BARCELONA: 3...

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Mocita, está mañana, repasando la prensa digital, el Periódico de Catalunya me ha deparado una agradable sorpresa. A toda página, el Presi, Guille, con palabras sencillas explica cómo ve él eso del Estatuto de Autonomía de ese País.

Más o menos, es lo que nosotros desde nuestro limbo virtual pensamos al respecto y hemos dicho tantas veces, que no es otra cosa que, se puede decir y escribir tranquilamente Nación de Naciones. Que no hay ningún contrasentido en la expresión Catalunya es una Nación y que España está integrada por la suma de tales y cuales Naciones y cuales y tales Regiones porque, si miramos hacia atrás y leemos que el rey este o aquél o de aquel reino, lo es también de Córcega, Sicilia, Navarra, Aragón, Galicia, León, Asturias, Castilla, Portugal y un montón de reinos más que no escribo porque se acabaría la hoja pues, ¿a qué viene tanto alboroto con la palabra nación cuestionada?

Pero habla también de sentimientos, y viene a decir, que eso, ni se compra ni se vende. Que se puede ser nacionalista extremeño y también catalán, y a la vez, ser español sin dobleces ni falsos resquemores productos de la fantasía o el interés.

Hoy, en esta aldea globalizada, menospreciar o despreciar a las personas que viven en otro territorio por ese sólo hecho, es de una desfachatez (por no decir otra cosa) que tira de espaldas y, desgraciadamente, hemos o habemos, muchos que lo hacemos, y eso quizá es, porque nos vemos a nosotros mismos como individuos superiores o, quizás, porque arrastramos una frustración de siglos.

No compiten entre sí los territorios, los reinos, sino las personas que los pueblan, cada uno con sus creencias y ambiciones, cada uno haciendo valer sus influencias dentro de sus respectivos grupos de presión y estos a su vez, tratando de imponerse a todos los demás.
Si nos fijamos en detalle, lo que pretenden es tener el control de todo y de todos, en beneficio propio.
Observa la retórica de todos y cada uno de estos grupos. Verás, que hay algunos que siempre han sido controladores y que defienden a capa y espada sus ancestrales privilegios, no vacilando en usar todas las artes acumuladas por siglos de experiencia. Lavado de cerebro incluido.

Bambi, el presi de presis, ha rectificado sobre la marcha y ha dado la razón a quienes se oponían a que les cercenaran su libertad para acceder a la información por cualquier medio, y en este caso, la red de redes. ¡Bien hecho tío! Que si hay que cortarle ese conducto a alguien porque presuntamente delinque, se haga de manera razonada y por quien está obligado a hacerlo en razón de su oficio o profesión. No por cualquiera doña Asociación de Intereses o de don Chiripitiflautas Iluminado.

Y termino, todas las autonomías son partes del Estado, son Estado, y todas las personas que en ellas viven debieran saberlo pero, si hay algunas que no se han enterado o que hacen como que no se enteran, habrá que hacérselo ver y entender. Que para eso se inventaron las palabras.

Salud.