diceh tú, nebro, que penita como decia la guirria. antaño el rio el cabezo, lo mitmo que lah arroyoh et-taban limpiah como una patena, que de eso se encalgaban lah cabrah. Et-toh animaleh mantenian limpioh loh cauceh de loh rioh, loh caminoh, lah arroyoh y loh pareoneh... macueldo que anteh una pelsona o llegao el caso un hombre o una mujel o un muchacho podia dil de riomalo arriba a rriomalo abajo por el cauce el rio sin picalse con una zalza ni maldecia la fuc-ca cabia en el rio y claro cuando ... (ver texto completo)