He tenido el placer de conocer este pequeño pueblecito el
verano pasado (agosto 2006), y me ha encantado. He degustado el menú típico del
restaurante el pimiento y puedo decir que fué un día estupendo. Después de
comer te das un paseito por el
río, y si te quedan ganas te pasas por el
frontón a bajar la tripa. Me parece un entorno natural divino. PARA REPETIR. OS LO ACONSEJO.