Cuando yo tenía treinta y tantos años (90, y primeros años del siglo XXI), en los círculos en los que me movía, a nadie le importaba dónde estuviese enterrado Franco o La Pasionaria.
El hecho de ser simpatizante del PP o del PSOE tenía -en lo que se refiere a las relaciones entre amigos y conocidos- la misma o incluso menor trascendencia que ser seguidor del Madrid, Barça, Atleti, Betis, Valencia o Depor. Todo lo más, se soltaban las típicas pullitas (Pepe "el rojelio", Manolo "el facha") y punto ... (ver texto completo)
El hecho de ser simpatizante del PP o del PSOE tenía -en lo que se refiere a las relaciones entre amigos y conocidos- la misma o incluso menor trascendencia que ser seguidor del Madrid, Barça, Atleti, Betis, Valencia o Depor. Todo lo más, se soltaban las típicas pullitas (Pepe "el rojelio", Manolo "el facha") y punto ... (ver texto completo)