendo, a veces se nos nubla la mente y no sabemos llegar a ellas. Y otras veces, otras circunstancias se interponen, y no nos dejan o no sabemos llegar a las buenas o verdaderas.
Esas cuatro aceptaciones de las que escribes, creo que la mayoría de las personas las podríamos hacer como propias, y aceptarlas sin muchas dudas. Luego, lo que debemos hacer es perfeccionar esas aceptaciones y vivirlas con total normalidad.
Nuestro estado de ánimo, es como una noria, que sube, baja y da muchas vueltas. Por qué, por esas circunstancias que escribí anteriormente. Cuando en realidad, lo más normal y positivo, sería que no diese tantos tumbos. Esos tumbos, nos llevan a momentos de euforia no siempre contenida, y a momentos en los que todo nos parece negro o por lo menos marrón. Y estos altibajos, son los que nos llevan a encontrarnos a veces perdidos, sin rumbo fijo.
Una cosa importante, es lo que Tu muy bien comentas, que cuando damos todos estos bandazos y estamos un poco desubicados, sepamos aprender de estos errores que estamos cometiendo. Y es verdad, que a veces nos sirven de enseñanza, y otras, no llegamos a saber entender por que hemos caído en esas trampas puestas a veces por nosotros mismos.
La frase: “SI NO CUIDAS LA GOTERA, SE TE CAERÁ LA CASA ENTERA”, PARA ENMARCARLA.
Sobre lo que cuentas del ÓRGANO de la Colegiata, te contaré esta pequeña anécdota.
Cuando estaba en el Seminario Menor de Santiago Apóstol, en Uclés, al lado de Tarancón. Todos los días estando de vacaciones íbamos a misa de nueve, y por la tarde íbamos a rezar el Rosario. Yo a veces me quedaba a la misa de tarde, y lo que hacía es que mientras el sacerdote decía la misa, yo me subía al coro, y sobre todo durante la Comunión, me ponía a tocar el Órgano, que era más pequeño que un piano. Nunca había aporreado ninguno, pero trataba de que no sonase mal, sin saber lo que realmente estaba tocando.
Sobre los comentarios que este señor mayor quería venderte sobre la Guerra Civil, no sé exactamente cuáles serían sus verduras y frutas que quería poner a la venta, pero yo ya he oído cosas de muchos colores, y cuando te gusta saber algo más sobre cómo fue todo, lo mejor es leerse los libros de varios historiadores de todo idea, y luego Tu sacar tus propias conclusiones.
Ya me he copiado las poesías y los refranes. A ver si me respetan un poco esos dolores fastidiosos y escribo más a menudo sin ponerme tan pesado y escribir menos, pero más a menudo.
Saludos cordiales, y que te aproveche esa merienda que te has tomado o estás a punto de hacerlo.
Paco. ... (ver texto completo)
Luego, es cuestión de ir adaptándose a todas las circunstancias que nos tiene preparada la vida. A ti, esas circunstancias, posiblemente te hayan hecho pasar muchísimos momentos muy duros, hasta que se consiga superarlos, poco o mucho o regular.
Sobre tus ideas sobre la Cavilación y el ánimo: Es muy fácil decir o escribir que hay que mantener sano ese ánimo para estar contentos y tener nuestra paz interior y un equilibrio en nuestros quehaceres diarios. Vivir acorde con nuestras posibilidades, sin reproches, sin envidias. Esto es algo que a todos nos gustaría vivir y recordar siempre, pero la realidad a veces no te deja hacer todo esto que nos gustaría tener y vivir.
Yo, reconozco, que llevo un tiempo en el que me cuesta encontrar todas esas pequeñas cosas que me ayuden a ser un poco más feliz. Quizás es que no sé buscarlas, o quizás es que no sé llegar a despertar mi conciencia para que me alumbre y me guíe a buscar lo mejor que pueda haber dentro de mí. Son de esas épocas en las que tus luchas internas son un poco más fuertes por las circunstancias que sean.
Mantener nuestra autoestima, está muy bien, pero existen momentos en los que no encuentras el momento o la llave que te ayude. Estoy de acuerdo, en que los primeros que tenemos que ayudarnos a mantener alta nuestra estima, somos nosotros, pues los de nuestro alrededor, hablamos de familia, hijos, hermanos o amigos, no siempre pueden estar ahí para darnos ese apoyo, o ese empujón que nos hace falta para no pararnos, para seguir avanzando.
La famosa frase de: “Yo soy yo, y mis circunstancias”. Está muy bien construida. Pero no siempre se lleva a efecto la frase. Y hay momentos en los que tus circunstancias se tuercen por motivos varios, y volver a recuperarlas como nos gustaba que estaban siendo, a veces se nos nubla la mente y no sabemos llegar a ellas. Y otras veces, otras circunstancias se interponen, y no nos dejan o no sabemos llegar a las buenas o verdaderas.
Esas cuatro aceptaciones de las que escribes, creo que la mayoría de las personas las podríamos hacer como propias, y aceptarlas sin muchas dudas. Luego, lo que debemos hacer es perfeccionar esas aceptaciones y vivirlas con total normalidad.
Nuestro estado de ánimo, es como una noria, que sube, baja y da muchas vueltas. Por qué, por esas circunstancias que escribí anteriormente. Cuando en realidad, lo más normal y positivo, sería que no diese tantos tumbos. Esos tumbos, nos llevan a momentos de euforia no siempre contenida, y a momentos en los que todo nos parece negro o por lo menos marrón. Y estos altibajos, son los que nos llevan a encontrarnos a veces perdidos, sin rumbo fijo.
Una cosa importante, es lo que Tu muy bien comentas, que cuando damos todos estos bandazos y estamos un poco desubicados, sepamos aprender de estos errores que estamos cometiendo. Y es verdad, que a veces nos sirven de enseñanza, y otras, no llegamos a saber entender por que hemos caído en esas trampas puestas a veces por nosotros mismos.
La frase: “SI NO CUIDAS LA GOTERA, SE TE CAERÁ LA CASA ENTERA”, PARA ENMARCARLA.
Sobre lo que cuentas del ÓRGANO de la Colegiata, te contaré esta pequeña anécdota.
Cuando estaba en el Seminario Menor de Santiago Apóstol, en Uclés, al lado de Tarancón. Todos los días estando de vacaciones íbamos a misa de nueve, y por la tarde íbamos a rezar el Rosario. Yo a veces me quedaba a la misa de tarde, y lo que hacía es que mientras el sacerdote decía la misa, yo me subía al coro, y sobre todo durante la Comunión, me ponía a tocar el Órgano, que era más pequeño que un piano. Nunca había aporreado ninguno, pero trataba de que no sonase mal, sin saber lo que realmente estaba tocando.
Sobre los comentarios que este señor mayor quería venderte sobre la Guerra Civil, no sé exactamente cuáles serían sus verduras y frutas que quería poner a la venta, pero yo ya he oído cosas de muchos colores, y cuando te gusta saber algo más sobre cómo fue todo, lo mejor es leerse los libros de varios historiadores de todo idea, y luego Tu sacar tus propias conclusiones.
Ya me he copiado las poesías y los refranes. A ver si me respetan un poco esos dolores fastidiosos y escribo más a menudo sin ponerme tan pesado y escribir menos, pero más a menudo.
Saludos cordiales, y que te aproveche esa merienda que te has tomado o estás a punto de hacerlo.
Paco. ... (ver texto completo)